Directo desde Alabama, estado de los Estados Unidos, llega el segundo álbum de Waxahatchee: Ceruleant Salt (Wichita Recordings), disco que sorprendió y se llevó grandes elogios de los sitios más especializados sobre música –Pitchfork lo etiquetó como Best New Music-.
Antes de hablar del disco, ¿qué es Waxahatche? Oriundos de Alabama, ahora residentes en Filadelfia, son una banda que toma lo mejor de las bandas de los noventa liderada por una voz femenina. Katie Crutchfield (voz), Keith Spencer (batería) y Sam Cook-Parrot (bajista) son los integrantes de dicha banda.
Antes de formar Waxahatchee, Crutchfield participaba en otros proyectos lo-fi como Bad Banana y PS Eliot, los cuales compartía con su hermana Allison hasta la disolución de los mismos. Siempre liderando las bandas, las canciones de Claire son puramente pop.
El disco anterior a Ceruleant Salt fue American Weekend (2012) grabado íntegramente en una cabaña y una guitarra acústica. Fue un silencioso debut, casi no se tocó en vivo -para no decir nunca-.
Siguiendo la misma línea conceptual que su antecesor, Ceruleant Salt, publicado en marzo de este año, toma fuerza en la simpleza y pureza de sus canciones. No hay nada raro en este álbum: son trece canciones de pop que guiadas con las guitarras lacerantes y los beats de la batería hacen de este disco algo especial, como si volviésemos dos décadas atrás donde el punk y las minitas con sus corazones rotos hacían discos como éste.
El puntapié inicial del disco es “Hollow Bedroom”, una canción que deja bien claro que Claire no tiene nada, sólo su voz escuchada por las paredes de la habitación. “Lips and Limbs” arranca preguntándose si el chico podría ser extraordinario pero confirma que no, que todos los discursos entran y salen por los oídos del susodicho y ella nunca tuvo el turno para hablar en serio. Un punto fuerte del disco es la canción “Coast to Coast“, primer single lanzado para este álbum. Después, Ceruleant Salt no muestra ningún destaque más hasta la canción final: “You’re damaged“. La voz de Crutchfield y su guitarra acústica dan el cierre perfecto para este disco de corazones rotos, silencios ruidosos y amores de verano que en invierno terminan de la peor manera.
Sin demasiados enredos técnicos, Waxahatchee puso un disco sobre la mesa para degustar en soledad mientras el verano se convierte en otoño. Escuchen a una de las bandas lo-fi que promete y mucho en estos tiempos de raperos. Un disco despojado con un poco de punk nunca viene mal.
Waxahatchee – Cerulean Salt
01. Hollow Bedroom
02. Dixie Cups and Jars
03. Lips and Limbs
04. Blue Pt. II
05. Brother Bryan
06. Coast to Coast
07. Tangled Envisioning
08. Misery Over Dispute
09. Lively
10. Waiting
11. Swan Dive
12. Peace and Quiet
13. You’re Damaged