Bueno sí, lo que primero llama la atención de Twin Peaks no es mérito de ellos. Quizás el mérito está en usar ese nombre tan usualmente sacralizado para lograr ese golpe inicial y acaparar la atención por lo menos hasta esa primera escucha, algo osado pero eficaz. Lo que es cierto, es que se requiere más que un nombre para retener al oyente, y allí, donde el cuarteto de Brooklyn adquiere total responsabilidad, las expectativas no se quedan cortas.
Wild Onion es el segundo disco de una banda que en sus comienzos ya se muestra prolifera. Su debut, Sunken, tiene poco más de un año y su sucesor es doblemente largo e igual de contundente. Esta segunda placa, parece ser fruto del refuerzo de todas aquellas flaquezas que ese primer acercamiento demostraba. Es un disco mucho más prolijo y accesible que encuentra su principal virtud en su eclecticismo.
Eclecticismo siendo aquí la palabra clave. Transitar sus dieciocho canciones podría en algún punto sentirse como escuchar algún tipo de compilado veraniego de diferentes artistas, y eso en parte es gracias a la versatilidad de la voz del frontman Clay Frankel, quien parece capaz de moldearla según los requerimientos ambientales de cada tema en numerosos matices y tonos.
Lo más raro de esta enorme paleta de sonidos es que ninguno se siente ajeno. Quizás es porque todavía no tenemos bien definido qué es Twin Peaks o cómo debería sonar idealmente, y Wild Onion no ayuda a la causa. Canciones frescas y entretenidas que evocan a eso que banalmente llamamos rock en su cepa más clásica, como la gran opener “I Found a New Way” , “Sloop Jay D”, “Good Loving” se mezclan con otras más contundentes que “actualizan” un poco ese punk-pop que remite a bandas como Cloud Nothings: “Strawberry Smoothie” , “Fade Away”, “Flavor” , “No Way Out” y se integran de la misma manera con canciones que pretenden una estética más vintage-melódica: “Mirror of Time”, “Making Breakfast”, “Sweet Thing” o “Stranger World”.
Lo admirable es la manera en que elementos tan disímiles confluyen en un popurrí de sensaciones que nunca dejan de ser placenteras, y que sin embargo agudizan el cuestionamiento hacia el elemento esencial de una banda que parece todavía no encontrarse.
Les queda tiempo por conocerse a los jóvenes Twin Peaks que recién se están adentrando en la segunda década de sus respectivas vidas. No parece injustificado pensar en muchos títulos por delante, considerando el ritmo que están marcando. Sólo nos quedará esperar a ese disco que pueda nuclear todo lo que se propusieron en ese momento fundacional, donde, elección de nombre incluida, decidieron apostar en grande.
Twin Peaks – Wild Onion
2014 – Communion Records
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01. I Found A New Way
02. Strawberry Smoothie
03. Mirror of Time
04. Sloop Jay D
05. Making Breakfast
06. Strange World
07. Fade Away
08. Sweet Thing
09. Stranger World
10. Telephone
11. Flavor
12. Ordinary People
13. Good Lovin’
14. Hold On
15. No Way Out
16. Mind Frame