Ezra Furman es un cantante y compositor de Chicago que tiene 31 años. Desde que empezó su carrera como músico en 2006, editó tres discos con Ezra Furman & The Harpoons y a partir de 2012 siguió como solista acompañado por su banda The Boyfriends. Este año, para lanzar su cuarto disco solista, Transangelic Exodus, rebautizó a su banda como The Visions y se volcó de lleno al art-pop. Es un disco divertido y raro donde momentos de euforia absoluta chocan con una tranquilidad total. Es bastante parecido a una montaña rusa.
Ezra Furman es un poeta. Las letras de sus canciones siempre llamaron la atención y su último disco no es la excepción. Transangelic Exodus narra una aventura entre amantes queer con poderes sobrenaturales que escapan de la ley. A través de esta historia, Ezra se las ingenia para hablarnos de Dios, de los modelos de masculinidad estadounidenses, de los white supremacists, del amor, de su mamá, de la muerte, de la política y de las enfermedades mentales. Es un disco honesto, intenso y sexy.
Hablé con él por Skype y le hice algunas preguntas. Creo que es un artista con muchas menos reproducciones en Spotify de las que se merece.
¿Cómo definirías “Transangelic”?
“Transangelic” es un fenómeno que hace que te crezcan alas y te conviertas en un ángel. Los gobiernos creen que es una enfermedad.
¿Y qué sería un Transangelic Exodus?
Yo diría que es salir de algún lado con una persona transangélica. Escapar, básicamente.
¿Cómo se te ocurrió este nombre?
Mmm… Creo que se apareció así como en un sueño que tuve. Fue una visión. No es que pensé específicamente “bueno, a ver, ¿qué título le pongo al disco?”, simplemente apareció en mi cabeza y tuve que lidiar con eso. ¿Sabías que soñás cosas que viste o pensaste durante el día? Nunca inventás nada en realidad, solo hacés algo así como un collage. Tu humor, tus miedos, tus deseos, todo se mezcla y crean un sueño. No es una coincidencia que yo haya soñado eso, los sueños salen de algún lado. Entonces, este sueño fue como que llegó a mi vida en un momento especial. Yo estaba moviéndome todo el tiempo, viajando de ciudad en ciudad, pasando mucho tiempo en un auto en la ruta y sentía que no pertenecía a ningún lugar en particular. También, mientras escribía las canciones de este disco, empecé a tenerle mucho más miedo que antes a las personas que tenían poder en Estados Unidos.
Entonces, ¿vos eras el que estaba escapando?
Sí, totalmente. Me sentía así. Bah, no sé si en ese momento en particular estaba escapándome pero sí sentía que tenía que estar listo para salir corriendo en cualquier momento. Si las cosas me empezaban a dar más y más miedo, tenía que estar listo para volar. También pienso que es un sentimiento general en mi país hoy en día. Hay muchas personas que deben sentirse mucho más amenazadas que yo. Los refugiados, por ejemplo. Está ese sentimiento dando vueltas. No sabés cuándo te va a lastimar la gente con poder y tenés que estar atento. Entre las minorías nos tenemos que cuidar. Hay un autoritarismo creepy que está expandiéndose en todo el mundo y a mí me asusta mucho. Yo soy descendiente de sobrevivientes del Holocausto y estar en un mundo donde los white supremacists son cada vez más respetados despierta todas mis pesadillas.
¿Por qué decidiste cambiarle el nombre a tu banda?
Nuestro humor y nuestra misión cambiaron. Necesitábamos un nuevo nombre para hacer cosas diferentes. The Boyfriends era demasiado amigable y feliz y la música que estamos haciendo ahora no es tan amable. Capaz maduramos.
Este disco parece tener una historia mucho más pensada que los anteriores.
Sigue la línea de los anteriores pero hay una progresión, especialmente en la temática de las letras. Este fue el primer disco en el que todas las canciones eran nuevas. O sea, las escribí durante el 2015, 2016 y 2017. Antes hacía mucho eso de encontrar una canción vieja y pensar “uh esto está muy bien, la voy a poner en este disco” y agregarla. De hecho, lo hice en todos los discos.
¿Tenés algún tema preferido?
Creo que “Suck the Blood From My Wound” sintetiza todo lo que quiero decir. Empecé a escribirla porque encontré la canción flotando en mi cerebro. Fue como encontrar en mi cabeza un trailer para una película. La canción tiene escenas cortas pero contundentes. En realidad primero la escribí como una historia con principio, medio y final pero me di cuenta de que terminaba sobreexplicando la idea y no funcionaba. Yo quería que fueran flashes de una película. Eso me parece mucho mejor que una historia. Son como pequeños recuerdos de alguien que tuvo amnesia.
