No caben dudas de que Ringo Starr fue un componente necesario para que The Beatles llegara a ser lo que fue, incluso aunque él no se luciera en exceso detrás de la batería, algo que ocurrió, en parte, porque a él no le gustaba llamar demasiado la atención y realizar solos. De hecho, hay una sola canción de los Fab Four en la que llevó a cabo uno. El tema en cuestión no es otro que “The End”, el track que cierra el segundo lado de Abbey Road y que marcó la última ocasión en que los cuatro miembros grabaron juntos.
Cabe recordar que, para la ocasión, los compañeros de banda de Starr ya habían planeado intercambiar solos, pero fue necesario que ellos y el productor George Martin lo insinuaran para que Ringo ofreciera su propio aporte en solitario. “Ringo nunca hacía solos de batería”, recordó Paul McCartney en el libro The Complete Beatles Recording Sessions. “Odiaba a los bateristas que hacían largos solos. Todos lo hicimos. Y cuando se unió a los Beatles, dijimos: ‘Ah, ¿qué hay de los solos entonces?’, y él respondió: ‘¡Los odio!’. Contestamos: ‘¡Genial! ¡Te amamos!’. Por eso nunca los hacía”.
“Pero debido a este popurrí, dije: ‘Bueno, ¿un solo simbólico?’ Él realmente se mantuvo firme y no quiso hacerlo. Pero después de un poco de suave persuasión, le comenté: ‘Sí, haz eso, no sea cosa que Buddy Rich se vuelva loco’, porque creo que eso es lo que él no quería ocasionar”, agregó. “Yo hacía la base, y luego ponía un poco de brillo acá y allá… Si hay un vacío, quiero ser lo suficientemente bueno para llenarlo”, explicó Starr a principios de la década de 2000. “No soy bueno en las cosas técnicas. Soy un músico excéntrico y básico con rellenos divertidos… porque realmente soy zurdo tocando un kit para diestros. No puedo tocar la batería por eso“.