Hubo una época de esplendor de los compilados en que había compilados para la ducha, compilados para tener sexo debajo de la cama, compilados para fiestas, compilados con temas que hablaban del porro; y también estuvo la era de oro de los compilados NOW (“Now that´s what i call music!”; léase “¡Ahora, esto es lo que llamo música!”) una playlist de lo que más sonaba en Europa y Estados Unidos: con esos compilados las radios y los oyentes ya ni siquiera tenían que elegir y rastrear los temas más hiteros de cada nuevo disco que salía, había que meter el disco y ya.
Al escuchar los “NOW” uno asistía a la experiencia de la siempre histérica y renovada música pop internacional y las melodías competían por cuál era la primera que se pegaba a la oreja y se transformaba en lo que los clasicistas furiosos llaman “un gusano en el oído”: algo que pervierte, algo que no se puede dejar de escuchar.
Después, bueno, todo imperio tiene su decadencia, y fue el fin de la época de oro y la experiencia de escuchar un compilado (¡y de buscar música!) fue transformada por las nuevas tecnologías. Después (o más bien mientras tanto) aparecieron diferentes sellos independientes en varias partes del mundo y también uno en un barrio perdido: Ringo Discos.
Pasaron tres años, y en tres años Ringo Discos, fiel a su nombre, editó 21 obras.
Ahora es el turno del compilado Veranísimo Ringo, once canciones que son hits (o podrían serlo: ¿de quién depende?). Once canciones de las bandas que integran el colectivo artístico cooperativo, caja musical, barrio imaginario o como quieran llamarlo.
Hay un tema que es un viaje arriba de una ola a un México alegre y multidimensional; hay un tema que es un pedido de matrimonio sarcástico, de una dulzura siniestra; hay una canción perfecta para pasar las tardes tomando vino o vodka a la vera del río; otra que es un golpe de calor oscuro; una que es un cartel de neón en los oídos y una melodía sobre un lago veloz sobre la que uno patina, y así.
Amor, lo contrario del amor, un viaje, otro viaje, ríos, lagos, el mar, una esquina en un barrio, dos que se encuentran, la velocidad de los días, un sol de otro lugar.
Veranísimo Ringo es, así, una batalla de estéticas, de temáticas y de modos de hacer canciones; un breve recorrido por el sonido de cada una de las bandas que integran Ringo Discos; y, también una versión paralela, contemporánea, de “!Ahora, esto es lo que llamamos música!”.
En la foto de tapa del “Veranísimo” no hay miles de colores estridentes, no están los nombres de las bandas a todo cartel: es un collage con imágenes en blanco y negro de seres un poco extraterrestres. Como si el tiempo hubiera pasado y las bandas se hubiesen sacado una foto. O como si la música finalmente hubiese sido una transformación de quienes la hacían y de quienes la escuchaban: parte del arca de Noé de una ciudad y una época.
Allí estamos, dice la foto. No es verano pero parece verano. Cada uno de nosotros era un hit.
Varios Artistas – Veranísimo Ringo
2014 – Ringo Discos
Bandcamp | Facebook
01. Lautremont – Impulso Eléctrico
02. Benigno Lunar – Problemas
03. Biernes* – El Lago Veloz
04. Un día perfecto para el pez banana – México
05. Moo – Sol Lunar
06. Nash Coll – Grita
07. Bosques de Groenlandia – Hombre Bala
08. Ent – Confieso
09. Anticasper – Sé Mi Mujer
10. La Cartelera Ska – Dos Sin Uno
11. Apolo Beat – Neón