Casi dos décadas han pasado desde que los Bicicletas se juntaron a ensayar por primera vez. Después de un largo recorrido por el circuito indie porteño cosechando cuatro discos y un puñado de EPs, Julio Crivelli, la voz principal de la banda, decidió partir para crear un proyecto que retomara el costado más rockero de Bicicletas que empezaba a quedar atrás.
Ahora Federico Wiske, Ruki Pardo, Diano Repetto y Nacho Valdez reencarnan como Bicicletas3000 y solo quieren bailar entregados al beat. La prueba está en la seguidilla de singles cargados de sintes que vienen sacando desde el año pasado: “Bipolar“, “Ni idea“, “Transparente” y “Clave simple mental suave“. Finalmente, la pandemia no pudo arruinar sus planes y el disco completo titulado al igual que su nuevo alias acaba de salir.
¿Cómo fue este renacer en Bicicletas3000? Supongo que la salida de Julio habrá sido clave.
Federico Wiske: Sí, llegamos a un momento en que ya teníamos muchas diferencias artísticas. Julio quería encarar para un lado más country, más blusero, más de guitarra acústica y nosotros cuatro teníamos más ganas de movernos para un lugar un poco más del beat, de las bases y siempre del lado de la psicodelia. Tuvimos un par de charlas y nos sinceramos de que queríamos ir para distintos lados. Somos amigos y nos conocemos hace un montón así que no hubo bronca ni conflictos.
Decidieron entonces modificar el nombre con un agregado, ¿por qué 3000?
FW: A la banda le pusimos Bicicletas por Bicicleta 2000, un ácido que salió ese año. Le pusimos ese nombre en honor a Hofmann, el que encontró la formula química del LSD. Como venimos haciendo un upgrade con la banda le pusimos 3000. Nos pareció que estaba bueno.
¿Cómo decidieron que Fede pasara al frente como cantante principal? ¿Barajaron opciones o se dio de manera natural?
FW: Se dio bastante natural porque en todos los discos de Bicicletas siempre metí dos o tres canciones y también canto en otra banda así que tengo mis movidas también como cantante. En un momento lo charlamos un poco pero a mí la verdad que me dieron ganas de aportar ese rol, además porque me gusta hacerlo. Tenía ganas de explorar la creatividad por ese lado. No se Ruki qué piensa pero para mí fue muy natural.
Ruki Pardo: Sí, para mí no había otra opción. Cuando Julio decidió partir nunca se nos pasó por la cabeza que cantara otra persona. A mí siempre me gustó mucho cómo canta Fede, él siempre hizo coros en la banda y además muchos de los temas más representativos de la etapa anterior fueron compuestos por él. Yo siempre quise que Fede cantara sus temas así que cuando se fue Julio fue la oportunidad de decirle: “Alumno Federico, pase al frente”. Fue lo más natural. Después de 18 años tocando juntos, meter una persona nueva, a cantar encima y que de golpe sea la cara visible de la banda, hubiese sido muy extraño.
Fede, ¿cómo te sentiste en este nuevo rol?
FW: Artísticamente todavía me estoy acomodando un poco a ver cómo es mi interpretación. La otra banda en la que canto hace más fusión. Hacemos cumbia, folclore, tiene otra vibra la voz y en Bicicletas estoy buscando otras formas y me parece super interesante, también con respecto a las melodías y la composición.
¿Cómo fue componer estas canciones nuevas ya como cuarteto?
FW: El disco nuevo lo arrancamos produciéndolo nosotros, después se sumó el Panda [Ezequiel Spinelli] que nos ayudó a acomodarnos estéticamente, a encauzar un poco las ideas. Y la composición del disco estuvo bárbara, fue súper natural. Termina sonando muy beatero, como de estética de productor DJ, pero la cadencia y los ritmos, el gen de cada beat, salió de zapar en vivo. Este método de composición es medio nuevo para nosotros. Tocamos mucho en la sala de ensayo, explorando los cuatro nuestro sonido y después encontramos una nueva estética a través de la compu. Ahí yo me metí bastante, hubo una preproducción importante.
Este disco nuevo parece una continuación coherente del anterior, Dos lunas (2017), donde ya empezaban a sonar más elementos electrónicos y las guitarras se corrían del centro. Aquí parecen haber encontrado el sonido que andaban buscando.
