En el fragor de los últimos suspiros del siglo XX, el mundo parecía detenerse a medida que se acercaba el fin del milenio. Era el año 1999 y en el aire se percibían vientos de cambio teñidos de una incertidumbre colectiva por lo que vendría después. En medio de ese clima enrarecido, American Football, un grupo formado por jóvenes de Illinois, se presentó al mundo con su primer álbum de estudio homónimo cargado de sensibilidad y letras introspectivas.
“Éramos bastante conscientes en tratar de hacer algo que pensábamos que valía la pena escuchar -dice el baterista y trompetista del grupo, Steve Lamos, en conversación con Indie Hoy sobre su disco debut antes de su primera presentación en Argentina-. Que siga siendo valorado por jóvenes y adultos después de tantos años de su salida, para nosotros es conmovedor porque fue compuesto desde un lugar muy sincero”.
Con astucia, el conjunto estadounidense logró amalgamar dos géneros por entonces reticentes como lo eran el emo y el post rock, con un álbum homónimo que era único y pionero en su estilo, donde la lírica oscura y endeble se mezclaba de forma coherente con una instrumentación compleja pero sutil. A pesar de esto, la recepción por parte del público no fue la mejor de todas aunque eso no los molestó ya que la banda no parecía ser un proyecto a largo plazo. “Desde antes de grabarlo sabíamos que nos íbamos a separar -explica Lamos-. El solo hecho de que haya sido publicado fue todo un logro“.
Y así fue, poco después del lanzamiento de su primer disco, que American Football se despidió del mundo. No volvieron hasta 15 años después, con el resurgimiento de su LP debut -que fue reeditado con material extra- y por insistencia de su público que, con los años y el auge de internet, había crecido de forma considerable y en diferentes países. En 2016, decidieron publicar un segundo álbum de estudio, un trabajo más maduro y macerado con el que intentaron hacerse cargo del fenómeno que habían generado, aunque sabiendo que todavía podían dar más.
Tres años después, presentaron su tercer y último disco hasta la fecha, también titulado con el nombre de la banda -como si fuera un capítulo más en su historia-, con Jason Cupp en la producción y grabado en Nebraska al igual que su predecesor. Sin emabrgo, para esta ocasión decidieron abordar la composición de una manera esencialmente diferente, conociendo sus propias virtudes y explotándolas al máximo. Como resultado, llegaron a “una versión mejorada” de lo que podían ser.
Conocido entre los fanáticos y los propios miembros de la banda como “LP3”, este disco planteó un reseteo en su forma de concebir la música que abandonaba la necesidad de atarse a lo que alguna vez fueron. El contraste entre esta obra y las demás queda evidenciado desde su arte de tapa: donde los dos álbumes anteriores presentaban la fachada y el interior de una casa, ahora la banda muestra un paisaje al aire libre en los límites de Urbana, su ciudad natal, anticipando un nuevo sonido expansivo, fresco, que se aleja del confort del hogar y abraza nuevas texturas.
¿Cuál es el presente de American Football?
Ahora todos tenemos nuestra propia familia y la banda queda relegada a encajar entre los fines de semana, las vacaciones escolares y todo ese tipo de cosas. Dicho esto, sigue siendo algo maravilloso. Personalmente, me siento bastante afortunado de poder seguir haciendo esto más allá de mi vida cotidiana dando clases en la universidad. Ahora vamos a viajar a Sudamérica por primera vez y nos emociona ir a esa parte del mundo a tocar. Aunque la experiencia de seguir estando en una banda pueda ser un poca agitada por momentos, yo lo tomo como una bendición, sobre todo a esta edad.
Se cumplieron 24 años desde el lanzamiento de su álbum debut. ¿Qué reflexiones les trae, después de tanto tiempo, acerca del impacto cultural que tuvo y lo que significa en la actualidad para mucha gente?
Todavía me sorprendo de que ese disco tenga 24 años. Me pasa que viene de una etapa muy diferente de mi vida. Este año voy a cumplir 50, entonces lo siento como si fuera un hijo adolescente que tuve la suerte de criar. No lo entiendo del todo. Me cuesta entender cómo todavía tiene relevancia para un montón de gente hoy en día, incluyendo a muchos jóvenes. La última vez que tocamos fue a principios de este año después de no hacerlo durante un periodo de tres años y me sorprendió que haya tantos fanáticos de nuestra música y de este disco en particular. Varios de ellos son chicos jóvenes que todavía están en la secundaria. Yo tengo hijos y, aunque no son tan mayores como este disco, se están acercando a esa edad, así que es interesante pensar en el valor que la gente le da a pesar de todos estos años. Que después de 25 años siga significando algo para alguien, para mí es realmente conmovedor.
