A través del sello Desde el Mar, SLNT acaba de lanzar su nuevo disco Espeja, el sucesor de Impermanente (2014) y el cuarto en la carrera del músico marplatense Leo Ferro. 11 canciones que barrenan con calma las aguas del R&B, el soul y el trip hop a bordo de una tabla hecha de pop electrónico.
En Espeja, SLNT muestra sus credenciales de entrada. “Circular” es la canción que da comienzo al viaje y la hipnosis se hace inevitable: no hay manera de no caer en las garras de esa base acuática acompañada de mantras en falsete. El final queda trunco para que el segundo track, “Reconocimiento”, tome la posta y el trip hop borre de un tirón toda la suavidad del inicio. Hay disonancias, scratching y hasta un estribillo que funciona para el viaje.
Con un breve repaso de Impermanente, el álbum predecesor, se hace mucho más fácil comprender el camino de Leo Ferro y su clara evolución artística. Todo lo que hay en Espeja está en Impermanente, aunque quizás un poco más desordenado o menos acabado en términos de disco. Entonces el progreso musical se evidencia en el contraste, y en canciones como “Reflejo” (un grito de avivamiento: “transforma/rompe el cristal”), la propia “Espeja” (¿el hit?) o “Solnocturn” (una de la más bailables).
El pop es el elemento unificador de todo el álbum pero no el más visible. Hay que sacar capas sobre capas de estilos, agregados e influencias para reconocer el estado primigenio, que al fin y al cabo no deja de ser la canción y, más precisamente, la canción pop. Se nota en los pequeños fragmentos cantados (tal es el caso de “Raíz”, por ejemplo), en los puentes y estribillos (como pasa en “Transparente” o en “Descomposiciones”), y en la calidez humana que se percibe en toda la obra: aunque se hizo con máquinas, Espeja no es un disco robot.
Quizás este sea el disco más cantado de SLNT pero de todas maneras se las arregla para que la voz no sea protagonista absoluta en el asunto. Algo de eso ocurre sobre el final, cuando asoma “Formas”, uno de los temas con más letra de Espeja (un ensayo surrealista sobre la libertad que merece la atención), y luego todo se desarma en un denso humo hindú que se roba el tema. Un trance de alto vuelo.
El último track se llama “Epílogo” y hace justicia a su nombre. Cierra, sella y termina de darle solidez a la idea que empezó hace poco más de 40 minutos. El beat bailable se rompe y se vuelve a construir cuando aparece una voz distorsionada que parece decir algo indescifrable, una frase que se entiende luego de varias escuchas.
El sonido se apaga sin dar aviso y la sensación de vacío invade los oídos. La postal es única. El mar quedó planchado y no queda más alternativa que volver a poner play para que se agite nuevamente. Para dejarse llevar, una vez más, por las olas sonoras que emergen de Espeja. Y ahí va de nuevo, y ahí vuelve a empezar, porque de nada sirve resistirse.
SLNT – Espeja
2016 – Desde el Mar
01. Circular
02. Reconocimiento
03. Reflejo
04. Espeja
05. Solnocturn
06. DIP
07. Raíz
08. Transparente
09. Descomposiciones
10. Formas
11. Epílogo