Tobogán Andaluz - Luz Satelital

Tobogán Andaluz surgió como una promesa allá por el 2010, cuando el propio Facu Tobogán formó la banda tras su paso por Los Juguetes Vivos. En principio como proyecto solista, y luego afianzado como grupo, Tobogán Andaluz fue desandando un camino independiente y así está llegando a su mejor faceta en su poco más de lustro de vida.

Tras aquel tímido debut de guitarras acústicas y problemáticas adolescentes en Corazón Congelado (2011), pasando por el celebrado crecimiento en Viaje de Luz (2012) y la confirmación de ese desarrollo en el homónimo Tobogán Andaluz (2014), el grupo se anima a dar un paso hacia adelante con su flamante Luz Satelital. Una obra cancionera que remarca cierta oscuridad que Tobogán Andaluz supo sacar a relucir en sus placas antecesoras.

El nuevo material reafirma esa veta melodramática que bien lleva a cabo el conjunto, tanto en el arte de tapa como en los temas. Desde el comienzo del LP con “El detalle“, podemos observar cierta influencia dark como The Cure, pero sin dejar atrás la belleza del folk alternativo que los distingue.

Y si seguimos buscándole etiquetas al abanico de musicalidades que nos ofrece Tobogán Andaluz, no podemos dejar de mencionar una reminiscencia noise que los acerca levemente a grupos como Sonic Youth. Piezas como “Partido en dos“, “Las ideas” y “Capital del Mundo“, dan muestra de ello. Temas que arrancan suavemente y luego toman una marcha ligera hacia la destrucción joven.

Las claves de la banda están en la perfomance de Facu Tobogán como un cantautor melancólico y desgarrador, la base firme de Federico Dopazo en bajo e Ignacio Tossounian en batería, y el ingreso furioso de Manuel Larisgoitia en guitarra principal. De esta manera, los cuatro conforman un grupo que despliega nostalgia vertiginosa con melodías radiales. “Temporada de brujas” y “Llora como un lobo“, por ejemplo, son canciones más poperas que abandonan la estética torturada habitual, y retoman los paisajes aventureros y psicodélicos de 107 Faunos.

Más luego, sobre el cierre, “Río rojo” remite inmediatamente a Valentín y los Volcanes. Es la más bella y pegadiza del álbum; suena a música de cortina de película con destino de consagración en el BAFICI. Y “Luz satelital“, la que da nombre a la placa, es un mid-tempo con una consigna inmejorable: “Te quiero tanto que no sé cómo explicar. Te invitaría a bailar”.

En definitiva, Tobogán Andaluz es de esas bandas que te pueden gustar o no, pero que algún efecto produce al escucharla. La elegancia de sus canciones, y ese espíritu joven que ya hace rato merodea la adultez, nos hace pensar que lo mejor no está por venir: está sucediendo.