El álbum se considera pionero en su estilo. ¿Qué los inspiró a crear ese sonido?
Creo que tuvo mucho que ver con la música que estábamos escuchando por aquel entonces y que sonaba en Chicago: mucho post rock, indie y jazz. Esa música tuvo gran influencia en el emo que estaba surgiendo en ese momento. Se unieron muchos factores diferentes, muchas referencias. Éramos jóvenes y estábamos en la universidad, así que teníamos mucho tiempo para concentrarnos en la música. Me acuerdo que pasaba mucho tiempo tocando y practicando en esa época. Así que fue una conjunción de cosas: el indie de Chicago, junto con el jazz y otras cosas que todos estábamos escuchando. Si fuimos deliberados en algo, fue que en ese momento había mucha música emo más fuerte, y nosotros nos sentíamos atraídos por una versión más suave y limpia de ese estilo. Todo eso llevó a que el disco sea lo que es.
Estabas hablando sobre el impacto que este disco en particular tuvo en los adolescentes. Ahora, muchos jóvenes descubren la banda gracias a TikTok. ¿Cómo te sentís al respecto?
Para nosotros es algo realmente halagador e interesante. Me alegra mucho que todavía le parezca bueno a toda una generación que no es la mía. Significa mucho para nosotros. Dicho esto, mencionaste TikTok. No entiendo TikTok, no lo uso. Logré entender un poco Instagram para poder mostrar algunas de las cosas que me gusta hacer musicalmente, tanto en American Football como en otros proyectos. Pero es fascinante ver cómo la gente se involucra con nuestra música, o utiliza pequeños fragmentos de las canciones para musicalizar sus memes, esos que se relacionan con la imagen de la casa del primer LP y cosas por el estilo. Y constantemente recrean su noción de la música de nuevas maneras que les resultan interesantes o significativas, o simplemente tontas, perdiendo el tiempo en Internet de la manera en que todos lo hacemos a veces. Así que sí, creo que Internet ha sido el mejor amigo de esta banda. De hecho, Internet hizo posible nuestra reunión, porque cuando lanzamos el primer disco no había un interés real por lo que hacíamos, no le importábamos a nadie. Tengo muchas historias, muchas personas me han contado historias sobre cómo escucharon esto por primera vez en un CD grabado o cómo accedieron a él en LimeWire o en algunos de estos primeros servicios de intercambio de archivos. Y aunque no entiendo TikTok, supongo que estoy agradecido de que la gente dedique tiempo y energía a jugar con las cosas que hemos hecho en Internet. Ayuda y supongo que también significa algo para ellos.
Después del éxito del álbum decidieron separarse. ¿Qué los llevó a tomar esa decisión?
No creo que haya tenido un gran éxito cuando se lanzó la primera vez. Recuerdo que las críticas del álbum fueron bastante negativas. Al menos las primeras críticas que leí cuando salió no eran muy halagadoras y sabíamos que la banda no iba a durar. Los chicos se estaban mudando de vuelta a Chicago, habían terminado su licenciatura, y yo estaba haciendo un posgrado. Después no tocamos durante 15 años, no teníamos ningún plan a futuro con el proyecto. Podría decirse que somos un ejemplo sobre qué cosas no se deben hacer en la industria de la música, estratégicamente hablando.
El último álbum del grupo fue un lanzamiento bastante particular por una serie de características. Por un lado, se animaron a incorporar nuevos sonidos y texturas que algunos comparan con el shoegaze. Por el otro, incluyó colaboraciones de artistas reconocidos como Rachel Goswell de Slowdive, Hayley Williams de Paramore y Elizabeth Powell de Land of Talk…
Creo que cada uno de nosotros tiene una relación diferente con ese tipo de música y ese término, el shoegaze, pero en lo que sí coincidimos es que lo interesante radica en el efecto del sonido en sí mismo, ¿no? Y en las texturas y las atmósferas. Yo diría que lo que hicimos en ese LP fue una especie de jazz de fusión. No es shoegaze en sí, pero sí es música con muchas texturas. A medida que nos fuimos poniendo viejos, fuimos adentrándonos cada vez más en esos sonidos y a preguntarnos cómo crear un paisaje sonoro. Después, sobre las colaboraciones, creo que fue Mike [Kinsella] quien conocía a Rachel, Hayley y Elizabeth. Con Elizabeth ya teníamos un poco de relación porque habíamos compartido algunas giras con ella y su banda. Personalmente, no conocía a Rachel ni a Hayley en absoluto, pero Mike pensó que sus voces serían un buen complemento para la dirección en la que estábamos encarando este nuevo álbum. Terminé estando muy orgulloso de esas tres colaboraciones, de hecho, son algunas de las que más me enorgullezco de haber participado.