RP: Sí, totalmente. Yo siento que en esta nueva etapa se definió parte de nuestro estilo. La pata del beat, del ritmo, siempre la tuvimos muy marcada, es algo que siempre perseguimos. Y es cierto eso que decís, en Dos lunas hubo como pequeños gérmenes que empezaron a florecer en futuros desarrollos de Bicicletas. De hecho, el tema que le da nombre a ese disco, que fue una creación a partir de un cuento de Bioy Casares que sacamos antes, fue como un primer paso hacia este modelo de composición y producción que implementamos ahora. No tanto de meternos en la sala con todos los instrumentos a tocar, a ver qué sale, sino algo más organizado y estratificado por capas, una cosa más de laboratorio. En Dos lunas ya sentíamos que teníamos que elegir entre la guitarra o el beat y nos inclinamos hacia el beat. Ahora en el disco nuevo esa decisión fue mucho más allá y la idea se terminó de cristalizar.
FW: Yo creo que los cambios se dieron de una forma muy consciente. Además, la poética psicodélica de este disco nuevo siento que tiene mucho más que ver con la estética de la banda en general. Hubo veces que sentía que ese concepto chocaba con lo musical y me hacía ruido. Y creo que eso hizo que nos separáramos de Julio.
Venían presentando singles de este disco y cayó la pandemia. ¿Cómo afectó los planes que tenían para este año?
RP: ¡Influyó en todo! ¡Justo el 27 de marzo teníamos una fecha! Obviamente no se pudo hacer. Y después teníamos pensado sacar más canciones y ya en junio estar presentado el disco. Todo esto detuvo los ensayos y los shows en vivo siguen sin poder hacerse. Obviamente, trastocó las agendas y nuestro día a día. Imaginate que nosotros hace 20 años ensayamos dos veces por semana y de golpe ya no se pudo. Sin cuarentena a esta altura ya habríamos sacado el disco, ya hubiéramos tocado y estaríamos quizás de gira en Córdoba.
Y después siguieron sacando singles, ¿consideraron en algún momento seguir haciéndolo y prescindir del formato LP, como es más común entre lxs músicos jóvenes?
RP: Yo soy un chico de vinilos, crecí con ellos, así que creo que muchas veces tienen una lógica para escucharlos enteros. De este disco nuevo me gustan los temas individualmente pero creo que escucharlo entero lo resignifica, me gusta pensar eso. No nos aferramos al formato, este disco fue parte de un proyecto de mecenazgo y por eso lo hicimos así, pero ahora por ejemplo ya estamos trabajando en temas nuevos y ni pensamos si va a ser un disco. De hecho, el plan era sacar un par de cortes y lanzar el disco. Al final seguimos sacando temas porque nos gustó, al no poder tocar en vivo es una manera de tener algo para contar por no haberlo contado todo de una sola vez. Esta forma te permite ir mostrando partes de lo que vamos haciendo.
Uno de los temas del disco es “Ni idea”, una colaboración con Zuker que ya habían sacado en febrero. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con él?
RP: A nosotros siempre nos encantó Zuker. Él ha hecho colaboraciones en vivo con distintos artistas con su proyecto Zuker XP y eso siempre nos pareció espectacular, algo que nos hubiese encantado hacer con él. No me acuerdo muy bien cómo fue, pero nos fuimos acercando, nos empezamos a cruzar y cuando empezó todo el proceso de este nuevo disco pensamos en él como productor. Vino a nuestro estudio un día para charlar y al ratito ya estábamos en la sala zapando. Él además de un gran DJ y músico en general, es un muy buen bajista, la rompe con el bajo. Y dijimos “bueno, hagamos un tema primero a ver qué onda”. Y así armamos “Ni idea”. Fue espectacular, como un sueño cumplido.
El mes pasado sacaron “Clave simple mental “suave” con un video de estética cósmica y psicodélica que también incluye el misterioso arte de tapa. ¿Hay algún concepto detrás de todo eso?
FW: Para mí desde las letras, el disco tiene una mirada hacia las cosas invisibles, de prestarle atención a eso que no se ve. De repente ahora con la pandemia eso que no se veía lo tenés en la cara y hay que empezar a revalorizar esas cosas. El disco tiene una mirada de futuro distópico, de la posibilidad de una vida como Mad Max. Ahora que estamos entrando en una medio así, todo ese contenido que tienen las letras resalta mucho más. Y no fue una casualidad. Esto que está pasando ya nos pasaba antes, ahora sólo está exacerbado.
¿Qué sienten sacando un disco sin poder presentarlo? ¿Cómo sigue todo ahora?
FW: Calculamos que al disco lo vamos a hacer circular un poco y después la idea es hacer un streaming en vivo dentro de un mes. Estamos viendo cómo hacerlo. Ya arrancamos con los ensayos con todos los protocolos y toda la bola para empezar a armar esa movida. Le venimos metiendo, pero venimos tranquis también. Me parece que estamos siendo conscientes de los tiempos que nos tocan. Medio que no queda otra pero también lo valoramos. Para mí, tiene su costado bueno. Cuando lo haces así, tranquilo, ves el tiempo que necesitan las cosas para poder realizarlas.
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