Alfonso Barbieri es un provocador. En cada palabra busca provocar algo más que una llana respuesta. Algunas veces suena exagerado, como se titula su último trabajo discográfico editado por Club del Disco. Pero con sus 44 años destila la experiencia de un artista, aunque reniega llamarse así. Definirse como tal, según él, es propiedad del público que viajó lo suficiente para esgrimir pensamientos convincentes sobre la vida artística, aún en su retórica irónica y controversial. Con lenguaje mordaz, cuando algo le molesta expresa sin pelos en la lengua lo que siente (o al menos lo que quiere mostrar de lo que siente).
Nació en Buenos Aires y vivió en Brasil, Italia y España como también en distintas provincias argentinas: Salta, Jujuy, Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Córdoba. En esta última provincia formó, junto a Sol Pereyra y Mara Santucho, el trío Los Cocineros con el que editó varios discos. Alfonso es inconformista, le aburren las modas y continuamente está sacando algo nuevo. Si no es en la música, es en la pintura y el dibujo (exhibió una serie de obras en Alemania, diseñó ilustraciones de libros, revistas, portadas de CDs y afiches), o se ubica detrás del mostrador y trabaja como productor, por ejemplo en los álbumes de Jimena López Chaplin, Leandro Rossi, Felipe (ex Intoxicados), entre otros. Además, compuso música para cine y escenografía para teatro.
Es un cantautor con una lista prolífica de colaboraciones en sus variadas producciones propias. En el desfile de nombres se pueden encontrar tales como Adrián Dargelos, Lisandro Aristimuño, Joselo Rangel (Café Tacvba), María Ezquiaga (Rosal), Graciela Borges, Axel Krygier, Lucas Martí, Palo Pandolfo y Pablo Dacal. En una canción junto a su banda Viajantes, titulada “La hora de los magos”, cantó junto a Andrés Calamaro, Litto Nebbia, Miguel Cantilo, Fito Páez, Marcelo Moura, Fontova, Jorge Serrano y Miguel Zavaleta.
Hablamos con Barbieri sobre su actualidad, lo que piensa de los shows en streaming, la censura, el arte, los fundamentalistas religiosos, Simon Poxyrán y más.
¿Qué nos trae tu nuevo disco, Exagerado?
Música, canciones, ideas, colores, texturas, posturas políticas, posturas amorosas, posturas estéticas. Lo que traen mis discos solistas hace más de 20 años.
¿Cómo fue el proceso de creación?
Fue grabado en medio de cuartos con humedad amenazante, enmudecer, mudanzas, Silvina Ocampo, beber, Joker, Funmachine, dos gatos, Plaza de Mayo en diciembre, emoción, despedidas con bronca, bienvenidas, bienvenidas felices, donar mucha ropa, 44 sin festejo, encierros, choque bestial buscado, hospitales, ojos abren, Italia, regalos sin abrir, psiquiatras, psiquiatra sabia, pobreza, bajar de peso, pedir ayuda, enamoramiento, no dormir, extrañar, cigarrillos, charlas falsas bosta, charlas verdad posta, “el lenguaje es un virus”, llanto, alegrías, rituales chamánicos salvadores, sangre, dominó, odios, ningún Dios, solo mis muertos, “Claro de luna” de Debussy, decepciones, mucha memoria, no recordar nada, envío de flores, amor, pasada de filtro a personas pulpo-lorito, redescubrimiento de otras personas filodendros florecidos, “Concierto número 2 para piano y orquesta” de Rachmaninov, familia presente fluorescente brillante, amigos presentes dóricos, jónicos y corintios, chalinas, pandemia, fotos, muerte, encierro, amor, fin del mundo, ovnis, chats, video llamadas, películas, carrera de mente, alcohol, subir un poquito de peso, cigarrillos, meteoritos, Jujuy, amor, barbijos, calles solitarias, palomas sin pan, decir y escuchar, decir y mostrar, caminar, hacer un libro, amorosa editorial, fotos, collages, un dúo más que musical, amor, otro disco en camino, IFE, estación espacial internacional, amar, universo plateado, no dormir, dormir, querer viajar, querer tocar con público, pintar, oculistas, calles plagadas de pelotudos irresponsables, dermatólogos, florecer, fotos de singles, foto de tapa, niño fóbico, Córdoba, 1988. Meses exagerados. Eso es este disco.
¿En qué etapa de tu vida te encuentra tu último disco?
