Originario de Uruguay pero con residencia en el barrio de Jackson Heights en Queens, Nueva York, el cantautor que comenzara su carrera en el cuarteto de The Beets ofrece un primer esfuerzo netamente acústico, digno de una soleada banqueta en un parque, con gran distancia de los edificios, de los automóviles, pero no lo suficientemente lejos como para perder el camino a casa.
Usted puede saber si el folk es deshonesto cuando presenta el siguiente síntoma: una actitud campirana-turística, como las bandas que lo único de silvestre que tienen son sus plumas en el pelo, sus disfraces. Beber café ecológicamente responsable no es lo mismo que masticar tabaco; Juan Wauters no es un “folkero”, es más bien un citadino de torso descubierto y lentes de sol que tocaría por unas monedas en algún quisco.
The Beets eran rápidos y furiosos, tanto que implotaron dejando a Wauters solo con su guitarra, grabando maquetas y pistas con únicamente su voz y guitarra; si bien se escucha en un par de temas la compañía de Carmelle Safdie del grupo neoyorkino Beachniks, el delgado y pálido guitarrista se encargó de grabar de esporádica y casi secreta manera todo el LP a principios del año pasado, en escapadas de la inestabilidad de The Beets y en momentos de serenidad y relajación que se podrían percibir como tan tranquilas que el cantautor parecía enredado en sus cuerdas de guitarra, o a punto de caer dormido cual Peter Doherty en baladas alcohólicas de Babyshambles.
Su manera de tocar la guitarra, recuerda sin duda a esta nueva ola de rock de garaje tipo Black Lips, The Growlers y Bleached que, en su fase más acústica, ese clásico instrumento de seis cuerdas termina siendo usado solo para dos acordes, por otro lado, la voz a veces con efecto de “eco” a veces totalmente limpia, en North American Poetry se evidencia el primer requisito para ser “garajero”: no saber cantar ni saber tocar. Pure Feeling. A veces evoca mareo o fatiga en “Lost in Soup” y “Woke Up Feeling Sleepy” mostrando una interesante combinación entre riffs y arpegios en dos canales de audio, “Escucho Mucho” pone en evidencia la conexión entre el artista y la búsqueda de un nuevo sonido.
Es un disco divertido, breve y por momentos recuerda al art brut acústico de Daniel Johnston en temas como “Let Me Hip You To Something” o “All Tall Mall Will Fall”, pero fuera del gremio de los poetas románticos tipo Devendra Banhart o atormentados juglares como José González, Juan Wauters cae dentro de la clasificación del “desintoxicado garajero” como Alex Ebert o AJ Dávila que, buscando exorcisar sus demonios y tomarse un aire de los decibeles y litros de sudor ajeno que Ima Robot, Dávila 666 o en su caso The Beets trajeron a su vida, recibe ahora las balas en batallas emocionales y las escupe en canciones, curando sus heridas dejándolas sangrar y dejándolas cantar.
El paisaje que pinta este pregonero urbano es monótono pero matizado: pueden verse kilómetros de asfalto y concreto, pero siempre iluminados con un sol limpio, y vivificados por el viento. Así son las atmósferas y la voz de Juan Wauters: falsetes tiroleses auténticamente desafinados, guitarras sin virtuosismos, más francas que arregladas.
Juan Wauters – N.P.A. (North American Poetry)
2014 – Captured Tracks
01. Let Me Hip You To Something
02. Sanity or Not
03. Lost in Soup
04. Escucho Mucho
05. Woke Up Feeling Like Sleeping
06. Water
07. Goo
08. All Tall Mall Will Fall?
09. Continue To Be You
10. Breathing” (feat. Carmelle)
11. How Do They All Do?” (feat. Carmelle)
12. Ay Ay Ay