Han pasado casi 24 años desde que Pulp publicó nueva música y mucho ha cambiado en el mundo de la música desde entonces. En medio del caos y los vaivenes del presente, la banda británica regresa con More, un álbum que, aunque es su primer trabajo de larga duración en más de dos décadas, confirma que Jarvis Cocker y compañía siguen fieles a su esencia: esa capacidad de observar, diseccionar y poetizar la vida cotidiana con una sensibilidad intacta desde los años 90.
More fue grabado en tan solo tres semanas en noviembre del año pasado, bajo la producción de James Ford —reconocido por su trabajo con Arctic Monkeys, Depeche Mode, Blur y Pet Shop Boys, entre otros—. El propio Jarvis se mostró sorprendido por la velocidad del proceso, describiéndolo como “ridículamente rápido, a veces una canción por día”, y agregó que “salió disparado”, en referencia a la espontaneidad de la grabación.
Además de marcar su regreso discográfico, el álbum tiene un peso emocional adicional: es el primero sin el bajista Steve Mackey, fallecido en marzo de 2023. Aun así, Mackey está acreditado en dos de las once canciones del disco, demostrando que su impronta sigue presente en el ADN de la banda.
El álbum arranca con uno de sus puntos más altos: “Spike Island”, una canción que se siente más como una declaración que como un simple tema. El título alude al mítico show de The Stone Roses en 1990 y en la letra Jarvis reafirma su propósito: “Existo para hacer esto”, una afirmación que refleja su gran capacidad para expresar de manera poética las pequeñas cosas que la vida simplemente nos presenta.
Esta canción, que fue el primer adelanto del disco, funciona como un himno de la vieja escuela de Pulp. Es un recordatorio de por qué la banda sigue siendo tan querida: nadie como ellos sabe narrar el arrepentimiento lujoso o el coqueteo de la vida de barrio, una sensibilidad presente desde los discos más clásicos de su repertorio, como His ‘n’ Hers (1994) y Different Class (1995). A lo largo de sus once canciones, More retoma los temas clásicos del repertorio de Pulp: la vida suburbana, el amor extraño, la adultez y el absurdo de la vida moderna.
“Grown Ups” se posiciona perfectamente en esta narrativa, con una gracia y fluidez en sus letras que la vuelve destacable, mientras que la existencial “Farmers Market” remite a un jazz suave con tintes de britpop. En “My Sex”, Jarvis juega tanto con lo absurdo como con el romanticismo, para luego llevarnos directo a la pista de baile con “Got to Have Love”, un himno que parece salido de un club ochentoso.

El disco cierra con “A Sunset”, una canción mucho más tranquila en comparación con el resto del álbum. Con guitarras acústicas, arreglos orquestales y hasta una referencia al jingle de Coca-Cola “I’d Like to Teach the World to Sing”, la canción suma una capa nostálgica. Curiosamente, no es la primera vez que esa melodía aparece en el britpop: Oasis también la usó en “Shakermaker”, lo que en su momento les valió una demanda por parte de la reconocida marca.
Este regreso es un acto de justificación y también un regalo para sus seguidores más fieles. Todavía parecen quedar muchas historias por contar dentro del universo de Jarvis Cocker. More es un disco que le muestra orgullo a todos sus clásicos y suma una nueva entrada a una discografía que muchos creían cerrada. Demuestra que todavía hay mucho más de Pulp por descubrir.
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