Quien haya visto a Melanie Williams tocando la batería seguramente se imagina que, detrás de esa habilidad excepcional, hay horas y más horas de práctica y desarrollo de la precisión a pequeñísima escala. Pero además, una particular mezcla de sensibilidad y curiosidad son parte de un torrente creativo mediante el cual la artista logra transmitir un mar de sensaciones solo con su postura y su forma de interpretar el instrumento.
“Me di cuenta que era mi mundo, esa era mi expresión más sincera. Después con el resto de los instrumentos me siento increíble y me complementan, pero el ritmo es la base de todo”, le dijo a Filo.News hace tiempo, cuando definió a la batería como la razón de su existencia. Esa cualidad, la del ritmo como la base de todo, se traslada a la música de su proyecto solista en clave grupal: El Cabloide. Con esa banda como telón de fondo conceptual, la compositora despliega su búsqueda sonora como la multiinstrumentista que es, aunque la forma definitiva de sus canciones encuentre sentido en el sonido orgánico de ese quinteto que ella misma lidera desde la batería y la voz cantante.
A diferencia de Comprensión1, debut de 2019 previo a la actual formación de El Cabloide, Somos 2 –segundo álbum de Williams, también publicado por Goza Records– pareciera ser el resultado inconsciente de esa dualidad que proyecta la también sesionista y beatmaker, una criatura musical a tiempo completo. Por un lado, su faceta de experimentación en el estudio; por otro, su identidad como instrumentista diversa y cultora de la música cocinada a fuego lento y en caldo de cultivo colectivo. Lo uno y lo otro juegan todo el tiempo en cada uno de los ocho tracks de Somos 2, un disco que tiene tanto de laboratorio como de expresión depurada en el vivo, más allá de que haya sido grabado por Williams y un par de secuaces. El video de “Intro” (tema compuesto por el guitarrista Pili Fernández) pone eso en evidencia y celebra el encuentro de cinco músiques que reverberan entre sí una sintonía desbordante de límites y lugares comunes.
Desde el primer rock nacional al pop a lo big-band tipo Luis Miguel, pasando por el jazz-rock, la música japonesa de los 70 y 80, el funk, el afrobeat, el soul y el blues (¿La Máquina de Hacer Pájaros meets Tame Impala?). Todo eso confluye en el espectro sonoro de un grupo que flota sobre su propio groove. Con aires de jam session y precisión quirúrgica en cada intervención. A veces frenético, a veces suave, siempre en movimiento; bajando, subiendo, saltando al vacío.
En el disco, Williams grabó sintetizadores, beats, teclados y guitarras, pero su mayor aporte llega desde el toque de su batería, por momentos un instrumento melódico más, y a través del misterio de su voz como elemento distintivo. En esa conjunción de sostén rítmico con mucha libertad y una voz autoral que emerge entre el flash instrumental, la artista encuentra ese punto ciego en el que su música la define de pies a cabeza.
En paralelo, si bien sus letras no son del todo explícitas (“yo solo quiero librarme”, parece resumir en la canción homónima), la referencia a un proceso personal de construcción identitaria como persona no binarie sobrevuela en el ambiente y refuerza la importancia de espacios como el sello creado por Barbi Recanati y Futuröck. Esa otra dualidad refuerza el costado conceptual del disco sin llevarlo a una solemnidad asfixiante. Lejos de la pomposidad de las grandes declaraciones, Somos 2 ofrece una muestra del costado más lúdico de la creación artística y eso es, probablemente, lo que mejor representa el instinto de su alma-máter.
“Siento que con el paso del tiempo yo voy entendiendo mejor esta conexión que tengo con la música. Es como un camino”, decía ella misma en una entrevista televisiva a comienzos de 2020. “Siento que evolucioné mucho en este último año. Estuve tocando Comprensión1, que fue el disco que saqué el año pasado, y mientras estaba tocando eso yo iba grabando y plasmando mis nuevos conocimientos. Ahora veo como mucho más clara mi expresión ahí. Me muero por compartirlo”, agregaba con evidente expectativa.
Aquellas palabras, aún con una pandemia mediante, siguen resonando en este presente en el que Somos 2 acaba de hacerse realidad. Por eso, quien guste de la música en estado puro y aun no se haya encontrado con el libre fluir de Melanie Williams & El Cabloide, cambie de pestaña en este mismo momento.
Melanie Williams & El Cabloide – Somos 2
2021 – Goza Records
01. Mikelbjork
02. El japonés
03. Denadie
04. Somos 2
05. Damelo ya
06. XXX
07. Intro
08. Pepa 1
Melanie Wiliams se presenta el 16 de abril en el Parador Buena Vibra junto a 1915, Peces Raros y Sig Ragga. Escuchá Somos 2 en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).