Todos soñamos con ver juntos a nuestra banda preferida de la historia y a nuestro grupo favorito de la actualidad, en mi caso moriría en combate por poder escuchar un disco de Pink Floyd y Radiohead en conjunto, o por lo menos un minuto de improvisación y magia entre los dos. FFS (Franz Ferdinand & Sparks) fusiona lo viejo y lo nuevo, el maestro con el padawan, los experimentados y los principiantes. Como si en un partido de fútbol, el ídolo veterano le devolviera una pared a la joven estrella. Pero no solo tenemos que centrarnos en esta idea de la edad y los años de estos dos grupos, también podemos hablar del encuentro entre la música europea y la estadounidense. Por un lado tenemos a los Sparks, un dúo histórico del pop psicodélico, conducidos por los teclados. Cruzando el Atlántico tenemos a los escoceses Franz Ferdinand, mas rockeros y gobernados por las guitarras. Los dos tienen cosas en común, son experimentales, de mente abierta y con intenciones de trascender en el amplio genero del Art Rock.
Esta mezcla de edades, sonidos e ideas, no dio un resultado psicodélico o un desmesurado disco experimental como muchos creían. Todo lo contrario, es un álbum muy prolijo, siguiendo una línea conceptual en el sonido, con influencias de la música clásica, el rock y la electrónica. Es interesante ver a un grupo como Sparks intentado volver a conquistar la escena internacional, en los tiempos que el movimiento indie esta en la cima de la montaña. Como también es importante analizar el trabajo de Franz Ferdinand, la banda joven y con ganas de comerse el mundo entero.
Arrancamos con “Johnny Delusional” que inicia como una obra melódica con el piano y la voz, pero es solo un engaño, en poco tiempo la canción evoluciona hacia un género más synth pop, electrónico. Una buena referencia para comprender la fusión de los dos grupos. “Call Girl”, sigue la línea pop del anterior tema, mas comercial y monótono, pegadiza por así decirlo. Ahora empieza lo interesante, “Dictator’s Son”, los teclados toman el poder, un sonido inédito y mas personal, delirante y con ingredientes británicos. Si William Shakespeare viviera en estos tiempos, esta canción sería el soundtrack de alguna de sus obras.
Los rasgueos de las guitarras tienen un espacio en “Little Guy From the Suburbs”, las cuerdas y las voces nos ofrecen tranquilidad, para bajar un poco los decibeles. “Police Encounters”, vuelve el delirio, una canción más moderna con un juego de voces excelente, los teclados vuelven a aparecer pero toman el poder en la siguiente obra. “Save Me From Myself”, art rock en estado puro que nos teletransporta a una película de terror, cenando con Drácula en su castillo. Las voces y los teclados: lo mejorcito del tema.
“So Desu Ne” sigue con la línea antes mencionada: las guitarras fueron borradas del mapa. Se podría llegar a decir que este es un álbum de piano rock, pero algunas canciones que hacen la excepción nos detienen antes de cometer algún tipo de encasillamiento. Precisamente, la excepción dicha anteriormente puede ser “The Man Without a Tan”, moderna, rockera, delirante o retorcida. Recuerda a canciones de bandas actuales como The Black Keys.
“Things I Won’t Get”, una de las preferidas del disco por la melodía, el estilo y el clima que produce la canción. El teclado y la guitarra lograron encontrar un sonido mutuo perfecto para el tema. “The Power Couple”, bizarra y psicodélica, pero prolija, un buen resumen de lo que es el álbum y también una de las favoritas. “Collaborations Don’t Work” es de lo que se trata este género, diferentes estados de ánimo o climas en una sola canción. En este caso atraviesa tres etapas, la primera es la presentación a la obra, con una guitarra serena, que no durará mucho tiempo. La canción se vuelve intensa, con arreglos orquestales y coros al estilo ópera rock. En la segunda etapa, la batería y el bajo marcan un ritmo más “jazzero”, como si fuera la música de una película policial o un thriller. La guitarra y el piano se unen para iniciar la tercer etapa, momento de decisiones y dar pie a la culminación de la obra, terminando como empezó, nada más que no es una guitarra, es un piano. El disco termina con “Piss Off”, y no podía ser de mejor forma, una canción que demuestra que ambos grupos pueden fusionar sus sonidos y crear algo realmente único y característico.
Un álbum recomendado para los amantes del art rock, o de la complejidad dentro del género rock. Si el proyecto se mantiene, seguramente tendremos discos con un sonido más sólido. Esto no quiere decir que FFS es un álbum inestable, ya que para ser el primero, se puede apreciar una fusión impecable entre los dos conjuntos. Y siguiendo con la reflexión que inicia la nota, es un lindo regalo de la música poder escuchar dos generaciones juntas, como también, dos historias.
FFS – FFS
2015 – Domino Records
01. Johnny Delusional
02. Call Girl
03. Dictator’s Son
04. Little Guy From The Suburbs
05. Police Encounters
06. Save Me From Myself
07. So Desu Ne
08. The Man Without A Tan
09. Thing I Won’t Get
10. The Power Couple
11. Collaborations Don’t Work
12. Piss Off