En los años que pasaron tras el impacto global del hit “No Eyes” en 2013, la popularidad de Claptone sólo acrecentó, consolidando al proyecto como una figura prominente en la escena del house contemporáneo. Así y todo, el misterio en torno a su identidad persiste. Nadie sabe realmente quién es Claptone, y si su presentación –atavío negro, máscara veneciana– fuese indicación alguna, no sería errado confundirlo con un personaje de Eyes Wide Shut. Ni se tienen certezas de que se trate de un único individuo: el hecho de que pueda tocar en dos lugares a la vez sugiere, si no el trabajo de un colectivo, entonces una capacidad panóptica de ubicuidad.
No es la primera instancia de un artista velándose en el anonimato para que el foco esté puesto en la música: Burial y Moodymann lo han intentado, pero esta misteriosa entidad de Berlín se distingue por haber sabido aprovechar el artificio, explotando las posibilidades de teatralidad. Esto resulta más evidente que nunca en Fantast, el más reciente álbum de estudio de Claptone, editado por Different Recordings. No obstante la invisibilidad del autor o el abundante elenco de colaboradores que pueblan estas trece canciones, se trata de un trabajo intensamente personal: uno que invita tanto al baile en la discoteca como a la introspección de la habitación.
Precisamente, cada momento de liberación pop está contrabalanceado por otro de melancolía pensativa, pero preservando homogeneidad y la consistencia a lo largo de toda la escucha. El dichoso corto de difusión, “In the Night”, integra recursos del funk sobre bases uptempo; su contracara similarmente titulada, “Stay the Night” se edifica sobre arpegios de sintetizador y tonos más pesados. La oda al escapismo nocturno, “Under the Moon”, se sirve de un clásico Rhodes; mientras que “Cruising (So They Say)” encuentra a Kele Okereke de Bloc Party detallando la ajetreada y solitaria vida de un DJ de gira.
Tal yuxtaposición se cristaliza también en el balance de melodías sombrías con emoción romántica, en la dicotomía de música electrónica y sentimiento orgánico. El highlight de Fantast, “Wildside”, encapsula esto a la perfección, explorando el deseo de romance sobre una progresión de acordes irregular y el ornamento de una guitarra eléctrica. Por su parte, las líricas del álbum se ocupan de navegar los intentos de conexión en la edad de las interrelaciones volátiles. Hay discos que son vívidos al punto de evocar imágenes muy tangibles. Fantast es el retrato perfecto de añorar compañía en una selva urbana que nunca duerme y siempre está iluminada de neón.
El título de Fantast deriva de las personas con capacidad de soñar, y Claptone triunfa a la hora de inducir ese trance, preservando el espíritu de la verdadera música house: la obnubilación del entendimiento consciente y la proliferación de la imaginación mediante el componente rítmico y las líneas de bajo sintetizadas; alcanzando, finalmente, el goce como acto de resistencia.
Claptone – Fantast
2018 – Different Recordings
01. Birdsong (feat. Zola Blood)
02. In the Night (feat. Ben Duffy)
03. Under the Moon (feat. Nathan Nicholson)
04. Stay the Night (feat. Tender)
05. Stronger (feat. Ben Duffy)
06. Ain’t a Bad Thing (feat. JONES)
07. Wildside (feat. Matt Simons)
08. Abyss of Love (feat. Nathan Nicholson)
09. La esperanza (feat. Katie Stelmanis)
10. A Waiting Game (feat. Nathan Nicholson)
11. Cruising (So They Say) (feat. Kele Okereke)
12. Animal (feat. Clap Your Hands Say Yeah)
13. Alone (feat. Blaenavon)