El repertorio de Daniel Johnston no es para nada pequeño. A lo largo de sus años canalizó un enorme y excéntrico universo en canciones que suscitaron un espíritu doliente con alas de cristal. Escucharlas genera escalofríos, a veces melancolía, pero también se siente una sinceridad profunda que encuentra la belleza en la sencillez de la vida. Su discografía refleja una espontaneidad innata y una urgencia emocional que va más allá de las barreras musicales. En un montón de canciones podemos escuchar a Johnston desafinando o fuera de tiempo, pero es en esas imperfecciones en donde se concentra la energía de un corazón herido con la necesidad de expresar sus tormentos. Sus creaciones están llenas de formas y colores que recrean las emociones desequilibradas de un cantautor desdichado.
Johnston falleció el 10 de septiembre del año 2019 producto de un infarto cardíaco a sus 58 años. Su vida fue retratada en The Devil and Daniel Johnston (2005), el documental dirigido por Jeff Feuerzeig, uno de los mejores registros visuales que existen sobre este artista singular. Es un film desgarrador que revela una por una las hojas del diario íntimo de su vida, revelando detalles sobre la familia, el entorno, los sueños y las frustraciones del gurú de la filosofía “do it yourself”.
Durante su última gira, Johnston le pidió a Built To Spill que se uniera junto a él en un par de shows. A modo de un solemne homenaje, decidieron publicar Built to Spill Plays the Songs of Daniel Johnston, recuperando las grabaciones realizadas entre el 2017 y 2018 por la banda de rock alternativo conformada por Doug Martsch, Jim Roth, Steve Gere y Jason Albertini mientras se preparaban para los shows. Con respeto hacia ese ímpetu austero, Built to Spill reversionó once canciones sin sobrepasar la atmósfera minimalista que prolifera la esencia de Johnston, pero buscando apaciguar la pena inimitable con unas pinceladas más esperanzadoras. Este disco es el puente construido sobre el arcoíris que nos lleva hacia el imaginario sensible de un artista único e inigualable, pero no es el arcoíris.
Muchos años antes de esta gira, la banda originaria de Boise, Idaho había grabado una potente versión de “Some Things Last A Long Time” incluida en su disco The Normal Years de 1996. Pero ahora Built To Spill tomó la decisión de despojarse de los relieves espaciales y la distorsión noise característica del sonido de la banda, para conseguir un resultado más esclarecedor del aspecto conceptual de la música de Daniel Johnston. Con una nueva formación, ya que los integrantes fundadores Scott Plouf y Bret Nelson abandonaron el grupo en 2012, Built to Spill vuelve a enredarse en el telar de Johnston pero esta vez delimitando el espacio para trabajar con un nuevo objetivo.
La primera canción que escuchamos del disco salió a comienzos de este año, “Bloody Rainbow”, y es la que abre el disco. Le continúan las canciones de desamor que Johnston compuso en su adolescencia frustrada y se convirtieron en reliquias lo-fi como la adorable “Tell Me Now” y “Honey I Sure Miss You”, una canción de sentimientos abatidos. Built to Spill logra rescatar el aroma de estas melodías dotándolas de una energía y una frescura que si bien se distancia de la ingenuidad característica de la obra original, nos atraviesa con una encantadora elocuencia. Built to Spill Plays the Songs of Daniel Johnston es un gesto vespertino que intenta capturar la estela de una estrella fugaz, los rastros que quedan brillando en el cielo antes de desaparecer.
Cuando un artista graba un demo, lo hace esperando volver a grabar la canción con un mayor nivel de producción. Pero Johnston fue un artista vanguardista en este sentido. Sus grabaciones caseras capturan una magia especial que nos ayuda a imaginar a Daniel lagrimeando mientras sostiene su grabadora con sus manos temblorosas. Built to Spill intenta equiparar esta magia en canciones como “Impossible Love” y “Fake Records of Rock & Roll”. Pero cuando intenta pulir las imperfecciones, el homenaje pierde su gracia, como sucede en “Good Morning You” y “Heart, Mind and Soul”.
“Life in Vain” es quizás uno de los temas más prolijos y armónicos en la trayectoria de Johnston, con una guitarra limpia y unos violines nostálgicos que enaltecen su canto afligido y quebrajante. Es un tema magistral que no puede quedar afuera de ninguna celebración de la vida del cantautor, ya que es su canto solemne a la existencia: “Estamos viviendo nuestras vidas en vano/¿Y a dónde vamos a ir? Tenés que intentarlo, intenta tanto/¿Y a dónde vas a ir?”. Built to Spill hace de ese pequeño suspiro de esperanza, un vendaval y le da una potencia mayor con su instrumentación, reemplazando los violines por un riff de guitarra acertado para este asentamiento del rock alternativo en un terreno inclasificable.
Built to Spill Plays the Songs of Daniel Johnston sirve como una aproximación serena a la intimidad quimérica de Johnston. Su revitalización puede emocionar, pero no tanto como lo hacen las baladas deterioradas y desafortunadas de su creador. Es un digno homenaje en el que se percibe el abrazo fraternal entre ambos proyectos, y fortalece la idea de que lo sustancial de ciertos artistas puede llegar a ser un lugar inalcanzable.
Built to Spill – Built to Spill Plays the Songs of Daniel Johnston
2020 – Ernest Jenning Record Co.
01. Bloody Rainbow
02. Tell Me Now
03. Honey I Sure Miss You
04. Good Morning You
05. Heart, Mind and Soul
06. Life in Vain
07. Mountain Top
08. Queenie the Dog
09. Impossible Love
10. Fake Records of Rock & Roll
11. Fish
https://www.youtube.com/watch?v=KgpsX_tilkw