Anthony lo dijo de antemano: su nuevo disco iba a ser épico, muy épico. Luego del genial Saturdays=Youth, el francés Anthony Gonzalez y su proyecto M83 tiene mucho para dejar en la escena electrónica del momento. Su sexto disco Hurry Up, We’re Dreaming se lanzó en el último octubre y guarda la particularidad de que es doble, asique en este intervalo de más de 3 años hubo mucho trabajo, con muchos colaboradores y muchísimos instrumentos, que se reflejan en las 22 canciones cuya duración completa suma más de una hora de recorrido.
Algo que nunca se podía esperar antes de M83 era una reinvención, aunque todos sus discos fuesen buenísimos y suenen actuales (y hasta del futuro también), la fórmula se repetía lanzamiento tras lanzamiento. Esta característica pasó a segundo plano con el lanzamiento del disco anterior, Saturdays=Youth, en el que empezó a ser un poco más accesible para una audiencia un poco más masiva, letras melancólicas que juntadas con esos pedales de la ostia, dan como resultado un producto de muy fácil digestión para aquéllos amantes del género.
En este sucesor, Anthony explota este nuevo recurso en el que sumergió al completo, tanto que lo hace por partida doble, animándose al gran peligro que significa hoy sacar un disco doble, con intenciones de conceptualización. En la era de “escuchar canciones, no discos” (triste), M83 se animó y editó un doble. ¿Conceptual? Como en cada disco, la sucesión de las canciones no es algo casual y arbitraria. Cuidadosamente dispuestas, la facilidad del francés para armar el tracklist es sorprendente. Cuando sabe que aburre o cansa, te cambia drásticamente el mambo, sin dejarte lugar a que pienses en cambiarlo. Quizás no sea estrictamente conceptual, pero sin dudas que hay una idea madre que rige a lo largo de las veintidos canciones.
La increíble, y realmente épica, introducción en la que lo acompaña Zola Jesus, es un grito de lo que te vas a encontrar. Una mezcla de toda su discografía, por si todavía quedaban dudas qué música hace M83. Le sigue “Midnight City“, el único track que habíamos podido escuchar antes del lanzamiento, y se inscribe rápidamente en mi playlist del fin del mundo. Y las cosas de las que hablaba en las entrevistas empieza a cobrar sentido, como por ejemplo su declaración de que una de las principales influencias para este álbum fue el exquisito Mellon Collie and the Infinite Sadness de los Smashing Pumpkins. Bandas tan disímiles pero con un lenguaje bastante similar. Porque ahora también podemos decir que M83 tiene un lenguaje propio (tiene lenguaje, empecemos por ahí). Nunca la voz fue el principal componente de alguno de sus álbumes, y sin embargo en éste cobra bastante importancia, en parte al éxito y acogida de su disco anterior.
Otra de las influencias que resalto, pero que en realidad se ha extendido a lo largo de toda su discografía es la cinematografía de sus portadas y estética. En repetidas entrevistas, Anthony contó que le encanta las películas de los ’80, y tras ver la hermosa portada de su nuevo álbum, uno lo comprende y admira.
Lo mejor es que sabemos que la espera valió la pena. Puede llevar su tiempo asimilarlo por la cantidad, pero de hecho es un disco accesible (no para conocerlo), que escucha tras escucha va digiriéndose y uno mismo va encontrando joyitas, sonidos nunca antes escuchados, y temas favoritos (como la tierna “Raconte-Moi Une Histoire” o la triste balada “My Tears Are Becoming A Sea“, sin dejar de lado a la gran “OK Pal“). ¿Épico? Sí, pero sobre todas las cosas talento y un poeta del sonido.
M83 – Hurry Up, We’re Dreaming
2011 – Mute
CD1
01. Intro [ft. Zola Jesus]
02. Midnight City
03. Reunion
04. Where the Boats Go
05. Wait
06. Raconte-Moi Histoire
07. Train to Pluton
08. Claudia Lewis
09. This Bright Flash
10. When Will You Come Home?
11. Soon, My Friend
CD2
01. My Tears Are Becoming a Sea
02. New Map
03. OK Pal
04. Another Wave From You
05. Splendor
06. Year One, One UFO
07. Fountains
08. Steve McQueen
09. Echoes of Mine
10. Klaus I Love You
11. Outro