El pibe de la plaza lo hizo de nuevo. A siete meses del lanzamiento de Caravana, su primer disco de larga duración que lo llevó a lo más alto del mainstream, Wos vuelve a patear el tablero y arremete sorpresivamente con Tres puntos suspensivos, un EP conceptual de cuatro canciones que convergen en un viaje de poco más de 10 minutos dentro de la mente inquieta del joven rapero, en un contexto que resulta, como mínimo, inhóspito.
Creado y producido a la distancia, en conjunto con su productor escudero Facu Yalve, más conocido como EVLAY, este nuevo material es una forma lúdica de canalizar las emociones mixtas que se atraviesan en un clima tan extraordinario y adverso como el actual. El EP salió con un acompañamiento visual dirigido por Kevin Zeta y N4rf, quien describe el clip como “una peli de inteligencia artificial y codificación de sentimientos”. Las imágenes psicodélicas en 3D complementan la experiencia de la escucha y, entre figuras que se arman y desarman, mutan, colapsan y vuelven a su forma original, le dan forma física a ese estado de inestabilidad propio del encierro indeterminado.
El aire se empapa de sonidos retro y texturas en 18 bits para darle comienzo a la primera parada de este trip, “Ojeras negras”. Es una canción que salta entre la melancolía y la despersonalización, con versos que dicen “No sé si soy cada vez más yo o cada vez más otro/Todo está negro alrededor y no me reconozco”. Por otro lado, es un acto de sinceramiento, un aviso de que estamos escuchando un diálogo entre Valentín Oliva —su nombre real— y su alter ego, Wos: “No te creas todo lo que escribo/A veces solo es una charla que tengo conmigo y después me olvido”.
La portada del EP es un mensaje en sí mismo: la mitad de la tapa es blanca y sobria, y la otra mitad es su antítesis. A la luz de la luna, se ilustra a una extraña criatura colgada de un cable en la noche, de aspecto dantesca y lúgubre que inspira miedo e incertidumbre. Es una entidad desconocida, que acecha sin piedad en las calles y advierte que es mejor no salir de casa.
Los minutos corren y se detienen en “Alma dinamita”. Un beat sesgado, una guitarra arpegiada y un arreglo de cuerdas perfuman el ambiente, mientras el freestyler encuentra un cable a tierra en el amor y las relaciones personales: “Cuando el destino se pone austero/Sale al rescate lo verdadero”. De la calma a la locura. Sigue el interludio “40”, la parte más disonante del EP, el punto de ebullición de intolerancia al confinamiento. Tanto la melodía carrasposa, como la guitarra cargada de overdrive, encarnan el estado de desesperación y abstinencia que abruman los días de aislamiento y resguardo. Instrumental y líricamente, la canción es otro coqueteo con el rock, un gesto ya visto en “Luz delito” y el homenaje a sus tan amados Redonditos de Ricota. El guiño esta vez es para Charly García al grito de “¡estoy verde y no me dejan salir de acá!”.
Para concluir el relato se aterriza en “Algo del vacío”. Con la participación de su hermano, Manu Oliva, en percusión, guitarra y voces, se sintetiza el concepto general del EP, donde Wos se autodefine como un “malabarista sentimental”, teniendo que sortear un mar de emociones diferentes e inevitables que afloran y resultan incontrolables.
Tres puntos suspensivos es la crónica personal de una vivencia en cuarentena. En la gramática, los tres puntos suspensivos son empleados para marcar una pausa transitoria: para expresar duda, temor o suspenso, Y este caso no es la excepción. El rapero hace un stand-by en su día a día, donde nada es seguro y el porvenir es incierto. Como en Caravana, Wos vuelve a desmenuzar la realidad para darle voz a una generación que se siente interpelada por las rimas que configuran su discurso y lo perfilan hacia un futuro desconocido, sí, pero esperanzador.
Wos – Tres puntos suspensivos
2020 – Dogo
01. Ojeras negras
02. Alma dinamita
03. 40
04. Algo del vacío