Led Zeppelin, una de las bandas de rock más influyentes de todos los tiempos, no solo creó algunas de las canciones más icónicas de la historia, sino que también se aventuró en la creación de piezas musicales épicas que desafiaron las convenciones sobre lo que debía durar una canción. A continuación, enumeramos sus canciones más largas.
En el quinto lugar se encuentra “In the Light” del álbum Physical Graffiti publicado en 1975. Con una duración de 8 minutos y 46 segundos, esta canción presenta la virtuosidad de Jimmy Page, quien tocó su guitarra con un arco de violín, además de una introducción extensa llevada a cabo por John Paul Jones en los sintetizadores. Como curiosidad, es importante destacar que Led Zeppelin nunca interpretó esta canción en vivo.
En el cuarto lugar de las canciones más largas de Led Zeppelin se encuentra “Tea for One”. Este tema cierra el séptimo álbum de estudio de la banda, Presence (1976), y tiene una duración de 9 minutos con 28 segundos. Instrumentalmente, la pieza se configura como un blues suave en tonalidad menor encabezado por la guitarra de Page.
En el tercer lugar se ubica “Achilles Last Stand” con una duración de 10 minutos y 31 segundos. En contraposición a la anterior canción, esta abre el álbum Presence y se destaca por su enfoque épico y mitológico. Robert Plant llegó a describirla de la siguiente manera: “Somos nosotros en nuestro momento menos encantador y más competente. Una canción de Bonzo donde nadie podía creer que un ser humano pudiera hacer lo que hizo”.
El segundo puesto es para “Carouselambra” con una duración de 10 minutos y 34 segundos. Esta canción fue escrita en un momento difícil para la banda y refleja esa etapa complicada en su historia. De hecho, la letra de “Carouselambra” captura el ambiente y sonido que definió los últimos años del grupo.
Finalmente, la canción más larga de Led Zeppelin es “In My Time of Dying”. Presente en Physical Graffiti, esta pieza musical alcanza una duración de 11 minutos con 8 segundos y es una reimaginación en clave de blues de la canción de góspel homónima popularizada por Blind Willie Johnson.