El vídeo para este tema es muy especial. ¿Cómo surgió la idea de elegir la animación como lenguaje para representar estos flashes?
Tengo una amiga, Beth Jeans Houghton, que tiene una banda que se llama DuBlonde y es artista. Ella hizo toda la animación. Yo sabía que ella lo iba a hacer desde antes de terminar de escribirla. La canción, tanto música como letras, me hacían acordar a su trabajo. Su arte es grotesco y llamativo, hay sangre, vómito, desnudez y fluidos humanos. Es intenso y al mismo tiempo tiene la inocencia de un dibujito de Cartoon Network. Creo que escuché su obra en la canción. Estoy muy contento de que ella aceptara hacerlo. Trabajó un montón. Hizo todos los dibujos y pinturas a mano. Es perfecto porque si lo hubiera hecho con personas reales actuando, el video hubiera reemplazado la imaginación de los que lo vieran. Como que hacerlo con personas reales le pone demasiada realidad. En cambio, los dibujos dejan más libertad, le permiten al espectador jugar un poco más con la historia.
A lo largo del disco hablás mucho de las religiones. ¿Qué pensás de Dios?
Soy una persona espiritual y me cuesta mucho relacionarme con Dios. Cualquier ser humano del mundo debería poder relacionarse con tranquilidad con el ser que hizo que el mundo exista, ¿no? Creo que es importante tener presente que Dios está siempre del lado de los débiles y está tratando de cuidarlos. Está del lado de los pobres, de los que tienen el corazón roto y de los que se meten en problemas. Esta idea está en la Biblia. También es importante no entender a Dios como una persona. Además, si fuera una persona definitivamente no tendría género, es una locura creer que es un hombre. Creo que Dios es, ante todo, una causa que está por encima de toda la existencia. Creo en el Big Bang, creo en la ciencia y también creo en Dios.
¿Qué leíste mientras escribías los temas de Transangelic Exodus?
Estaba leyendo muchas cosas. Me gustaba mucho un libro de la escritora Avivah Gottlieb Zornberg que se llama The Particulars of Rapture. Es un libro que reflexiona sobre el Éxodo y lo interpreta a través del psicoanálisis, la literatura y la escritura. Avivah fue una gran influencia para mí.
¿Qué bandas te inspiraron?
The Mountain Goats y Neutral Milk Hotel fueron una gran fuente de inspiración. También una banda que se llama Big Thief. Ellos hicieron un tema que se llama “Capacity” y no puedo parar de escuchar. También para Transangelic me inspiraron mucho el último disco de Vampire Weekend, Modern Vampires of the City, y Yeezus de Kanye West. ¡Y Tune-Yards! También Tune-Yards.
¿Cómo te sentís cuando estás de gira?
Amo tocar con mi banda. Es una de mis cosas favoritas en el mundo. Lo que no me gusta mucho es estar lejos de casa por tanto tiempo. Tampoco me gusta pasar tanto tiempo en la ruta, coordinando horarios, planeando reuniones, llevando instrumentos y valijas de acá para allá ni probando sonido. Pero después vienen esas dos horas increíbles en donde todo es tan perfecto que me olvido de todo lo que no me gusta. Estar de gira es una experiencia interesante. Casi siempre estás sentado esperando y no hay tiempo para nada porque no es que no estás haciendo nada pero siempre estás a punto de tener que hacer algo. No sé si esto que digo tiene mucho sentido. Además, pasás mucho tiempo solo hasta que de repente estás rodeado de un montón de personas y solo podés hablar un minuto con cada una. No sé. Es una existencia rara. Además es muy cansador. Capaz no es así en todas las bandas pero en general nosotros estamos muy cansados. Yo, personalmente, me vuelvo bastante loco. Pero amo tocar. Amo tocar en festivales. Amo tocar en lugares más chicos. Es lo que más me gusta.
¿Cómo te llevás con las redes sociales?
No soy un fan. Si no tuviera una banda no las usaría. No me gustan pero igual paso mucho tiempo pensando cómo puedo usarlas de una manera interesante y útil. O sea, trato de que sea divertido ser fan de mi banda. La verdad es que mi carrera musical fue posible gracias a internet. La gente se enteró y se entera de que existo porque alguien lo comparte en Facebook o porque aparece una canción en una playlist en Spotify. Quiero mejorar y subir contenido más copado. