Malagueño de nacimiento, aunque desde hace algunos años afincado en Madrid, El Kanka publicaba su tercer álbum de estudio el pasado 13 de noviembre. Un trabajo discográfico, de título De pana y rubí, donde deja de lado los personajes caricaturescos y sus vivencias para hablar de cuestiones más universales como la vida y la muerte. Un disco ecléctico donde podemos encontrarnos con géneros tan dispares como el bolero, el ska de los años 50, la rumba, el vals, el pasodoble o la cumbia.
Recientemente, en octubre del 2015, El Kanka hacía su primera presentación al otro lado del charco, más concretamente en Colombia. Fueron un total de tres presentaciones, en Bogotá, Medellín y Villavicencio, además de abrir el concierto de presentación de Monsieur Periné en el Teatro de Jorge Eliécer Gaitán.
Esta es la entrevista que, a raíz de la publicación de este nuevo disco, nos ha concedido El Kanka.
Hola Kanka. Ya llevas más de una década en todo esto desde tus inicios con Doctor Desastre, luego como T de Trapo y ahora como solista como El Kanka. Una última etapa que comenzabas en 2007, tras presentarte a una serie de certámenes de canción de autor y alcanzar el primer premio en cada uno de ellos. ¿Qué recuerdas de aquellos concursos?
Sólo tengo buenos recuerdos… Aunque no lo creas, yo no fui nunca pensando en el concurso más de lo estrictamente necesario, sino que iba a disfrutar, a que me invitaran a comer y a conocer a gente. Y disfruté, comí mucho y aún conservo grandes amigos de entonces con los que he seguido manteniendo el contacto e incluso trabajando con ellos.
El Kanka, sin embargo, surge del reconocimiento que empiezas a tener como músico en solitario y no como un giro en la propuesta que venías ofreciendo como T de Trapo. ¿No es así?
Correcto. De hecho, he seguido y sigo trabajando con todos los músicos de T de Trapo. Fue más un cambio de nombre que de proyecto.
Esta nueva etapa la presentas oficialmente, en forma de disco con Lo Mal Que Estoy y Lo Poco Que Me Quejo (tu “álbum de debut” de 2013). Un trabajo en el que se puede apreciar tu evolución como artista.
Efectivamente, Lo mal que estoy y Lo poco que me quejo fue a la vez una carta de presentación y un resumen de mi trayectoria. Había canciones que ya cantaba con T de Trapo, y que tenían 8 años o más, y canciones que acababa de componer, con lo cual se podía apreciar una panorámica bastante amplia de mi trabajo, desde canciones más animadas o festivaleras a otras donde predominaban la caricatura y la ironía, más propias del inicio de El Kanka
¿Se podría decir que la buena acogida del disco, unas 3.000 copias vendidas, fue la manera de cosechar los frutos de todo tu trabajo previo de años y años?
La buena acogida tuvo que ver con eso que dices, pero también con que a partir de sacar el disco empezamos a trabajar de una forma más profesional y nos pegamos un trabajo bastante grande ese año.
Ya en 2014 publicas El día de suerte de Juan Gómez. ¿Es quizá en este álbum donde podemos disfrutar de El Kanka más maduro y personal hasta entonces, sin la divagación característica de un primer disco?
Sin duda. De entrada todas las canciones incluidas en El día de suerte de Juan Gómez fueron compuestas en un periodo de tiempo concreto, así que sí que responde a un momento de mi carrera y de mi vida específico. Además, si bien en el álbum anterior imperaba esa caricatura de la que te hablaba antes, en este dejé un poco de lado a los personajes inventados y se puede leer mucho más de mí mismo. Me di más libertad en ese sentido y dejé salir mucho de mis sentimientos y reflexiones.
Ahora presentas este nuevo trabajo discográfico, De pana y rubí, un álbum lleno de claroscuros. Un disco donde nada es lo que parece. ¿De dónde surge y qué quieres transmitirnos en este nuevo disco?
Me gustaba el concepto del ying y el yang y creo que tiene mucho que ver con el contenido del disco. Para empezar, hay dos canciones específicas que hablan, respectivamente, de la vida y de la muerte, y además la canción que habla de la vida, habla más concretamente de las contradicciones que esta engloba, de las luces y las sombras y de cómo eso es de alguna forma lo que le da sentido a todo, por eso escogí una de las frases de esta canción, que dice “a veces de pana y otras de rubí”, para nombrar al disco y englobarlo todo en esa idea.
Difícil mundo este en el que estamos todos obligados a convivir, ¿no crees?
Me estás haciendo unas preguntas muy filosóficas (risas). No sé si voy a estar al nivel. Qué duda cabe de que el mundo está “fatal de los nervios”, por desgracia, cuesta bastante ser optimista en estos tiempos que corren, en los que los humanos actuamos los unos contra los otros y ponemos a la economía, a la religión o a la tecnología por encima de la propia humanidad.
Y eso hace que a menudo tendamos a refugiarnos en nuestro “mundo” interno. ¿Qué opinas de este otro “universo” en el que nos cobijamos cuando no nos gusta el que nos rodea?
Todos tenemos nuestros rincones, y son necesarios. Seguramente, gracias a ese tipo de refugio, existimos los artistas, pero hay que tener cuidado con el efecto avestruz, porque al final no deja de ser una venda, y una actitud un poco cobarde y engañosa ante la vida.
Cuéntanos un poco acerca del proceso de producción y grabación del álbum. ¿Qué novedades y cómo definirías el sonido en directo con el que presentas este nuevo álbum?
En la producción hemos buscado un sonido más elaborado, un concepto más de banda, con arreglos de metales y bastante bailable en general. Obviamente sin alejarnos de mi estilo. La producción ha respondido a la batuta de mi amigo Carlos Manzanares, y la verdad es que ha sido una experiencia genial, estábamos todos bastante empastados y con un ambiente de amistad y compañerismo.
Para el directo, la verdad es que me habéis pillado, porque aún no estamos ensayando, pero en principio seguiremos en formato trío, exceptuando algunos conciertos concretos. En cualquier caso, ya estoy pensando en ello e intentaremos darle una vuelta al show para ofrecer algo un poco distinto dentro de nuestra onda.
Hablando de estilos, ¿cuáles son los ingredientes que debe tener toda buena canción sea del género que sea?
Pues me encantaría saberlo (risas). No sé quién decía que una buena canción debía tener una buena letra, una buena música, una buena voz, unos buenos arreglos y algo más que no se sabe lo que es pero que es lo único que importa.
El arte del disco está diseñado por Anabel Perujo “Pek”. ¿Cómo conociste a la artista y qué obras suyas nos recomiendas?
Pues a Pek la conocí hace aproximadamente 14 años, fuimos pareja y luego amigos hasta hoy. No sabría que obra recomendaros porque me encanta mucho todo lo que hace. Como diseñadora, aparte de mis tres discos y de los discos de otros compañeros como Mundo Chillón o Patricia Lázaro, los cuales son verdaderas obras de arte, ha hecho la ilustración de Aniara, de la editorial Gallo Nero, y como artista tiene mucho material. Remito a su blog donde se puede ver de todo.
Finalmente, déjanos un frase para la posteridad con la que te gustaría ser recordado.
Me gusta mucho la frase “Sonríe, mañana podría ser peor”, pero creo que no es mía, que se la he plagiado a alguien (sonrisa).