FOK Electrochongo es el alter-ego de Juan Pablo Malvasio, quien se ha ido convirtiendo -a fuerza de una constante producción y pilas de sintetizadores- en una propuesta musical de lo más particular, llamativa y sólida. En un trance bailable, las letras de Capo (su último EP, lanzado hace tan solo algunos meses) se desenvuelven con soltura; con la crítica e ironía que distinguen al proyecto desde las letras, y que musicalmente vuelve a una raíz de producción espontánea, fresca, que se aleja de la ambición disco de Palermo Dance (2014).
Ya desde su primer lanzamiento, Seis piezas para Casiotone, la música de Electrochongo se acercó al lo-fi trash aunque con un desarrollo conceptual e instrumental elaborado. Quizás esa espontaneidad retorne a un origen en el que también se sitúan producciones como Irónico, de 2007 y Cómo destruir canciones, de 2012.
Capo viene a confirmar la suma versatilidad de FOK Electrochongo: su electro-pop se ha camuflado en diferentes formas de producción a lo largo de años. Su trabajo férreo y constante lo llevo a presentarse en los más diversos escenarios y festivales musicales, siempre con una misma impronta y actitud: su performance le hace asco a las poses. Fiel a su independencia creativa y musical, se ha dado la libertad de generar, en su rol de productor y músico, un estilo de música bailable que siempre deja entrever una riqueza melódica y armónica propia, singular.
Quizás estas canciones impliquen una transición entre la impronta de Fiesta Negra (2012) y Palermo Dance (2014): entre un sonido más crudo y otro más prolijo, cuidado. El clave de este equilibrio es que el camino recorrido es evidente. Estas canciones demuestran que bajo cualquier condición, FOK electrochongo es ante todo un productor y músico; que, si bien austero (las canciones suelen usar una misma estructura instrumental), es todo terreno. Bajo cualquier condición (ya sea mejor audio o mayor crudeza), bajo cualquier máscara humorística o irónica, FOK electrochongo no puede ocultar su experiencia en la producción de canciones. Es decir, en pasar de la idea a la acción, de la semilla al crecimiento que implica la labor en los matices, en la estructura, en el contenido de lo que se quiere decir y de lo que se quiere sonar.
“Acaso no se puede mentir” es una desgarradora demostración adictiva de paradójica sinceridad musical que cierra el EP. Es el tipo de sorpresas que la escucha puede encontrar cuando se sumerge en los sonidos de un proyecto que (más allá de cualquier alter-ego) no utiliza máscaras.
Fok Electrochongo – Capo
2016 – Independiente
01. Capo
02. Pendejo machista
03. No nos caemos bien
04. Acaso no se puede mentir