Los extras son una parte fundamental de las películas. Si bien el crédito y el foco está puesto en los actores y actrices principales, aquellas personas que trabajan de extras son clave para crear ciertas atmósferas y lograr verosimilitud en las escenas. Esto se puede aplicar para películas bélicas -en las que las multitudes resultan indispensables, a pesar de que en la actualidad el CGI permita otras alternativas- así como para escenas de una fiesta, recitales, etc.
Si de grandes escenas con extras hablamos, no podemos obviar el film Gandhi (1982), biopic dirigida por Richard Attenborough y protagonizada por Ben Kingsley que logró entrar en el Libro de los récords Guinness por ser el film con mayor cantidad de extras. Esto se debió a la escena del funeral de Gandhi en la que participaron 300.000 extras, de los cuales 200.000 fueron voluntarios que no recibieron ningún pago.
Desde la producción anunciaron la búsqueda de extras a través de la televisión, altavoces por las calles y la radio. Así, lograron reunir una gran cantidad de personas. Para rodar esta breve pero imponente escena, solo 94.560 de los 300.000 extras que participaron fueron contratados. Además, se necesitaron 11 grupos de camarógrafos para registrarla.
La escena del funeral de Gandhi que muestra una enorme procesión solo tiene una duración de 125 segundos, pero fueron suficientes para plasmar el legado y la llegada popular que tuvo el líder mundial de la paz. El film resultó un enorme éxito de taquilla y hasta la actualidad se erige como una de las mejores biopics.
Conocé a los únicos actores que trabajaron en más de 200 películas.