¿Cómo describirías la evolución de la banda desde el álbum homónimo hasta su último disco?
Bueno, fue justamente eso: una evolución constante. Por ejemplo, cuando volvimos en 2014, nuestra prioridad fue aprender a tocar en vivo el álbum debut y eso nos llevó tiempo, energía y mucho esfuerzo. Durante esos años, todos estuvimos haciendo cosas diferentes. Mike, por su parte, hizo música con su proyecto solista y otras bandas. Yo también hice algo de música por aquella época, pero nada muy relevante, y Steve Holmes se había desligado completamente de la música. Por eso que fue como empezar de cero con esas canciones. La necesidad de hacer temas nuevos apareció un par de años después cuando llegó Nate [Kinsella], el bajista. Él no formó parte del material original de LP1, pero rápidamente quedó bien en claro cuán importante y fundamental era lo que aporta a la banda, y nos reinventamos para el LP2. Hay momentos en ese disco y en el LP3 también de los que estoy realmente orgulloso. Creo que algunas de las canciones más grandes, pesadas y repetitivas, o esas que intentan dar sentido a la repetición, son mis de mis favoritas además de que son divertidas de tocar en vivo. En este punto de nuestras vidas, lo único que queremos es abrazar nuestro presente y tratar de hacer la música que nos gustaría escuchar.
En 2021 dejaste la banda. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión? ¿Fue por razones personales o simplemente estabas cansado?
Ocurrieron muchas cosas, no puedo mentirte. Había ciertas cosas en el grupo que, en ese momento en particular, no estábamos trabajando bien en la comunicación. Llegó el covid y, desafortunadamente, uno de mis familiares se enfermó y falleció. Al mismo tiempo, obtuve un nuevo trabajo administrativo en la universidad en la que trabajaba, con nuevas dinámicas y exigencias, entonces fue una conjunción de cosas. Era evidente que necesitaba cambiar algo de mi vida. Aunque suene raro, me alegra haber tomado esa decisión. Sin embargo, después de un tiempo me di cuenta que extrañaba mucho a los chicos y a la música, así que decidí llamarlos para ver en qué estaban. A partir de ahí, tuvimos algunas buenas charlas sobre si realmente teníamos ganas de seguir haciendo esto. ¿Qué podríamos hacer de forma diferente? ¿De qué forma podríamos comunicarnos mejor? Me alegra que me hayan aceptado nuevamente en la banda. Cada vez que hacemos esto, tratamos de apreciarlo por lo que es, porque cuando desapareció de mi vida me afectó de una manera que no esperaba.
Después de todo este tiempo, siempre recalcan la importancia de la conexión emocional que tienen con su audiencia. ¿Qué buscan generar en los demás?
Poder tocar música y participar de algo que es espiritualmente positivo en medio de todo este horror en el que estamos inmersos, con lo que sucede en Israel y en Gaza y en Ucrania, no tiene precio. Poder canalizar esa tristeza o impotencia que genera la violencia que nos rodea tiene un efecto poderoso. La música me regala algo nuevo todos los días, incluso si tengo que lidiar o procesar momentos realmente difíciles. Espero que esta no sea una respuesta demasiado sombría, pero creo que la música es un salvavidas para todos nosotros en momentos difíciles. El hecho de poder comunicarme con vos desde la otra punta del mundo también me conmueve, porque es interesante pensar que algo que hicimos hace mucho tiempo tuvo la trascendencia suficiente para llegarle a gente de otros países, donde tal vez nunca estuvimos físicamente. Eso es realmente especial.
American Football se presenta el lunes 20 de noviembre a las 19 h en C Complejo Art Media (Av. Corrientes 6271, CABA), entradas disponibles a través de Passline. Escuchá American Football (LP3) en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).