Encuarentenado. 44 años que suman 8 que es el infinito. Enamorado y a la vez pensando en que sería un buen momento para borrar a la humanidad del planeta (¿podríamos empezar por los anti cuarentena?). Pero con ciertas certezas en algunos formatos cerebrales que me hacen bien o en todo caso desde principios de este año me funcionaron a favor de estar en un lugar más cariñoso con mi espejo. También sacando disco a dúo con Sofía Bergallo, se llama Absolutos principiantes, ya salieron algunos singles y completo sale en unos meses por el Club del Disco. También salió un libro que recopila parte de mis collages de 1993 a 2019 editado por Coney Island editoriales. Por otro lado, estoy en los preparativos de otros próximos discos solistas, Alfonso Nacional de las Artes y 17 de septiembre de 1985, que quizás alguno salga también a fines de este año.
¿Lo tenés pensado presentar en vivo? ¿En formato streaming o esperar cuando mejoren las condiciones para los shows presenciales?
Nunca para los músicos estuvieron bien las cosas en ningún sentido, así que lo de la cuarentena es verdad que nos saca la posibilidad de generar nuestro dinero tocando, pero antes nos trataban en su gran mayoría como el orto. Con excepciones de lugares como Roseti donde el respeto por nuestro trabajo es valorado con un cuidado que muchos “dueños de boliche” deberían tomar nota y aprender muchísimo de ellos. El streaming me parece una mierda de todas formas y el verticalismo y la pirámide jerárquica sigue siendo la misma. Así que no sé cuándo ni cómo presentaré este disco. Quizás no se presente jamás. Tampoco es tan importante. La obra es el disco o los cuadros y eso queda para la eternidad. Por suerte los que la crean nos morimos sino sería insoportable.
¿Qué pensás de los conciertos virtuales?
Es como ver la película Lawrence de Arabia en un celular sin auriculares.
Viviste en distintos países como también en distintas provincias de Argentina. ¿Cuál es tu lugar en el mundo?
Jujuy por la gente, el paisaje, el aire, las montañas, la comida, el sonido y los fantasmas hermosos que se ven en los cementerios. Varias ciudades de Alemania como Köln o Berlín por todo lo que pasa constantemente allí y también San Pablo, Montevideo, Buenos Aires. Me falta conocer muchísimos otros lugares, espero que se pueda volver a viajar pronto. Deseo muchísimo poder ver la tierra desde una nave espacial.
La mayoría de tus portadas suelen figuran en compañía de alguna mujer. Sin embargo, el arte de tapa de Exagerado es diferente. ¿Cómo surge y qué motivó el cambio?
En el primer disco en 2001 está lleno de mujeres y hombres en la tapa, pero tienen máscaras que pinté para la ocasión y vestuarios que les di para que no se sepa de qué género eran. La imagen de mujer siempre está en las tapas de muchos de mis discos, sí. No sé, te doy el número de mi psicóloga y preguntale a ella. Quizás hay homenajes a mujeres que ya no están en el planeta como mi hermana mayor y mi madre, igual no voy a develar más nada de eso. En el caso de la tapa de Exagerado, es una foto de una época pre adolescente en la provincia de Córdoba en 1988, donde estaba completamente fóbico al contacto con todo. Usaba guantes de látex, alcohol para limpiarme cada vez que alguien me saludaba con un beso o la mano, tenía ropa para estar en la calle y otra para dentro de la casa, me lavaba las manos 20 veces al día y se me hacían grietas que sangraban, todo estaba contaminado según mi visión demente de esa época. Fue difícil. Me hizo acordar un poco a estos tiempos y a lo complejo del conflicto que estamos viviendo. Es una foto que sacó mi padre y el diseño lo hizo el gran Theo Lafleur. Cobró un significado que me cerró por todos lados. Es un disco que mezclé por WhatsApp con quien hago discos hace 12 años, Eduardo Bazán, que es un genio. Imaginate si no es exagerado todo como para que también la tapa aparezca un pibe con cara de orto que básicamente su vida es exageradísima en un montón de aspectos insólitos. Lo que importa es la obra de todas formas.
Este año se reeditó en formato digital, luego de diez años, el disco debut de Viajantes. ¿Qué significó el grupo para vos? ¿Piensan volver a grabar?
Lo de Viajantes fue una experiencia muy divertida y de equipo hace ya más de una década. Sacamos un disco hermoso grabado en distintos lugares que teníamos con composiciones de todos y tocamos dos o tres veces. Muchas reuniones, muchos momentos inolvidables que quedarán como pilares de la amistad que aún conservamos. Fue algo que nos hermanó. Éramos y somos viajantes, no turistas. Estamos pensando hacer algunas cosas que se mostrarán de a poco.
