Nadie sabe muy bien quién alumbró al post-rock ni cuándo; se sospecha que ciertas bandas de estatura ahora monolítica lo amamantaron en su tierna infancia, le prestaron múltiples formas, lo vistieron de jazz, electrónica y prog, y lo enviaron al mundo con la esperanza de que algún día descubriese quién diablos es. No estoy segura de que alguna vez lo haya hecho.
Definir los límites de cualquier género musical es difícil de por sí, pero con el post-rock se complica aún más de lo normal, entidad cambiante y caleidoscópica que es; a veces enorme, sobrecogedora y bella y otras veces, francamente, un bodrio. Sea como sea, los cinco escoceses de Mogwai vienen navegando sus aguas turbulentas desde el ’95 (o al menos eso dicen los que dicen que saben, porque la banda misma rehuye la etiqueta), guardan siete discos en las escotillas y en mayo de este año echan ancla en nuestro país para la presentación del último, ese del título genial, ese al que casi nadie contempló en la contabilidad final de 2011 aunque lo habría tenido bien merecido.
Hardcore Will Never Die, But You Will se acomoda con naturalidad en la extraña línea evolutiva que Mogwai viene trazando desde el comienzo de su discografía, una sinusoide de aciertos y desaciertos que sin embargo parece marchar siempre en la misma dirección, hacia un sonido paulatinamente menos reflexivo y grandilocuente, más melódico, en el que van tomando cada vez más predominancia los sintetizadores, o bien en el que las guitarras suenan cada vez más sintéticas. Nada en Hardcore… es siquiera remotamente parecido a esas bestias pantagruélicas y terribles de Young Team, que reptaban a estertores, se elevaban en crescendos de once minutos y caían en avalancha.
Está bien que así sea porque si Mogwai siguiera lanzando tanta viscosidad musical noventosa al mundo en pleno siglo veintiuno, la cuestión culminaría en despropósito, en inútil ejercicio de resucitación cardio-pulmonar. La apuesta de Hardcore… está cronológica y estilísticamente en el extremo opuesto de aquel fantástico debut; de ello son evidencia la velocidad robótica á la Neu de “Mexican Grand Prix“, la cuidada superposición de texturas en “Rano Pano“, la actitud rockera —rockera, sí, sin el “post” y sin escalas— de San Pedro, el tono juguetón de “How To Be A Werewolf” y “George Square Thatcher Death Party” (siguen los títulos para la antología). La banda intentó hacer algo parecido en The Hawk Is Howling y no funcionó; acá sí. No suenan cansados ni faltos de ideas, simplemente quitaron un poquito el pie del pedal (literalmente) y armaron un compendio de diez canciones breves que pese a todo mantienen intacta la capacidad de Mogwai para crear “atmósferas”, esa palabrita clave a la que recurren sin vergüenza meteorólogos y aficionados al género por igual.
Como sucede con el post-rock mismo, no es fácil clavar a Mogwai en el telgopor bajo un rótulo específico, y lo que hacen es a veces una hermosura y otras veces, lo adivinaron, un bodrio. Hardcore Will Never Die, But You Will es una adición digna al panteón de los discazos y en vivo sólo puede sonar de una manera: aún mejor. Nos vemos en mayo, escoceses queridos.
Mogwai – Hardcore Will Never Die, But You Will
2011 – Rock Action Records
01. White Noise
02. Mexican Grand Prix
03. Rano Pano
04. Death Rays
05. San Pedro
06. Letters to the Metro
07. George Square Thatcher Death Party
08. How to Be a Werewolf
09. Too Raging to Cheers
10. You’re Lionel Richie