Darío Doñate Alvarez

Estaciones es el nombre del último disco solista presentado por Darío Doñate Alvarez, cantante, compositor y artista plástico de la ciudad de Villa María. Además de tener una vasta trayectoria en el under villamariense, es un gran proliferador de canciones ya que este álbum es el decimoprimero en su carrera en solitario, grabando varios discos por año. A su vez, es el cantante de la banda indie pop Oh Jacqueline para la cual también es el encargado de la realización de las letras, y además, en los primeros álbumes, de grabar todos los instrumentos.

Como si esto fuera poco, él mismo se encarga de registrar todo lo que produce desde su misma habitación. Para esto, formó su propio sello discográfico llamado Dulce Pomelo, mediante el cual además de sus proyectos, se encarga de la producción y distribución de otras bandas de la ciudad y la región.

Estaciones cuenta con ocho canciones electro-acústicas, bañadas de un tinte pop country melódico. Se combinan alegres melodías con letras llenas de melancolía que generan una atmósfera propicia para viajar a través de recuerdos propios, activando la memoria emotiva de situaciones agradables, inconclusas, ilusiones latentes, sueños sin concretar, amores y desamores. Toda esa mezcla de sensaciones juntas hacen que uno se quede expectante, atento, al siguiente verso, a la siguiente “estación” que continúe el recorrido lleno de lugares conocidos, pero con un destino incierto.

Darío nos cuenta que el motor de cada proyecto son las canciones, “proyectos como Estaciones me permiten incursionar en creaciones más personales y de un formato un tanto más simple en las presentaciones en vivo, ya que, sólo soy yo acompañado de mi guitarra”.

En relación a lo que motivó el nuevo material, Darío expresa: “Soñaba con muchos trenes que se iban pero raramente volvían, yo los miraba a lo lejos, sentía ese hermoso anhelo de libertad, creo que eso conceptualmente me inspiró”. Consultado por las influencias musicales, comenta que son muy variadas, pasando por el country, “quizá un poco de Beck, algo de Angus Stone, Alexi Murdoch y un poco de Elliott Smith”.

Las canciones de este disco apuntan a la simplicidad de las creaciones artísticas, ahí donde se encuentra la verdadera belleza de las cosas, sin demasiados arreglos, ni rebuscadas formas para construir sus letras, logra ser muy profundo y transmitir con efectividad la esencia de cada verso. En la mayoría de los casos, en Estaciones, un minuto y medio son suficientes para sintetizar una idea, sentimientos internos que buscan salir de la mejor manera, en forma de canción. Cada tema es una continuación del anterior, si bien abarcan diferente estilos, y diferentes temáticas, se produce una conexión natural que hacen en conjunto un concepto sólido y homogéneo.

Darío presenta este nuevo material solo con su guitarra, pero como en variadas ocasiones realiza su repertorio en inauguraciones de muestras de sus cuadros, es acompañado por sus amigos. Como ocurre actualmente con la muestra de “Pinturas y poemas”, donde además de sus obras plásticas, Ricardo Tell expone poemas y Emilio Rosso pinturas. “No llego nunca a tener una presentación oficial de mis discos porque grabo alrededor de tres, cuatro o cinco discos por año”, comenta el músico. Debido a que se desempeña tanto en la música como en las artes plásticas, esta complementación de ambas le parece muy natural y es algo que realiza en reiteradas oportunidades. “Yo le veo mucha conexión a lo plástico con lo musical, me pasa que la música me inspira para crear obras y viceversa, incluso he tocado mientras había artistas plásticos pintando, eso me parece súper interesante y algo que enriquece a un vivo”.

En síntesis se puede decir que Estaciones es un álbum que cuenta con la inspiración de un artista que mira el mundo desde una perspectiva distinta, o mejor dicho, desde muchas perspectivas distintas, pero todas meramente personales, sinceras y simples, con una sensibilidad creativa que enriquece cada uno de los detalles que compone la totalidad del álbum. Desde el arte de tapa hasta, incluso la duración parece pensada, ya que provoca la necesidad y el deseo de darle play nuevamente, una vez que finaliza la última canción.