Con una vida ineludiblemente destinada a la música, Bebel Gilberto supo trazar su propio camino y así alejarse de la sombra de su familia para brillar por sí misma. Hija de la famosa cantante Miúcha Buarque y del reconocido músico brasilero João Gilberto, Bebel estuvo expuesta a lo largo de toda su vida a una infinidad de manifestaciones artísticas y culturales que la formaron y terminaron de moldear su amor por la música.
De subirse a los escenarios junto a su madre, -siendo tan solo una niña de 9 años-, a ser corista y gran amiga de David Byrne; de cantar para un puñado de familiares, a estar nominada a los premios Grammy y recorrer el mundo haciendo tours. Estos son solo algunos de los incontables momentos que forjaron la experiencia tajante e indiscutida que la artista adquirió en más de 25 años de carrera y que, muy a su pesar, la coronan como “la nueva esperanza de la bossa nova”.
Este año Bebel sacó su sexto disco de estudio, un trabajo con una impronta mucho más relajada y distendida en comparación a trabajos anteriores. “No teníamos la obligación de hacer un disco nuevo ni tampoco un tiempo estimado para terminarlo. Eso lo hizo más fácil y nos sacó mucha presión”, cuenta la cantante sobre cómo fue volver al estudio y agrega: “pudimos trabajar a nuestro tiempo y en otros proyectos paralelos”.
Agora no representa solamente un disco más en la carrera de Bebel: es un antes y un después en cuanto a su forma de crear y percibir la música. Con la producción a cargo de Thomas “Doveman” Bartlett -productor reconocido por sus trabajos junto a St. Vincent, The National y Florence + The Machine– este proyecto es su más ambicioso y atrevido hasta el momento.
Este disco es el más experimental que hiciste. No se parece en lo absoluto a ningún otro…
¡Lo es! De hecho, a Didi Gutman [tecladista de Brazilian Girls y Meteoros] con quien somos grandes amigos, se podría decir que hermanos, le mostré el disco y no lo podía creer. Me dijo que era una decisión muy valiente de mi parte y que no esperaba que tomara tantos riesgos en cuanto al sonido de este nuevo disco.
¿Cuánto influyó Thomas Bartlett en este proceso?
Thomas fue más como un compañero. Todo lo decidimos juntos. Él me dio muchísima libertad y lo hizo mucho más fácil para mí. Se arriesgó al mismo tiempo que lo hice yo. Fue un trabajo en equipo, casi como un viaje juntos. Ambos acordamos en el sonido, en las melodías, básicamente en todo. También fue el encargado de presentarme a Jennifer Charles, de Elysian Fields, quien fue de gran ayuda a la hora de componer las letras.
En el disco hay una canción para tu padre, “O Que Não Foi Dito”. ¿Cuándo la escribiste?
Le escribí “O Que Não Foi Dito” cuando obtuve el contrato de mandato para administrar sus deudas de aquel entonces. Me sentía súper culpable. No es algo fácil pagar las deudas de tu padre. Él estaba adeudando muchas cosas y a raíz de eso, teniendo muchos problemas personales y con su departamento, de hecho fue echado del lugar. Entonces yo tenía que hacer algo. Tuve que intervenir porque sabía que era la única de familia capaz de hacerlo. Lo hice y también escribí esta canción. Lo que estaba tratando de hacer o de decir con esta canción era explicarle cómo me sentía con respecto a todos los asuntos en los que él se metió, el mal manejo de sus finanzas y de sus derechos de autor. Porque no pude decirle todo lo que hubiese querido.
Hay una canción en español también, “Bolero”. ¿Cómo salió esa idea?
Salió porque amo hablar en español. Sé hablar un poquito porque viví en México. Así que un día llegué al estudio y le dije al productor que quería hacer una canción en español. No tenía melodías, ni letra, ni nada, solo sabía que quería que sea en ese idioma. Así que Thomas me mostró algunas maquetas y me encantaron. Inmediatamente después de escuchar esas ideas comencé a escribir “Bolero”.
Se cumplieron 20 años de Tanto tempo, tu primer álbum. ¿Qué sentís al escucharlo?
Amo ese disco. El otro día lo estaba escuchando de nuevo porque me sentía muy nostálgica. Tanto tempo es algo de lo que me siento muy orgullosa. Cuando salió el disco realmente pude ser yo, y sentí que podía crear mi propio sonido. Es todo lo que esperaba.
¿Es verdad que decidiste volver a Brasil de manera permanente? ¿Por qué?
Bueno, las cosas se volvieron algo difíciles para mí porque tuve que volver por mi familia y para hacerme cargo del patrimonio de mi padre. Todo eso significó mucha presión. Pero por otro lado, también tengo un lugar acá, mi propio departamento, y nunca había tenido uno. Entre los tours, los viajes, y demás, jamás pude tener mi lugar propio. Ahora estoy acá, con mi perro, la vista que tengo es hermosa, no me puedo quejar. De todos modos, si no existiese esta pandemia, estaría viajando por todos lados.
¿Y cómo ves la situación actual de Brasil con la pandemia y el rol de Jair Bolsonaro como presidente?
Es una pregunta difícil. Estamos viviendo tres crisis: una crisis económica, la pandemia y una crisis política. Y eso es mucho. Todos los días se pone peor y me pregunto cuándo va a terminar todo esto. No veo la luz al final del túnel. Hoy trato de no ver tanto las noticias para no obsesionarme con esto. Pero este tipo [Jair Bolsonaro] es completamente irresponsable. No tenemos Ministro de Salud, no tenemos Ministro de Educación… ¿cómo puede ser eso posible? No lo sé, es difícil.
A lo largo de tu carrera colaboraste con una infinidad de músicos. ¿Te gustaría volver a colaborar con un artista argentino?
¡Me encantaría! Hay tantos argentinos talentosos. Me acuerdo que Juana Molina abrió un show para mí en Nueva York y ahora es una gran estrella. Me gustaría hacerlo con ella.
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