Canoa es un experimento audaz con raíces en el litoral argentino, pero su sonido habita en un terreno indefinido. La combinación de tierras tan distintas crea una fuerte impresión sensorial, como las fronteras que se difuminan en la bruma del lago. Sudamérica está tatuada de santos y mitos en el nombres de sus ciudades. El disco de Canoa se centra en la figura de Sandiego, una palabra fuerte que combate contra la Lengua de los Sapos, un nombre con una connotación espiritual situado en un mundo que está lejos de serlo, como una pugna.
El dúo de los hermanos Alejandro y Carlos Antúnez radicados en Misiones es una apuesta poco habitual, como una especie que anda por aquí o por allá, escurridiza en sus intensiones y con un imaginario perspicaz que trasciende los géneros. Híbrido del arraigo de sonidos tradicionales, la fluidez del pop, destellos modernos de la electrónica, y melodías rockeras y psicodélicas, su disco es una ceremonia tribal. El comienzo de “Rebelión en Sandiego” ilustra el portal que la banda quiere que quien escucha atraviese, esa inmersión a la naturaleza de una cultura pero confrontado al fuerte grito de una nueva generación.
Sus canciones son vehementes, con líricas terrenales que mantienen un grado de hermetismo y dejan fluir la libre imaginación de los demás. En la intro cinematográfica del álbum, cada canción es presentada con su nombre en un paquete, a modo de título de crédito, como si fuesen personajes de una película que van a dialogar a lo largo del disco con sus respectivos subtítulos.
Canoa también respira muchos de los vientos de la música indie, con la frescura de canciones como “Resisten” y “Ciencia” que descifran en una balada la melancolía del duelo. “De arriba” es una pieza bailable e hipnótica que pone la tierra en movimiento. “Los pintores” retoma la pincelada que zigzaguea el paisaje y ese aroma popular que caracteriza su sonido. Canoa dibuja así la fortaleza y solidez de una cascada, que siempre desemboca pero nunca toma un solo camino.
La banda pasó una estadía en la ciudad de La Plata, donde se nutrieron de una atmósfera de exploración electrónica, lluvia de sintetizadores y una ola de nuevos aires con artistas como Antuantu, Laika Perra Rusa, Fus Delei, Isla Mujeres y Peces Raros. Pero otra impronta muy latente es su ojo siempre presente en la triple frontera, donde son referentes de una escena que está cada día más fuerte, en compañía de bandas como Ficción, Data Vibez y Elefantes en Valdivia, que sacaron su álbum debut este año, junto a otros proyectos que experimentan con la música urbana como Iara Hedman, Mirti y Drvga Mama.
Canoa – Sandiego y la Lengua de los Sapos
2019 – Independiente
01. Lobby
02. Ciudad del este
03. Rebelión Sandiego
04. Escorpio
05. Resisten
06. Ciencia
07. De arriba
08. Los pintores
09. Paso de los Libres