Cómo extrañabamos a Chan Marshall. Hace años que no sabíamos nada de ella, y enterarnos de que sacaba nuevo disco este año fue una bocanada de aire fresco. ¿Qué podíamos esperar de ella? Mucho tiempo pasó desde The Greatest o Jukebox, ella creció (con sus cuarenta años recién cumplidos) y nosotros crecimos. La primera sorpresa es la tapa del disco, mostrando un cambio totalmente radical en su persona: se cortó su hermosa cabellera. ¿Será ésta una nueva Chan? ¿Tendrá ésta decisión un simbolismo implícito? Claramente.
Sun es la nueva entrega de la princesa del indie, a través del sello Matador y presenta una increíble renovación sonora por parte de ella. Su predecesor, The Greatest, a pesar de su éxito comercial, cambió drásticamente el rumbo de la artista, e incluso puede haber decepcionado un poco a los fans que preferían la Cat Power cruda y rebelde que tanto impresionó a Steve Shelley en su momento. Sin embargo fue una renovación hacia un sonido más “maduro” y elegante, aunque continuaba con el sesgo melancólico tan característico de sus trabajos. El giro del nuevo disco es total, canciones alegres y poperas, modernas y electrónicas. Basta de tanta introspección y a mover las caderas.
Creo que si alguien conociera Cat Power con este disco, nunca imaginaría el sonido de los discos que lo precedieron. Pero eso es una virtud de una artísta como Chan Marshall, la capacidad de reinventarse constantemente, y ya pudimos experimentarlo con You Are Free que tanto se alejó de los discos anteriores mostrándose más juvenil y fresco, o hasta con The Greatest con un sonido mucho más complejo y sofisticado a la crudeza de guitarras superpuestas de sus primeros trabajos.
Malos tiempos acontecieron la vida de esta atormentada artista, siempre fue así, y esto siempre fue canalizado en nuevo material para sus trabajos. La diferencia es que ésta vez lo hizo desde una perspectiva mucho más optimista.
“Cherokee” es la canción que nos abre a esta nueva fase musical de Cat Power. Y no lo hace bruscamente. Todavia hay mucha tranquilidad en su voz, y en la guitarra y el piano que la acompañan Sólo tiene que pasar un minuto para que nos demos cuenta que esto es algo que nunca escuchamos antes. La metamorfosis se hace evidente en la segunda canción, la que le da el nombre al disco, más electrónico y “sintético” que eso no vamos a encontrar. “Here it comes”… “We can finally rise” recita Chan tan fervientemente.“Ruin” es otra canción que no tiene desperdicio, con una melodía pegadiza que terminas cantando el resto del día. También se destacan en ese ambiente tan alegre y movedizo canciones como “3,6,9”, “Real Life” o “Silent Machine”. Si lo que quieren son canciones más tranquilas y profundas, Sun nos trae “Human Being”, “Manhattan” o “Nothing But Time” (Y por si el disco todavía no te llamó la atención, deberías saber que Iggy Pop contribuye en ésta última).“Peace and Love”, es el último tema del disco y no puede encuadrarse en ninguna de las líneas antes mencionadas. Tiene ese sonido crudo del que hablabamos antes cuando nos referiamos a los otros discos. Lo que nos lleva a plantear que, aunque el disco no sea muy cohesivo en su totalidad, (no hay relación aparente entre canciones como “Sun” y “Peace and Love” o “3,6,9” y “Nothing But Time”) cada canción nos despierta una sensación única.
Sun presenta una Chan Marshall completamente rejuvenecida que aceptó “modernizarse” a los sonidos de la generación de los sintetizadores y los ritmos electrónicos, tal como lo hizo Björk con Biophilia el año pasado. Es bueno que los matices de los artístas no se acaben nunca, también es bueno que siempre conserven lo que los diferencia del resto, y Cat Power nunca va a perder ese “algo” que la hace tan especial.
Cat Power – Sun
2012 – Matador
01. Cherokee
02. Sun
03. Ruin
04. 3,6,9
05. Always on My Own
06. Real Life
07. Human Being
08. Manhattan
09. Silent Machine
10. Nothin But Time
11. Peace and Love