Hay ciclotimia musical en el trabajo de Natalia Suazo, o simplemente Natisú que es el seudónimo con el que nos llega esta chilena de influencia rockera e índole oscura pero sin llegar a la completa penumbra, es un gris potente sin dudas. Deshabitar (2011) es un disco que enerva el alma, es humano, emotivo y lleno de sentimientos dispersos, cual caja de Pandora (cuya voz, la voz de Natisú resalta desde la calma hasta ciertos estados tormentosos) para darle play.
En esta parte del deseo, es así como se titula la canción introductoria de un disco que más que deshabitado (tal vez a la hora de hacer catarsis a través de la música). nos da un comienzo lleno de sonidos a explorar: percusión y elementos electrónicos y sobre todo el juego potente de su voz y es así como se va desarrollando el resto del disco, disperso pero completo. Chillidos electrónicos con pequeños momentos suaves pero con una voz que resalga en todo momento a lado de unos coros guturales así resalta Polillas en la tarde antes de llegar a un poco de rock intenso con Los Buitres, llena de percusión y de una emoción que embarga al escucharla con calma. Una sombra de Mazzy Star (Fade into you), o una nube de influencia o un guiño de inspiración/admiración se cuela con Miles de Ciudades, pero con voz propia. Con Rituales, se puede escuchar y sentir la experimentación en todo su sentido. Y para tomarnos (con calma) el Clonazepan, cercano a una influencia cercana del metal.
La canción que le da nombre al disco, sí, Deshabitar nos sumerge en una calma rock/folk onírico con versos “Que vomitan la sangre que pesa”, y es que las letras de Natisú están cargadas de emociones al igual que los sonidos de este disco, siguiendo con calma (por ratos) esta En el Centro del Sol cuya voz resalta sobre una pequeña base musical. Un sentido lúgubre pero tranquilo hasta cierto punto en el que explota con un post-punk de Al Encuentro. Y para cerrar con Del Tiempo, la experimentación de lo electrónico, juegos vocales se ciernen sobre ellos.
Algunas de las canciones que aparecen en este disco se han colado de su Demo. Un disco que contó con la producción de Angelo Pierattini (Weichafe, Bambú), y con músicos como Rodrigo Morel (guitarra eléctrica), Diego Ormazábal (batería) y por cierto el primer mencionado también fue parte de la banda que acompaño a Natisú a hacer un disco tan diverso tocando la guitara acústica y el bajo eléctrico. Sin dudas uno logra entrever atmósferas, influencias quizás, de Radiohead, PJ Harvey, Mazzy Star, sonidos desde el rock pesado hasta el goth rock y el post-punk o el folk cercano a un dream pop un electropop oscuro. Son tantas cosas que alguna va a terminar gustando.
Foto © Sofia Suazo / Arte de Tapa © Toro.