Casi cuatro años pasaron desde que Nafta presentó su primer disco homónimo. Desde entonces, la banda continuó su evolución mientras el mundo tomaba un rumbo incierto con la pandemia de por medio. Sería redundante señalar que los miembros de la banda no se vieron exentos a las tribulaciones de esa coyuntura; al contrario, las vivieron en carne propia y parte de esas vivencias se plasman en su esperado segundo álbum de estudio titulado Nafta II.
Si su ópera prima fue un relato sensible sobre las idas y vueltas dentro de una relación, esta obra propone ahondar en los entramados que tensan y enriquecen los vínculos personales. Desde el minuto cero de Nafta II, afloran las adversidades de lo cotidiano como la contemplación más pura y real de la vida, de forma que resulta difícil no sentirse interpelado por alguna de las doce canciones que forman parte del LP.
A diferencia de su antecesor, Nafta II no deja espacio para interpretaciones abstractas y va directo al grano con lo que quiere contar. Tampoco -y como ya es habitual en las canciones del grupo- aparecen metáforas rebuscadas con el afán de generar impacto o embellecer la lírica. La banda no lo necesita. Su poder artístico siempre estuvo arraigado a la más delicada simpleza, a las melodías conmovedoras. Eso sin dejar de lado la máquina instrumental con la que se mueven: un neo soul con carácter que fluye por beats lo-fi, cadencias rebalsadas de groove y -ahora también- sofisticados arreglos de cuerdas que enaltecen aun más su sonido.
Esto ya se ve plasmado en “A salvo“, canción que abre el disco y que, junto con “Hasta que te vas“, sirven como un nexo directo y espiritual con su anterior trabajo. Ambos tracks toman la temática del amor y la importancia de encontrar en un otro el lugar seguro al que recurrir cuando el mundo se vuelve hostil. En esa intención, no les hace falta más que decir cosas como “Aunque esté más hondo que el fondo/ Te veo ahí/ Soy tan feliz, por lo menos hasta que te vas”, para que la emoción buscada cobre efecto.
Parte del brillo innato que rodea a las canciones de Nafta se debe al trabajo armónico del dúo encabezado por An Espil y Abril Olivera. Ambas artistas y cantantes enriquecen aun más la interpretación vocal de su compañero Magamo, creando una alteración simbiótica que se traduce como una conversación con la parte más reflexiva del inconsciente: si Magamo interpreta la voz racional del ser, Ana y Abril interrumpen como la fibra más emocional y vulnerable del narrador.
Más adelante en el disco, la terneza se desquebraja para dar lugar a la duda, el enojo y la pena en los temas “Andate“, “Duele” y “Perderte“. Como toda gran reflexión sobre las complejidades de los lazos afectivos, el álbum se compone de luces y sombras que destacan por sí mismas. En ocasiones, la parte lúgubre del disco se imprime de melancolía y fragilidad, mientras que por otros, se deja llevar por el desencanto y la decepción, haciéndose un pequeño espacio para profundizar en ambientes más alternos y agridulces.
Sin embargo, no todo en Nafta II se mueve bajo una lógica de opuestos complementarios. En el álbum tienen lugar canciones tan singulares como emotivas, como “Monumento” y “A mi lado“. En ambos temas, la banda utiliza un recurso frecuente en sus composiciones y es el de hablarle a un interlocutor en particular. En la primera, el mensaje está dirigido a la figura de la madre y pone sobre la mesa una carta infalible: el agradecimiento a ellas, a las que “habría que hacerle un monumento”, por el sacrificio y amor incondicional.
La segunda, se presenta como una advertencia a la persona a la que se le dedica la canción. “Si estás imaginando una vida a mi lado/ Hay algo fundamental/ Yo no soy solo yo/ No es conmigo solamente/ No sé si entendés”, explica el intérprete con su hija a un costado -algo que el videoclip del LP grafica con exactitud- mientras se intenta representar lo duro que puede llegar a ser el formar un vínculo estable en tiempos donde la mapaternidad es la mayor prioridad.
Por todo esto, y por las ansias de perfeccionar una fórmula que demostró trascender su propia voluntad, Nafta II se destaca de forma orgánica y vehemente en el catálogo de la banda porteña. En su segundo álbum de estudio, Nafta supo plasmar con honestidad y sin adornos extravagantes su presente musical y personal con una lista de canciones contundentes y delicadas, que reafirman aquello que comenzó con sus primeros singles y que hoy evolucionó de forma avasallante.
Escuchá Nafta II en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).