Don Patricio es uno de los exponentes de la ola española de música urbana que tomó al mundo por sorpresa. Rosalía, C. Tangana y Yung Beef son algunos de los nombres más prominentes de esa camada que se animó a fusionar el reguetón y el trap con géneros más tradicionales como el flamenco y el bolero. En el caso de Don Patricio, un híbrido entre el rap y la salsa fue la fórmula ganadora de “Contando lunares”, canción que se convirtió en el himno del verano europeo y trascendió fronteras. Eso sumado a su estilo relajado, playero y con tintes de romanticismo lo han consolidado como un nuevo referente del flow hispano.
Por estos días, el artista oriundo de las Islas Canarias está de gira por Latinoamérica. A pocas horas de su primer recital en Buenos Aires el pasado jueves 17 de octubre junto a su banda Locoplaya, tuvimos la oportunidad de conversar con él sobre las canciones que marcaron su adolescencia, el proceso creativo detrás de su disco La dura vida del joven rapero, sus series favoritas, los artistas argentinos que más le gustan y la experiencia de viajar gracias a su música.
¿Cuál fue la primera canción que te voló la cabeza durante tu adolescencia y te inspiró a hacer composiciones propias?
“Noche en vela” de Guaraná, es una balada. Recuerdo escucharla desde muy joven y sentirme fascinado. Te puedo decir otra también que es “Noches de bohemia” de Navajita Plateá, es muy famosa. Sin dudas, esas dos canciones.
Leí que hasta hace unos meses no habías salido nunca de España. ¿Cómo estás viviendo esta gira?
Es cierto, tengo 26 años y nunca había salido del país. Y no sé, agradezco mucho que a causa de mi música ahora estoy viajando. Antes nunca tuve necesidad de salir por trabajo y en vacaciones nunca me fui tan lejos de casa.
¿Cuál fue tu primera parada?
Mi primera salida fue a Miami, fui a promocionar el disco y demás. Y luego fui a Italia, por el verano estuve varios días de vacaciones.
¿Hasta ahora qué has podido conocer de Buenos Aires?
Estar acá me ha encantado. Igual no he hecho mucho turismo, salvo cuando voy a comer a algún sitio, por ejemplo. Llegué ayer y hoy estuve todo el día dando entrevistas, así que no he podido conocer a fondo la ciudad, pero es normal cuando vas por una gira.
¿Cuál fue el reto más grande que implicó la creación de La dura vida del joven rapero?
El mayor reto del disco era hacer canciones que me gustaran a mí. Hacer un álbum que durara más de media hora y que yo de la primera a la última canción pueda escucharlo entero sin cansarme y sin tener que saltarme temas. Cuando terminé el disco, les dije “acá lo tengo y tiene esta forma.” Sin grandes pretensiones, sin pensar “tiene que tener una portada de no-sé-cuánto con un montón de cosas…” Nada de eso, me tomé una foto cualquiera sacando la lengua para la portada. Grabamos un video barato con mis amigos y lo subimos a YouTube sin ninguna intención especial.
¿Fue una producción autogestionada entonces?
Sí, lo autoedité yo todo, lo grabé en casa, lo mezclé, saqué yo las fotos, sin gastar un euro en promoción.
¿Y cómo es tu relación con el público indie? ¿Te van a ver personas que normalmente no escuchan mucho trap y reguetón?
La verdad es que de cuatro a cinco meses para acá, ya la canción [“Contando lunares”] se ha metido en círculos de todos los tipos y estoy en los festivales más indie y en los festivales más mainstream. Estoy ahí en la línea y convivo con las dos movidas. Igual sé que los artistas se tiene que etiquetar, se tienen que clasificar y yo aún me siento como una excepción que se mueve en esos dos mundos. Ahora, ya va a depender de mí en un futuro el tirar para un lado o para el otro. No sé, yo me identifico con el indie en que toda mi carrera me la he hecho yo, hago todo por mi cuenta, canciones, bases, mezclas. Quiero sonar de un modo determinado y lo busco, meto palabrotas en mis letras y así, sin limitarme.
Un gran referente en cuanto a la innovación de géneros urbanos es El Guincho, que también es de Islas Canarias. ¿Lo conocés?
Sí, somos ambos de Canarias, pero no, justamente con él no nos hemos presentado personalmente. Conozco su obra, su estilo, pero nada más… todavía.
Hace algunos días la banda británica Metronomy hizo un cóver de Rosalía. ¿Qué artista te gustaría que versione alguna de tus canciones?
Hostia, Snoop Dogg, sin dudarlo, me encantaría.
Sé que no te gusta mucho leer, pero ¿te gusta mirar películas o series?
Sí, si tuviera más tiempo, vería más series. Veo varias conocidas: La casa de papel, solo he visto la primera temporada y me ha encantado, pero no sé qué tal están las siguientes. Luego también Game of Thrones, Breaking Bad. Y lo que más consumo en cuanto a contenido cultural es un programa de televisión que se llama La resistencia. Son entrevistas y demás de David Broncano. Y en cuanto a radio escucho mucho La vida moderna que también es de David Broncano con dos actores más y Nadie sabe nada con Berto Romero. Son programas casi de improvisación, son como podcasts pero se suben a YouTube.
¿Tenés otra pasión además de la música? ¿De qué trabajarías si no fuese de esto?
Es que a mí no se me da a hacer nada en la vida [Risas]. Esto es lo único que me salió medianamente bien. No sé a qué me dedicaría. A la playa, a estar tirado [Risas]. A ver, soy una persona inteligente y si me esfuerzo supongo que si me esfuerzo consigo hacer mis cosas, pero te juro que me encanta tanto la música que no me veo trabajando de otra cosa. Quizá sería técnico en algún lado, llevaría instrumentos de un lado para otro, estaría detrás de los cables, lo que sea, pero algo relacionado con la música.
En tus composiciones suele haber cierto romanticismo pese al tono fiestero de las melodías, ¿cuál consideras tu canción de amor favorita?
Es que ya dije “Noche en vela”, que es mi preferida, así que te voy a contar mi canción de rap de amor favorita que es “Ninguna chavala tiene dueño” de Kase.O.
¿Conocés algo de música Argentina?
Sí, claro. Lo último de Paulo Londra me ha encantado. También lo de Duki y Khea.
¿Y algo de rock de la región?
No, nada. Y es que yo igual no escucho mucho rock, soy un poco inculto en eso pero no me cierro a que un día me pongan a escuchar unos buenos temas.