Entre diversos significados que remiten, entre otras cosas, a la meticulosidad o la lentitud, la paciencia es mayormente referida como una virtud que el humano debe cultivar para sobrepasar dificultades o aprender a aceptarlas con la promesa de algo mejor en el porvenir. Una suerte de actitud anti-desesperanza que en algún punto deviene en resiliencia. En una segunda acepción, indudablemente relacionada con esta última, la paciencia es la virtud de esperar. Robando palabras de uno de mis seres favoritos me gusta pensarla como una forma de aceptar “el tiempo del no tiempo”.
Cuatro años le llevó a Jack Tatum encontrar la correcta manera de continuar su curso musical después del imponente Nocturne (EP de por medio). Con la sabiduría de un compositor que supo apartarse del bedroom pop y brindar a su sonido la calidad estilística que necesitaba, la madurez propia de aquel que sabe lo que busca, y en un admirable ejercicio de paciencia y equilibrio espiritual, Tatum impuso la exquisita mixtura de estímulos que hoy componen el tercer LP de Wild Nothing, Life of Pause.
Paciencia es también lo que se espera del oyente al adentrarse en esta obra. Paciencia para transitar los 47 segundos de ambientación que preceden a los 50 segundos de marimbas (percutidas por el baterista de Peter, Bjorn and John, John Eriksson) que introducen a la magnífica “Reichpop”. El bajo, bastión compositivo de Tatum, brinda el sosiego que calma la inquieta exaltación inicial. El paisaje onírico que ambientan los diferentes matices de este ambicioso opener, serán una constante alrededor de la compleja nueva creación del oriundo de Virginia, que ya se muestra ávido a empujar los límites de su propuesta artística.
El usual refugio dream-pop que Wild Nothing supo erigir con cada una de sus construcciones musicales es apelado con la dulzura de “Lady Blue”, esta vez, encontrando una nueva y anhelada profundidad. “Will I find a way to make sense of the way that you love me?” repite un ensoñador Jack en quizás la menos observacional de las letras de este trabajo. La primer triada de canciones se completa con la etérea “A Woman’s Wisdom”, donde las ambiciosas combinaciones de géneros presentes en Life of Pause (R&B, soul, pop y los usualmente visitados) emergen en una potente y ante todo hipnótica armonía. Una similar conjunción estilística puede apreciarse en la tardía “Whenever I”.
La contundencia inicial de “Japanese Alice” oculta sus verdaderas intenciones, es de hecho una dulce y entretenida confluencia de estímulos pop que podría encontrarse camuflada en cualquier lista de éxitos ochenteros. Lo mismo podría decirse de la canción que la sucede, aquella que da nombre al disco, sobre la cual un jovial juego de sintetizadores complementados con una impredecible e intrincada base rítmica dan lugar a la fundamental pregunta: “How can we want love?”
Precedida por el sombrío y ampuloso pasaje introspectivo de “Alien”, “To Know You” se perfila como uno de los highlights de esta nueva producción que acertadamente fue catalogada como el disco más “feliz” de Wild Nothing. Existe sin dudas una nueva paleta de tonalidades desde las cuales se ornamentan las encantadoras melodías de Tatum, un rango más luminoso y festivo las constituye. Lejos está, con esta reinvención de complejidad, de aquel osado minimalismo que erigía a sus antiguas composiciones, donde la sensibilidad y el movilizador tacto emotivo del artista afloraban sin mayor esfuerzo. “Adore” o en mayor medida “Love Underneath my Thumb” (la canción que cierra el disco), evocan ese antiguo sentir y lo invitan a coexistir con las insaciables nuevas premisas que caracterizan a Life of Pause. Premisas que indudablemente alcanzan su mejor realización en la maravillosa “TV Queen”.
Celebro el arte que no me subestima. Agradezco las expresiones artísticas que me desafían y me entusiasman a develar sus más recónditos predicamentos. Quizás sea esto (mezclado a la devoción por Wild Nothing que me es inherente hace mucho tiempo) lo que me lleva a apreciar en gran medida Life of Pause: la reinvención musical de Jack Tatum, el retrato más fiel de su madurez compositiva. Un disco que no se deja entrever fácilmente, en una primera escucha, que pide más y lo merece. Aceptar el paso del tiempo es inherente cuando este deviene en progreso, cuando los nuevos tiempos irrumpen con los establecidos e imponen una nueva forma de ser apreciados. Con el tercer LP de Wild Nothing, Tatum admira la paciencia y presenta la posibilidad de vivir una vida en pausa. Paradójicamente la elocuencia de su creación incita a abandonar cualquier tipo de estancamiento y a buscar la evolución, el crecimiento, abrazar la madurez y refugiarse en un presente que se afirme a sí mismo: el tiempo del tiempo.
Wild Nothing – Life of Pause
2016 – Bella Union
01. Reichpop
02. Lady Blue
03. A Woman’s Wisdom
04. Japanese Alice
05. Life of Pause
06. Alien
07. To Know You
08. Adore
09. TV Queen
10. Whenever I
11. Love Underneath My Thumb