Luego de una larga espera, un machaque de guitarras y batería nos mete de lleno en “Fuera de foco” y por ende en Lo que nos junta, el nuevo disco de Los Reyes del Falsete. Entre Días nuestros (2012, Triple RRR) y lo nuevo de la banda del sur del conurbano bonaerense, en el medio, pasaron muchas cosas; entre otras, varios lanzamientos -sobretodo de simples digitales- y un relación cada vez más estrecha con el legendario Litto Nebbia, con quien fueron forjando una amistad musical inter-generacional particular y ampliamente provechosa para ambas partes; Litto sumó numerosas veces a los Reyes como músicos interpretes de shows en vivo; el disco será editado en formato físico por Melopea.
El Nica, el Tifa y el Juanchy de este disco nuevo se entienden de otra manera: se los escucha con madurez, solidez y especialmente, con una química musical de banda. Y si bien Días nuestros ya asentaba la idea de lo colectivo, de la unidad de la amistad, Lo que nos junta vuelve para reafirmar esa suerte de esqueleto creativo que pareciera ser consustancial al proyecto: esa fuerte hermandad musical se muestra en forma y contenido. Y especialmente se refleja en la homogeneidad del disco que, más allá de algún despunte instrumental (”Legolandia”, que mezcla “Instant Crush” con sonidos que remiten a modems y game-boys; como un nuevo “Generación espontánea”), se mantiene en el camino de la canción.
Lo que diferencia a esta banda de anteriores etapas es que pareciera haberse abandonado una apertura, si bien ecléctica, caótica que podía no siempre resultar provechosa. Una suerte de concepción del “free-rock” que ponía el género por encima del estilo. Estas canciones tienen un estilo que se consolida con la canción como camino, sin resignar matices. Con una canción que, si bien mantiene marcas de la lírica de los anteriores discos (letras sintéticas, amistosas, ambiguas) y una característica deformidad, se aleja de la bizarreada adolescente de “Pacheco” o “Chacal Guarango”; inclusive “Super Chino”, la canción más graciosa, está dotada de una introspectiva oscuridad. Los Reyes ponen una distancia respecto al gancho más espontáneo que podíamos ver en “Yabrán”, “Mi Chica” o “Contale al mundo”.
El clima del álbum, en general, tiende más hacia lo extraño y lo ominoso que los discos anteriores; el foco de las letras pasa en gran medida por cierta nostalgia. Sin embargo, hay momentos donde se evoca una frescura deudora tanto del sonido de la tradición del rock nacional -influencia de Nebbia mediante- como de un punk-noise prolijo, lejano al lo-fi iniciático. Tanto el protagonismo de las melodías como el sello interpretativo que da nombre a la banda (un trabajo de voces con cimientos en las armonías de voces en falsete) le dan la impronta luminosa al pop progresivo y ambicioso de las canciones, que -como los colores de la tapa- juegan con los contrastes.
Decididamente el exponente prototípico del álbum es “El lugar”: una canción nostálgica y enigmática sobre caminos que se separan, con el recuerdo como único equipaje posible. Una canción que reflexiona sobre el viaje, no solo en espacio sino en a través del tiempo; del tiempo natural, de cambiar decisiones o de tomar las definitivas, una canción que retoma la dicotomía entre idas y vueltas -emparentada con “El rayo” o “El gran cohete”, por ejemplo-. Esa especie de pena de la nostalgia se contiene con cencerros en negras, brillantes melodías de guitarras agudas, una base rocanrolera y un impulso que no para. Como madurar y crecer; como cuando te decidís a dejar el pasado atrás, salir a caminar y buscar.
Los Reyes del Falsete – Lo que nos junta
2016 – Melopea / Guacalart
01. Fuera de foco
02. Van andando
03. Paso en tu casa
04. El lugar
05. Mente en blanco
06. Legolandia
07. Lo que nos separa
08. Super chino
09. Perdidos
10. 1998
11. Soy vos
12. La mitad
13. Estar acá