El disco de otoño es la primera de las cuatro estaciones de Boom Boom Kid de las que sólo habíamos oído a las rosas rotas mientras las aplastaban las hojas secas de los árboles que caían al suelo. Un grito de bronca que genera la tristeza de algo tan antiguo como contemporáneo, gritado por una garganta poderosa: los nombres de algunas que son los nombres de todas. Nekro siempre fue consciente que el otoño no es para tirarse a dormir al lado de un calefactor, sino para salir a ver y encontrarse con el mundo y así con uno mismo, a su manera. Un mundo donde se ven injusticias todos los días cada uno también lo resuelve a su manera. Nekro, a lo largo de su carrera, lo hizo en más de cuatrocientas canciones distribuidas en los más variados discos, producidos en diferentes países de la escena underground y ahora, de nuevo, el otoño llegó y el frío con quince canciones nuevas que continúan con la firmeza y prepotencia que ya Boom Boom Kid nos tiene acostumbrados, como gritar algo que nos desagrada, como gritan los niños. Toda esa pureza que decimos que es de niños y a veces no escuchamos, Boom Boom Kid nos ayuda a recuperarla y volvemos a ser caprichosos, atrevidos, insolentes contra todo lo que toda niño sensible sabrá de lo que estamos hablando, que nos encierra en un encuadre blasfemo.
Como también están aquellas canciones que también nos tiene acostumbrados, porque de algo que nos acostumbramos es a la variedad y a sorprendernos. Ha comprobado que se puede salir con algo nuevo, donde pueden convivir una balada melancólica, con ritmos que van desde el punk, hardcore, rock y hasta por momentos rozar lo experimental, hasta llegar a un sonido ya encontrado hace años que lo hacen particular y desafiante, donde lo poético y lo trash pueden perfectamente amoldarse. Todo con una bronca acumulada durante un verano que se puede plasmar hasta en algo de quince segundos, como una cuestión que se resuelve con sólo hacerse la pregunta. Las anotaciones en las hojas en blanco del libro absurdo, aquel precedente que fue llenado con bocetos de varios singles. El otoño es nostálgico, por eso un saludo a un personaje de Zárate, porque fueron aquellos recorridos por todos los rincones buscando los detalles de las cosas pequeñas lo que hicieron que la búsqueda de Boom Boom Kid sea inalcanzable por mera elección de estar siempre buscando y nunca conformarse. Como un coleccionista empedernido que no para de vagar como un perro, Nekro nos lleva y nos trae en sus canciones que no tapan a las otras canciones, ni las deja atrás, sino que el otoño se esparce sin acumularse. Las pilas de hojas las hacen los demás con sus rastrillos.
Lo versátil es algo que caracteriza toda su trayectoria y en este nuevo proyecto no se quita tal peculiaridad, porque el éxito de Boom Boom Kid es sacar una canción nueva para poder gritarla, bailarla y plasmar cualquier emoción, sea denuncia o afección en una pieza. Canciones como “Carta a mí” invitan a la reflexión que lleva a esos momentos tan deseados y difíciles de encontrar hoy en día, en los que uno pueda encontrarse consigo mismo: la autocuestión, la filosofía de algo que se encuentra en las pequeñas cosas que pueden estar detrás de un placard o en lo que no nos fijamos por culpa de un falso otoño, lleno de mentiras, de individualidad, de egoísmo, que nos tapa la realidad y no nos deja disfrutar el ir caminando por la calle escuchando la armonía de la estación.
Boom Boom Kid – El disco de otoño
2017 – Ugly Records
01. Qué hay sobre Hartmann y Curry?
02. Longchamps Ago
03. Sin Kaos
04. El niño Talavera
05. Augurio en Phi
06. Encuadre blasfemo
07. Y los niños del futuro orián trinos?
08. A el Sandro de Zárate
09. Sabios?
10. Viva Jules Bonnot!
11. Cart a Mi
12. Deslizándonos en el Ischigualasto
13. En camino a Te
14. A mi bichito de luz
15. Rosas rotas