Corría el año 1998 y en Chile comenzaba a sonar fuerte una propuesta de hip-hop liderada por una chica llamada Anita Tijoux y su compañero de líricas Seo2. La banda era Makiza y rápidamente causó controversia en la sociedad trasandina producto de sus letras con contenido social y crítico que inquietaban a quienes acostumbraban a encender la radio y mover el pie al compás de exclusivamente las archiconocidas canciones de amor y hits del verano. Con Vida salvaje, lanzado en 1998 de manera independiente, y Aerolíneas Makiza, en 1999 por Sony Music, la agrupación logró reavivar la música contestaria que no se escuchaban masivamente en la “música joven” desde bandas como Los Prisioneros, y de esta manera ganó gran visibilidad tanto en Chile como en el resto de Latinoamérica. Poco tiempo después –específicamente en el año 2000- Makiza llegó a su fin, pero la carrera de Ana recién comenzaba.
Nacida en Lille, Francia, en 1977, la hija de chilenos exiliados en la dictadura de Pinochet encontró su verdadero hogar en el corazón del hip-hop. Por testimonios múltiples podemos saber que puede resultar muy complicado para quienes fueron expulsados de su tierra sentirse cómodos y parte de un entorno y una comunidad cuya cultura es tan disímil a la propia. Por esta razón, Ana María Merino (nombre real de Tijoux) se abrazó a las rimas, generando su identidad en ellas, y al llegar a Chile en 1993 junto a sus padres para establecerse definitivamente en el país, entró poco a poco en la escena de rap local, armando sus propios proyectos musicales y colaborando luego de algunos años con bandas importantes como Los Tetas o Los Tres.
Tanto en Francia como en Chile, la rapera hoy mundialmente conocida ha construido una fortaleza con palabras y ritmos, con actitud y valentía. Poniendo en primer plano un discurso feminista y anti-imperialista que musicaliza con beats e instrumentos propios de latinoamerica, Tijoux ha sido convocada para dar charlas en Harvard acerca del rol del hip-hop en la sociedad y actualmente su música es aplaudida y citada tanto por públicos populares como por reconocidos académicos gracias a las pensantes y punzantes líricas incluidas en sus discos solista Kaos (2007), 1977 (2009), La bala (2011) y Vengo (2014).
La compositora del aclamado tema “Shock” llega a Buenos Aires este martes 24 de mayo para presentarse junto a Morbo y Marbo y Miss Bolivia en el Festival Sonidero del Mundo, pero antes dio una entrevista exclusiva a Indie Hoy.
Hacerte una entrevista quizá pueda resultar redundante, pues en tus letras es posible conocer mucho de tu opinión, de tu forma de pensar, de tu ideología, si se quiere. Si bien hay metáforas, tus letras son siempre bastante directas. ¿Cómo te llevas con esta autoexposición? ¿Cuáles son los pro y los contra de tener una lírica directa e incisiva? ¿Cómo te sentís con el hecho de que mucha gente te sienta como un referente?
No creo en los referentes porque no creo en las iglesias. Obviamente uno se ve afrontado de forma permanente a éstas contradicciones y pelea con ellas en el cotidiano. Para ser honesta, yo sigo batallando constantemente con éste tipos de cuestionamientos y con mi propia autoexposición.
Hoy en día hay una fascinación masiva por “lo feminista”, tanto que quizá pueda tener que ver con una forma más del mercado de frivolizar una lucha y comercializarla. En tu arte hay mucha lucha contra la sociedad machista, ¿cuánto ?de esto hay en tu cotidianeidad? ¿Cómo te llevás con la industria musical y sus ?constantes imágenes estereotipadas de la mujer?
Pues claro, como mencionás el mercado es capaz de captar todo, hasta la palabra y sus profundidades, transformando conceptos tan necesarios como el feminismo y pasarlo a un comercial para perfumes. Es complejo porque vivimos en un momento histórico donde la extrapolación de la mujer y el abuso de los cuerpos se ven afrontado tanto en el cotidiano como en la industria musical. Así que diría que uso mi tabla de surf para capear las olas de la violencia de los medios y como muchos y muchas voy paso a paso reformulándome incluso en la palabra, ya que el machismo lo tenemos tan arraigado que es una lucha cotidiana. Sobre las expectativas del medio musical me río, y debo decir: nada mas bacán que envejecer cuando te vas reafirmando en la identidad.
Chile tiene una movida de hip-hop importante. ¿Qué proyectos musicales ligados a este género podés recomendar? ¿Por qué crees que en Chile éste sea un género tan popular y que se les da tan bien?
El trabajo de varios compas está hermoso en todos sentido. Pienso en Dania Nekko, Portavoz y Frente Sur, Baja Vida, Liricistas Hordatoj, Jonas Sanchez y tantas otros…. Chile es un país de poetas y si bien la dictadura cultural se instaló durante 17 años y ha seguido con la “democracia”, la palabra parece seguir siendo una piel que llevamos todos y nos reconocemos en ella, es decir sigue vigente en el cuerpo social.
¿Cuán importante crees es la música en el proceso social de un país? ¿Crées que puede lograrse un cambio a través de ésta?
La música es un eslabón fundamental en los procesos porque van acompañando de la mano la historia y sus procesos, y no solo la música, sino que el arte en todas sus formas. Ahora: la música no cambiará nada si no existen cambios estructurales. Es necesario la unión de todxs, desde el campesino, la pobladora y así sucesivamente….
¿Cuál es tu momento favorito para componer? ¿Cuáles son tus influencias musicales y extramusicales?
No existen para mí momentos favoritos, éstos llegan sin previo aviso, dependiendo de la capacidad de inspiración y de síntesis también de ellos. Escribo mis canciones, pero las canciones son el fruto de conversaciones, de sobremesa, de reflexiones, y de experiencias personales por lo cual nunca son tan de uno, son de mucha gente que me ha inspirado. Mis referentes son tan amplios como la vida misma, ahora si tengo que sintetizar diría que Chico Buarque, Nina Simone, Fela Kuti, Miles, Public Enemy, Krs One entre tantos otros; y extra musicales los documentales, que los amo, y todas sus vertientes.
¿Qué es lo que esperás y/o te gustaría que provoque tu música en quien la oye?
Que se logre mover la montaña 5mm más, te habría contestado hace unos años. Ahora te diría que la persona que quizás escuche se anime a cantar también y que nos multipliquemos.
¿Cuál es tu relación con Argentina y su música?
Conocí la música Argentina por una película que me parece fue una co-producción francesa – argentina si mal no recuerdo de una película llamada Sur. Debo haber tenido unos 10 años cuando la vi en París y fue con el Tango de Piazzola con Roberto Goyeneche que me enamoré por primera vez de Pianola y empece a escuchar con desgarro su música.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Seguir con mi tabla de surf ante el mundo, más porfiada que nunca quizás y bueno, componer de la manera más libre posible.