¿A qué paso hay que ir?, ¿a qué paso hay que andar?, ¿dónde queda el lugar?, ¿cuánto hay que mentir? Éstas son algunas de las preguntas que se hace Franny Glass en el primer track de su nuevo disco Planes, placa lanzada de manera virtual en agosto de este año. Luego de abordar de manera musical y temática en El podador primaveral (2011) la nostalgia por un pasado lleno de inocencia y los recuerdos que se aferran a la retina para salvarse del olvido, Gonzalo Déniz y su proyecto-alterego llamado igual que uno de los personajes del mítico escritor JD Salinger se embarca hoy en una propuesta que reflexiona sobre la imprevisible dimensión que conocemos como futuro.
Con cuatro discos a su haber, Franny Glass ha encontrado desde 2007 un público que no entiende de distancias geográficas y que sí comprende y comparte de manera fuerte y apasionada la unión que puede forjarse a través de un mismo punto de vista plasmado en bellas y simples melodías acompañadas por un suave tratamiendo de la guitarra acústica, elementos que pueden encontrarse en sus tres primeros trabajos discográficos.
Hoy, en un intento por dejar atrás lo pasado, el proyecto folk pop nacido en Montevideo se inclinó por innovar también en su formato clásico de grabación, dándole vida a Planes de manera conjunta con una banda que incluye guitarra eléctrica, batería, percusiones varias, bajo, guitarra acústica y teclado. El disco (editado en Argentina por la productora Sonoamérica) será presentado este jueves 18 de diciembre en Niceto Club, fecha en la que Franny Glass compartirá escenario con los locales de Tototomás.
Antes del lanzamiento oficial en Buenos Aires, Gonzalo Deniz habló con IndieHoy para contarnos un poco más acerca de su nuevo material y las búsquedas que lo llevaron al resultado que hoy invade nuestros auriculares.
Si bien tus presentaciones en vivo a veces las realizas en formato banda, todos tus trabajos discográficos anteriores son en formato guitarra-voz. ¿Por qué la decisión de que Planes sea grabado con banda?
En ocasiones me presento con banda, claro, y en general cuando pasa esto las canciones cambian con respecto a las originales para acomodarse a ese formato, y siempre quise hacer un disco en el que el proceso fuese al revés: que las canciones estuviesen ensayadas desde un principio y grabadas en formato banda y que puedan presentarse en vivo y defenderse bien con sólo guitarra y voz, que además es la forma con la que compongo las canciones. Quedé muy contento porque las canciones de Planes funcionan bien en ambos formatos, me preocupé especialmente por esto. El 80% de las veces en que me presento en vivo lo hago solo y es algo que me gusta del proyecto Franny Glass, entonces no quería que se perdiera eso sólo por el hecho de grabar un disco con banda.
Este nuevo disco, a diferencia del anterior, está más referido al futuro, a mirar hacia adelante. ¿Fue pensado y consciente la opción de saltar de un disco más orientado hacia los recuerdos y la notalgia por un pasado como lo es El podador primaveral a uno como Planes que ya desde el título anuncia una referencia hacia lo que vendrá?
Fue algo muy buscado y consciente, sí. Más que nada fue una búsqueda por querer mantener fresca la composición y no repetir los mismos materiales o la misma temática del disco anterior. Quise enfocar la energía en dirección opuesta. En El podador primaveral la energía está puesta justamente en el pasado, y en Planes hay una dirección hacia el futuro, no quería un disco nostálgico. Siempre quise tratar de mantener una distancia de las características más notables de El podador…
Y hoy, época de fin de año en la que en general se hacen balances de lo que fue el año o se empieza desde ya a planear lo que será el próximo, ¿en qué situación te encontrás vos?
Está buenísimo pensar en el futuro, es mucho más productivo que pensar en el pasado. En esta época del año a mi se me viene una especie de notalgia por el futuro, como cuando uno es chiquito y piensa en las vacaciones y en la playa, en pasarla bien. Una especie de melancolía que te da por algo que va a venir, un sentimiento de querer estar ahí ahora, te ponés melancólico… Por otro lado, el tema de Planes, al menos en lo que yo me dedico que es hacer canciones y grabar discos, uno siempre está un paso adelante de lo que está publicado. Yo saqué en 2011 El podador primaveral, y hasta julio de este año mi último disco era ése, porque todavía no salía Planes, pero yo estaba muy adelantado de lo que era mi propia producción discográfica…Eso puede ser algo que refleje esto de estar pensando siempre en el futuro. Yo ahora me pongo a pensar en cómo serán las nuevas canciones, en la sonoridad del próximo disco… y eso no saldrá a la luz probablemente sino hasta dentro de dos años, quizás.