En el blog Patologías culturales decís que no te gusta decir que sos un artista. ¿Cómo te definirías? ¿Creés que muchos abusan de autodefinirse como artistas?
No me gusta decirlo, no. Eso lo tienen que decir los otros, el público, ni siquiera los periodistas. Por suerte no me puedo definir, no hay casilleros para mí, no me interesan tampoco, me aburren, igual que las modas, son mecanismos de definición de cierta ignorancia opinóloga del mural con agujeritos de estilos que inventaron los que hablan y dicen saber de arte. Una vez la revista Rolling Stone me puso, en esos rankings tan profundos que tienen, que la tapa de mi disco Valses eróticos del rio de la concha de tu madre (2010) era una de las peores tapas del rock argentino. La tapa muestra una teta y mi cara maquillada al lado. ¿Me entendés de qué estamos hablando? Incluso en varios medios no se animaban a decir la palabra concha. Yo no sé si soy un artista o no, lo que sé es que mi obra provoca cosas, y eso me parece lo más divertido. Lo que importa es la obra, no yo.
¿Qué es el arte para vos? ¿Hay límites para definir qué es y qué no es?
Es lo mismo que preguntarse: ¿qué es el amor? No tengo la más mínima idea. No creo que tengan límites. Tienen pruebas multiple choice y reprueban absolutamente siempre. Quizás sean aglutinantes imperfectos para olvidarnos en algunos momentos, solo en algunos pequeños momentos, que todo se termina muy rápidamente. Por eso, si Dios clonase pan…
Tuviste una guerra de canciones con Simón Poxyrán en el 2018, puntualmente sobre la escena indie nacional. ¿Cuál es tu opinión en la actualidad sobre la movida?
Yo no tuve ninguna guerra. Yo no dediqué ninguna canción. Yo opiné sobre algunas cosas que pienso estético-políticas que me parecían tristes para una generación que considero que es mejor que la mía (o debería serlo) ¡y que votan! Y que por momentos reflejaban mecanismos de políticas macristas para promocionarse. Solo eso, y quien mejor entendió eso fue el mismo Poxyran. Humor, discusión generacional, mover el avispero un poco. Las revoluciones son desprolijas y los cambios generacionales también. Jugar un poco con eso para que se pongan en el tapete algunas cuestiones me parece absolutamente necesario. No soporto el clima de “ser todo lo que está bien” o “el amor garpa”, todo eso está haciendo mierda la cabeza de mucha gente. Los políticamente correctos. No todo es lo mismo, no todo se puede estandarizar, no todo puede ser Pinterest o pagar seguidores en Instagram. Me encantaría que fueran guerras de pensamiento de verdad pero lamentablemente gana el puterío barato, la censura de los poderosos y el cagazo de los que creen que la discusión del arte tiene que ser la falsedad de la unión y creo justamente lo contrario. Sin conflicto no hay creatividad. Estamos viendo los resultados en muchos casos del presente.
Como artista plástico, ¿estás trabajando en nuevas obras?
En muchas a la vez, como siempre. Hay una nueva serie de pinturas que se llama “Hay que tener en cuenta que el destino más probable de un clavo es que reciba un martillazo”. Lo editará Coney Island como libro-mazo de cartas. Son retratos de gente pintados en acrílico arriba de impresos originales de diseños arquitectónicos de principios de siglo XX.
Leí un artículo en Página/12 que relataba los incidentes violentos que tuviste en Córdoba, para que se interrumpa una muestra de tus obras. ¿Querés contar qué sucedió?
Era la presentación de un libro con una recopilación de mis dibujos de 1990 al año 2001. En el lugar colgué 21 originales a modo de exposición para acompañar la presentación. Esa mañana salió una nota en el diario La voz del interior donde publicaban varias de mis obras para ilustrar la entrevista. Llegaron amenazas a la municipalidad y al Centro Cultural España Córdoba para dar de baja mi presentación y mis cuadros porque se los consideraban blasfemos. Yo me opuse a la baja de esos cuadros ya que creía que el director y su vice director de ese momento estaban avalando la censura previa. Ellos decían que descolgar esos cuadros era para estar en paz… La cuestión es que cerca de la hora de la inauguración fue un cura al cual dejaron entrar a la expo para hablar con el director, después el hermano abogado del cura. En menos de una hora la puerta del lugar estaba llena de niños rezando, luego gente más grande y luego directamente orcos violentos pidiendo que ruede mi cabeza. El público que quería ir a la expo y presentación del libro era mucha y se fue juntando en la puerta del lugar y a discutir con esta “gente de fe” que impedía la entrada al público mientras un grupo de cinco personas entraron, rompieron la puerta antigua del lugar, la puerta de blindex, la puerta de la sala donde estaban mis obras y destruyeron 21 originales rompiéndolos en pedacitos, manchándolos con sangre (al igual que las paredes y columnas del lugar) al grito de “¡Esta es la sangre de Cristo!”. Adentro había seis policías que no hicieron nada. El director y el vice se encerraron en su despacho. Solamente los laburantes del establecimiento salieron a enfrentar a las bestias. A mí me encerraron en un depósito donde había una computadora y veía en los portales de noticias todo lo que estaba pasando. Demencia. Actos de violencia y persecución siguieron hasta hace unos años. Les hice juicio que quedó sospechosamente en la nada, me gustaría retomar la causa. Todo muy lamentable. Ya aquí en Buenos Aires me agarraron a piñas en el estomago en el subte dos pibes con dos crucifijos gigantes que colgaban de sus cuellos. Sumado a amenazas de muerte por mail, cartas de Bergoglio y un escándalo de magnitudes espeluznantes. Creo que lo mejor que puedo sacar de esto es que se abrió un debate muy importante. Como te decía antes, la obra genera cosas y eso es bienvenido según mi modo de ver. Siento que falta un poco de esa pimienta en estos tiempos. León Ferrari me llamó para felicitarme y dar su total apoyo. Eso fue enormemente gratificante. Nos queríamos, nos unió algo importante. ¡Viva León Ferrari!
En el libro El Reino de Dios está con vosotros, del escritor ruso León Tolstoi, cita: “Creemos que la ley del talión del Antiguo Testamento, ‘Ojo por ojo, diente por diente’, fue abolida por Jesucristo. Conforme al Nuevo Testamento, todos sus discípulos han predicado el perdón al enemigo en vez de la venganza, en todos los casos y sin excepción alguna…”. El grupo fundamentalista parece que olvidó parte del mensaje de paz y no violencia de Jesús…
Son muy conscientes y disfrutan de la violencia que ejercen. Son nazis. Misóginos. Homofóbicos y muchas cositas más del mundo de los orcos desmembradores de ideas. A Jesús se lo comerían crudo.
¿Qué pasa por tu cabeza cuando se generan actos de censura y cuartan la libertad de expresión? ¿Creés que ninguno de esos actos es justificable?
Me genera mucha bronca. Yo no voy a quemar iglesias loco, es más, me encantan las iglesias. También me gusta cuando las pintan por fuera en manifestaciones. Lo que creo es que tiene que estar separada del Estado la “institución iglesia”. Las violencias son varias en muchos casos, una obra puede ser violenta. Pero no por eso hay que destruirla o sí, pero tiene que tener consecuencias legales. Lo interesante de esto, es lo que pasa con la mirada de las cosas según pasan los tiempos de pensamiento humano.
¿Y cuándo se trata de mensajes de odio, racismo, homofobia? ¿El artista o el comunicador podrían ser censurados?
Creo que se deben manifestar “artísticamente” también. Igual hay niveles de cosas en cuanto a lo que me pasa a mí en lo personal y mi indignación en el caso de que fueran obras que hablen de odio, racismo, homofobia, pero no por eso voy a ir a destruirlas. Prefiero que hagan obra y se expresen a que maten gente.
Sin irnos a extremos, creo que a veces el ser humano se anticipa en señalar muchas obras artísticas por su apariencia, pero no se detiene a ver el trasfondo crítico de la misma, ¿cuál es tu opinión al respecto?
El humano está perdiendo la capacidad de asombro y acelerando sus tiempos de contemplación y pensamiento. Se aceleró todo a niveles muy nocivos. ¡Todo tiene que ser ya y exitoso! Y ese vacío se ve en la gran mayoría de las cosas. Es triste pero hay muchísimas excepciones también que dan respiro a tanta superficialidad berreta y mediocre. La meritocracia apesta.
Para cerrar la nota, dejanos algunas recomendaciones: un disco, un libro y una película.
Un disco: Eydie Gormé canta en español con Los Panchos. Un libro: Una pareja de escritores de Raymond Chandler. Y una película: ¿Quieres ser John Malkovich? de Spike Jonze.
Escuchá Exagerado en todas las plataformas de streaming.