“Estoy solo en esto, si yo no genero las cosas no puedo esperar a que otros lo hagan por mí”, dice Diego Ignacio Billordo mientras prepara una servilleta para limpiarse la nariz. Está resfriado y aprovechando el invierno para hibernar. Necesita juntar fuerzas antes de subirse al micro para recorrer nuevamente el país.
En esta época sus movimientos son virtuales. Acaba de lanzar a través de Bandcamp su onceavo disco, Punk de Fogón, y todavía no comenzó la ronda de presentaciones que tiene planeada. La servilleta ya es un bollo que al final de la entrevista se convertirá en una verdadera montaña de papel arrugado a un costado de la taza de café.
¿Estás satisfecho con Punk de Fogón?
Para mí el disco está bárbaro. Estoy por cumplir 40 años, viví un montón de etapas de cómo se piensa un disco. Viví todas las etapas. Estoy conforme, estoy bien, estoy contento… es lo que tiene que ser. Me niego rotundamente a llamarlo EP a pesar de que tiene cuatro canciones. Un EP era un extended play sobre un single. Osea, se sacaba un single, después el EP y después el LP. Es una pavada que tenga que explicarlo pero hubo gente que me dijo: “Bueno, cuando hagas un disco full hablamos”. Raro.
¿Te recriminaron que no es un disco por la cantidad de temas?
Un disco es lo que vos presentás. La versión de fábrica va a ser un CD de 22 temas. Además… ¿cuál es el concepto de cada disco? Yo lo vivo así ahora. En una época las ediciones americanas no eran las mismas que las inglesas. Después empezaron a salir las ediciones belgas, italianas, japonesas. Venían con un tema más, un tema menos. La versión online de Punk de Fogón son cuatro temas y la versión en CD van a ser 22.
¿Van a ser temas nuevos?
Voy a meter varias cosas que hice el año pasado. Van a ir casi completos Nunca Tuve Un Hit Folk 1 y 2. Un tema de Es Emocionante Fracasar, otro de Revoltoso Anti Folk. Aunque los grabé con el celular y en una toma, todos tienen más o menos el mismo mastering y concepto que Punk de Fogón, pueden estar en un disco. Lo hicieron muchas bandas… Nirvana, Daniel Johnston. Siempre digo lo mismo: son fans del documental de Daniel Johnston pero no de su música. Si no, no se entiende que te recriminen la cantidad de temas, el audio, la forma de tocar. Son cosas para quejarse si se trata de Pink Floyd o Charly García.
¿Cómo descubriste esta nueva faceta o género que llamás “punk de fogón”?
Cuando hice los discos folk me di cuenta que eran muy acústicos. En vivo estaba haciendo temas de mi etapa anterior, más indie, más punk. No soy un cantante folk tradicional, mis shows no son para estar sentado y en silencio. Cuando giré solo por todo el país me pasó una cosa muy loca. Estaba ahí tocando con la criolla en una sillita en plan acústico pero todo el mundo pogueaba como si fuera una banda punk. Como si estuvieran tocando los Ramones o Fun People, eso no pasa con el folk. Yo mismo me reinvento en cada situación y pretendo que la gente me acepte así… el que me quiera aceptar. En los discos puedo ser una cosa, en vivo otra. Folk, anti folk, punk de fogón, trova punk, punk folk, peña punk, punk a la criolla… es mi esencia.
En tu música tenés muy presente el tema de las influencias. Te la pasás nombrando a tus artistas favoritos…
Porque arranqué en esto siendo fan. Sigo siendo fan. Tengo la suerte de que un montón de gente dijo que puedo ser alguien. Yo estoy acá porque un montón de gente dijo que yo podía estar acá, sino hubiese sido un capricho gigante. Van 16 años de carrera como Billordo, van 11 discos. Por eso siempre digo los números, las influencias. Tengo la humildad de seguir diciéndolo porque yo vengo por algo. Yo estoy acá porque la gente quiere que esté, yo voy a cada ciudad porque la gente quiere que vaya. Si después va más o menos gente tiene que ver con la música que hago y también con la movida. Quién te sigue, los lobbies, la guita…
Eso es algo que marcás siempre, más que a nada en tus redes sociales.
