A pesar de que a AC/DC nunca le gustó formar parte del elitismo de la escena del rock ‘n’ roll, ni estar bajo el foco de atención, muchas veces tuvieron que ir en contra de sus propios deseos por compromisos comerciales o de otra índole. Como cualquier banda reconocida, el conjunto se ve obligado a asistir a premiaciones o ceremonias donde se sienten completamente incómodos, aunque es una parte inevitable de su trabajo como estrellas del rock.
Según recuerda Far Out Magazine, un claro ejemplo de esto fue cuando fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll en el año 2003. Si bien el grupo australiano fue inducido junto a otras bandas como The Clash, The Righteous Brothers, The Police y Elvis Costello & The Attractions, se irritaron antes de subir al escenario porque The Edge, guitarrista de U2, los aburrió con su extenso discurso al inducir a la banda punk liderada por Joe Strummer.
De hecho, en una entrevista con Classic Rock, Malcolm Young recordó ese momento en particular. “Cuando llegamos allí, era como tocar frente a un montón de malditos pingüinos en un restaurante. Los chicos de The Clash estaban antes que nosotros, y The Edge de U2 se levantó para presentarlos. Demonios, hizo un discurso de 40 minutos“, dijo. El guitarrista rítmico de AC/DC fue incluso más contundente: “Fue el tipo más aburrido que he tenido la desgracia de escuchar. Estábamos al lado del escenario, esperando, y nos enojábamos más y más, aunque teníamos simpatía por el resto de la banda“.