Para quienes crecimos escuchando música en los 90’s, el lo-fi es un concepto musical con el cual estamos bastante familiarizados; bandas como Pavement, Sonic Youth, The Apples in Stereo, Beck, Sebadoh, Lou Barlow, fueron y son parte de lo que nos dejaron esos años. Pero esto no quiere decir que no encontremos, de vez en cuando, algunos discos que nos sorprendan. Ese es el caso de The Music Tapes y su Ep editado este año llamado “Purim’s Shadows (The Dark Tours The World)”.
Más cercano al ya mencionado Sebadoh, al genial Daniel Johnston y también a aquel “diamante loco” llamado Syd Barrett, este Ep es una verdadera joya para escuchar al aire libre una tarde de otoño (o en cualquier otro momento también).
The Music Tapes es un proyecto musical de Julian Koster, uno de los miembros de Elephant 6, un sello estadounidense especializado en rock experimental y low fi, y ex músico de Neutral Milk Hotel, banda muy recomendada por cierto. La carrera musical comienza cuando Julian, de 16 añitos, comienza a grabar cassettes donde cuenta historias y canta algunas canciones. Ya en 1989 se une a Bill Doss y Eric Harris (que luego formarían The Olivia Tremor Control) y forman Chocolate U.S.A.
El proyecto tiene hasta el día de hoy 4 discos: “1st Imaginary Symphony For Nomad“, “The 2nd Imaginary Symphony for Cloudmaking“, “Music Tapes for Clouds and Tornadoes“, “The Singing Saw at Christmastime“, además de algunos cuantos simples. También aporta una versión de “All Tomorrows Parties” del disco compilatorio “Rabid Chords 002: Tribute to the Velvet Underground” (2000); y, finalmente, el Ep que lleva el título de esta nota.
Comencemos con el primer tema: “So the Day Long”. Arranca con una pálida voz repitiendo una frase tres veces, luego escuchamos un coro simil Beach Boys y cuando llega la guitarra desafinada ya entendemos de que trata la canción. Luego, en el estribillo, el acordeón que será protagonista en casi todos los temas del disco.
El mantra del comienzo se va a mantener hasta una suerte de final épico donde podemos apreciar una homofonía muy interesante que da paso a la coda del tema.
“A Lightning’s Cheeks (Everything Gets Born Here)” arranca con una percusión indescriptible marcando corcheas al unísono del acordeón. La voz temblorosa de Julian se suma luego con un fraseo que nos hace acordar a Syd Barrett, para avanzar a una sección donde el acordeón hace un arpegio desquiciado y desembocar a una parte instrumental donde hay vientos (saxo? trombón?) y una batería que escuchamos lejana. El tema se diluye con la sintonía de una radio que nos da paso a la siguiente canción: “3”, donde nuevamente el acordeón y un piano de juguete componen un pequeño pasaje musical de 1:30 minutos.
“(Jeff, Jill, and Julian Serenade Rudy on the Beach at Nantasket)” es un coro psicótico de 33 segundos de duración, el cual hace referencia a Nantasket, un campamento para niños judíos de EEUU al que quizás Julian asistía en su infancia.
“Night and Day” parece ser la vuelta al formato canción del disco y es otra referencia a Syd Barrett cantada totalmente sobre un acordeon lánguido y una pequeña percusión. Las armonías se suceden como pequeñas olas que nos van alejando cada vez más de una costa imaginaria. Cuando nos acostumbramos a esa cadencia nos sorprende una pausa que da permiso a un theremin que hace de las suyas.
“Nantasket” es un tema de seis minutos, cantado con la compañía de un banjo y es muy cercana a las torturadas canciones de Daniel Johnston con frases repetidas y esa voz quebrada; un tema con rallentandos que le dan más emotividad a la melodía. Aquí aparece nuevamente nuestro viejo conocido: el instrumento inventado por León Theremin. Cuando nos llega el final del tema escuchamos unos sonidos extraños mezcla de cantos tibetanos y bocinas de barcos.
“Hacidem”: no soy un especialista pero este tema construido sobre una melodía de acordeón y theremin tiene una fuerte reminiscencia a la música judía. Investigando un poco encuentro que “Hasidim” significa “los piadosos” en idioma hebreo y se trata de un grupo judío de carácter místico que pretende reproducir el Antiguo Testamento con la mayor fidelidad posible. Son una cultura dentro de la cultura judía y se destacan por su particular visión de la ley. En resumen, un tema “alegre” que sin embargo no desentona con el resto del Ep. En este último tema toca como invitado el acordeonista Evan Harlan.
De esta manera, en 21 minutos de música y algo más transitamos por varios estados de ánimo y eso nunca puede ser malo.
Un párrafo aparte para el arte de tapa de este Ep, donde puede apreciarse un muchacho (¿Julian?) con su cabeza tapada por la campana de un fonógrafo que está envuelto por trompetas. En el fondo se ve un acordeón y una guitarra en un lugar donde cuelgan guirnaldas de una fiesta parece haber terminado hace rato. Una composición gráfica tan hermosa, aniñada y divertida como terrorífica.
Un disco simple, profundo, libre, atmosférico, oscuro y luminoso a la vez, con voces temblorosas, órganos vibrantes, guitarras desafinadas, banjos, acordeones y hasta theremines.
The Music Tapes – Purim’s Shadows (The Dark Tours The World)
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01 – So the Day Long
02 – A Lightning’s Cheeks (Everything Gets Born Here)
03 – 3
04 – 4 (Jeff, Jill, and Julian Serenade Rudy on the Beach at Nantasket)
05 – Night and Day
06 – Nantasket
07 – Hacidem (feat. Evan Harlan)