Y siempre lo voy a marcar. A mí me cuesta mucho esto. Laburo un montón solo, sin manager, sin prensa. Soy como una banda hardcore de los ’80, mantengo ese espíritu. Me manejo con los fanzines del 2016: Twitter, Facebook, Instagram. Tengo Snapchat pero no lo uso todavía, ya lo voy a agarrar. No me hice un Tumblr pero ya lo tendría que tener. Hace poco anoté en un cuaderno una por una todas las ciudades a las que fui a tocar… son 100. 100 ciudades a las que fui al menos una vez. 100 ciudades en las que mínimo 50 personas fueron a ver a Billordo. Eso es muy fuerte… y de ahí nació Punk de Fogón. Porque yo iba con banda pero empecé a ir solo y la gente fue igual. Eso se trasladó al disco: los viajes.
De eso hablás en “Amor Autogestión Libertaria“.
Claro… es eso. La letra dice “Viajando por el mundo sin saber si voy a volver, viajando para no volver”. Estaba en Firmat, un pueblo en donde el agua tiene arsénico. Hay una onda muy bohemia allá, más que nada en el ambiente de las bandas, de la gente que se dedica al arte. Me hacían acordar mucho a La Polla Records. Una madrugada fui al boliche de ahí y loco… ¡era un aguantadero punk! De ahí salió eso de la autogestión libertaria. Si bien tengo un poco de anarquismo en varias cosas, yo no soy de ese palo. Pero algo nació ahí. Estaba viajando, hacía poco que había empezado la gira y todavía me quedaban como seis meses. Por eso digo “viajando para no volver”… hay un concepto. Hoy por suerte estoy acá pero sé que voy a volver a viajar.
En los últimos años te convertiste en un viajero. ¿Cuántas veces por año tocás en Buenos Aires?
Tres o cuatro… y por ahí toco seis en Córdoba. Hace poco toqué un domingo y un miércoles allá, y las dos fechas estuvieron llenas. En Buenos Aires no logro eso. Y mirá que en Córdoba mean y cagan como nosotros eh, no son de otro planeta. Obvio que me gustaría que vaya más gente acá.
¿Te gustaría hacer un Niceto, por ejemplo?
Y sí… pero un Roxy o un Niceto son 40 lucas de riesgo. Si vos sos la banda del momento y todos te bancan tenés una espalda. Pero yo no tengo todo eso. Arriesgar 40 lucas para ver si todos los medios se copan en difundir la fecha y pasar un mal momento… ni ganas. En Facebook hice una encuesta preguntando a dónde querían que toque y la gran mayoría dijo que en Niceto o en La Trastienda. Nadie me dijo que baje a tierra y me vaya a Córdoba. Pero… ¿qué pasa si en vez de 600 van 200 personas? Un bajón. ¿Y qué pasa si van las 600? ¿Billordo crece y se convierte en algo famoso en Buenos Aires? ¿Ahí empiezo a ser algo? ¿Hoy no soy algo? Ese es el debate. Igual casi lo hago, eh. Lo pensé. Pero ahora no lo quise hacer porque lo hacen todas las bandas y también porque me dio miedo.
¿Y cómo vas a presentar el disco?
Por suerte tengo muchos amigos en esto. Hablé con Miranda!, me dijeron que en agosto hacen un Teatro Gran Rivadavia y voy a abrir su show. También hablé con Gori (Fantasmagoria) y vamos a hacer un Podestá. Llamé a Flema y voy a tocar con ellos y Los Mentirosos en La Plata. Todas fechas a las que van a ir un promedio de 1000 personas. Si alguien cree que para ser algo hay que tener un disco de diez temas, fabricado en vinilo y hacer un Niceto, me parece que no estamos hablando de arte. Ojo, por ahí algún día lo hago pero ahora no es el momento.