De no haber sido por la talentosa percepción de James “Honeyman” Scott y Chrissie Hynde, quizás no me encontraría escribiendo estas líneas en este momento. Cuenta la historia que James y Chrissie, allá por 1981, antes de un concierto de su grupo The Pretenders, recorrían las inmediaciones del recinto en donde iban a tocar, y descubrieron a unos desconocidos haciendo extrañas y minimalistas canciones y fue la mismísima Chrissie quien les invitó esa misma noche a subirse al escenario junto a ellos y así abrir el espectáculo, para que una horas después todo terminara convirtiéndose en un rotundo éxito, noche gloriosa para todos quienes amamos su música (perdón por la poca objetividad, si es que ella existe). Estos desconocidos eran los Violent Femmes y acababan de salir del anonimato para iniciar una carrera que nos lleva hasta el día de la fecha.
Desde Milwaukee, Wisconsin, Gordon Gano (voz/guitarra), Brian Ritchie (bajo), Victor DeLorenzo y Guy Hoffman (percusionistas) conformaron un tándem perfecto durante los ’80 y ’90 y consagraron un sonido único, desprejuiciado, lleno de letras repletas de sarcasmo, ironía y críticas al estilo de vida americano y fue así que su punk-folk los colocó en el sitial de banda de culto con seguidores en cada rincón del mundo.
Luego comenzaron los conflictos, la salida de DeLorenzo y la llegada de Brian Vignlione (The Dresden Dolls), el EP Happy New Year (su primer material desde Freak Magnet del año 2000) hasta llegar a este 2016, con We Can Do Anything (editado por PIAS America).
Qué decir de él más que bienvenido sea. Sin llegar al nivel de clásicos como los de su primer y fundamental disco homónimo de 1982 (cuando una historia comienza con “Blister in the Sun”, poco mas se puede decir, uno de los comienzos de disco más perfectos), Hallowed Ground (1984), The Blind Leading the Naked (1986) y 3 (1988), el disco cumple con creces las expectativas creadas desde la salida como adelanto, hace unos meses de “Memory”, canción que abre la placa, siendo sin duda uno de los puntos más altos de lo nuevo del grupo.
La identidad sigue intacta. Vignlione disimula muy bien la ausencia de DeLorenzo y su estilo único, junto a grandes músicos invitados (“The Horns of Dilemma”) y entre canciones que rememoran esa juerguista-felicidad-melancólica, marca registrada de los Violent Femmes, pasan, la pegadiza y bailable “Issues”, “Holy Ghost” extraña y melodiosa, “What You Really Mean”, “Traveling Solves Everything”, “Big Car” y el final con “I’m Not Done”, quizás como los puntos más destacados del disco.
Sin duda, al pasar raya al final de este 2016, estas 10 canciones que conforman We Can Do Anything, serán suficientes para ponernos muy, muy contentos de la vuelta de uno de esos grupos que desde la extraña compleja simpleza, sin poner su nombre en grandes marquesinas, o vender millones de discos, supieron construir canciones enormes y discos fundamentales, cosechar mucho respeto y dejar su legado y su influencia en el camino para quien lo quiera tomar. Un síntoma muy saludable para estos tiempos, la música agradece su regreso.
Violent Femmes – We Can Do Everything
2016 – PIAS
01. Memory
02. I Could Be Anything
03. Issues
04. Holy Ghost
05. What You Really Mean
06. Foothills
07. Traveling Solves Everything
08. Big Car
09. Untrue Love
10. I’m Not Done