Las cosas que pasan sacaron su segundo disco llamado Fundir todo, donde toda la energía de un grupo que en diez minutos te puede romper la cabeza, se concentra en limpiar con fuerza todo lo que había vomitado y aún así seguir ensuciándote. El primero de los microdiscos ahora multiplica por tres su duración y suena “Matmática“, que en sólo una canción entra más de la mitad del disco anterior. En Las cosas que pasan siempre es cuestión de tiempo, y los que saben, saben bien que el motivo de esta expansión es el resultado de sumar y sumar escenarios experimentando de lleno cada explosión sonora que eran capaces de provocar. Si escuchás el primer disco en vivo es otra cosa y en el segundo se construye un poco más esa sensación que sentías al ver el primero. Es difícil ver, con tanto ruido… por eso hay que dejarse fundir por completo.
Con un sonido mucho más poderoso y más trabajado, el disco pasa muy rápido en diez canciones que no pierden la esencia del primero, sino que se la estira y le suma una potencia de sintetizadores y efectos que empuja todo para delante. Las canciones tienen otro tipo de espacialidades, van para arriba con fuerza y golpean el techo, pero cuando bajan, te hacen caer junto a todo su peso y el bajón es más sincero porque caés con los escombros. La voz de Peluqui es tan poderosa como melancólica y eso le da un segundo filo: ahora se apuesta mucho más a los gritos para aumentar el estallido.
Sólo conocíamos dos canciones que ahora podemos escuchar en una gran calidad auditiva, permitiéndonos atravesar las distintas capas para empujarnos de lleno, con un golpe en el pecho. “No fuimos a votar” es precisa y ambiciosa, te va metiendo de a poco, escalón por escalón donde se presiente el desánimo de una relación. Una vez todos adentro, explota como una denuncia social. “Luján” es mas nostálgica, con varios altibajos, como subiendo y bajando por las montañas hasta llegar al dibujo perfecto de su Nirvana.
Las cosas que pasan en ningún momento pierde su geografía, no sólo por las imágenes que presentan, sino también por su lenguaje, donde “fundir” es un sinónimo de “destrucción” y no importa de dónde seas, te da ganas de gritar “¡Dale culiado!” con todas las fuerzas. Hay una gran zapada con los de Usted Señalemelo y en otra canción hay coros de Luca Bocci. Este disco tiene más aportes y más cadencias pero no olvidan el lo-fi, porque la suciedad en el grunge no es antónimo de fineza.
Fundir todo se abre y se cierra con las dos canciones que encierran en otra dimensión el recorrido: la partida y el final de una estación espacial, sin dejar de ser callejeros y ruidosos. Liberando la naturaleza animal de Las cosas que pasan este disco da una fuerte pisada de asentamiento, porque fundirlo todo también implica entregarlo todo.
Las cosas que pasan – Fundir todo
2018 – Mansos Discos
01. Cosmos seta
02. El recuerdo
03. Luján
04. Cuestión de tiempo
05. No fuimos a votar
06. Naturaleza animal
07. Matmática
08. Culiado
09. Reflejo de bondi
10. Nada espacial