Además de la inclusión de una banda, ¿qué es lo que podemos hallar en Planes que no encontremos en tus trabajos discográficos anteriores?
En este disco me preocupé porque sonara como un disco hecho en 2014 en Uruguay. En mis discos anteriores está muy claro que hay muchas referencias a la música de los años sesenta, a música que escucho yo y que tiene otra raíz, entonces terminaba teniendo una sonoridad bastante retro. Hoy no me preocupo por sonar como una canción de The Beatles, por ejemplo; hoy quiero que suene fresco, actual y que tenga una referencia al lugar en el que fue hecho.
Y estas referencias locales que querías lograr transmitir en tu nuevo disco, ¿de qué manera están incluidas? ¿qué es lo uruguayo tradicional que podemos encontrar en la sonoridad del proyecto Franny Glass?
Tenía una intención de que en este trabajo se notara una identidad más uruguaya, que se notara de dónde vienen las canciones. Traté de llevar esta intención a una cosa más musical y de forma, no tan sólo en las letras. No voy a meter un candombe o hacer un disco de folklore porque no es lo que me interesa, no sería algo auténtico eso sino que sería algo forzado. Tomo los elementos que personalmente me parecen interesantes y, teniendo en cuenta mis posibilidades y mis limitaciones, trato de incluirlos en forma de guiño como para conocer y no darle la espalda a la música que viene de la región a la que pertenezco y combinarla con lo de afuera que yo escucho. Todo esto concluye en un resultado que es una muestra de lo que es vivir donde vivo, que es Montevideo. Esta inquietud por tratar de que los temas tengan una identidad más local surgió cuando empecé a viajar más gracias al proyecto Franny Glass y me vi compartiendo canciones con músicos de distintos lugares; fue ahí cuando quise darle una identidad más uruguaya a la música que hago, integrándole elementos más autóctonos que identifiquen lo rioplatense, por eso en estos dos últimos discos hay una intención más clara por acercarme al candombe o a la milonga.
Habiendo tanta mixtura de géneros musicales hoy en día sé que es muy difícil clasificar la música que uno hace dentro de un estilo, pero igualmente creo que es un buen ejercicio hablar de la estética musical que uno maneja. ¿Qué puedes decir acerca de la estética de tu música?
Lo que yo hago son canciones pop porque es la música que escuché toda mi vida, me siento mucho más cercano al pop que al rock. En un principio mis discos tienen mucho de folk anglosajón, porque era eso lo que escuchaba mayormente. Después me empecé a interesar en el tropicalismo brasilero que es un movimiento de los años sesenta en el que se empezaron a utilizar elementos de la bossa nova y de la samba pero en formato de banda de rock, más influenciado por las bandas de Inglaterra. En Uruguay también pasó algo parecido con lo que se llamó el Candombe Beat, que eran bandas que usaban mucho el sonido de guitarra tipo Beatles pero tenían mucha percusión al estilo candombe… eso me interesa mucho hoy.
¿Qué fue lo más lindo de grabar Planes con banda?
Es más linda la alegría del proceso y del terminar el disco cuando es compartida con más gente. Fue un proceso muy largo, muy meticuloso: yo quería grabar el disco en un fin de semana y al final terminó siendo un trabajo que duró muchos meses porque fue muy pensado todo, tenía muchos arreglos, tiene más capas que los discos anteriores, la postproducción del sonido llevó mucho tiempo… Fue muy liberador, también, porque hace mucho tiempo que quería hacer un disco con banda, estaba detrás de ese objetivo y ya lo hice, entonces ahora me siento más libre de hacer otra cosa.
¿Cuáles son tus planes para el próximo año?
Seguir promocionando Planes, la verdad. Quiero tocar mucho con la banda, quiero ir a Buenos Aires con la banda, porque ahora esta vez voy solo. Quiero aprovechar que el disco puede tocarse con muchos formatos distintos, y las canciones funcionan, sobreviven y se defienden muy bien con todas las formaciones.
3 discos que le recomiendes a los lectores de IndieHoy.
1.- Los pasajeros de Javier Maldonado.
2.- El blues de las amapolas de Saúl Fimbres.
3.- Mesopotamia de Florencia Núñez.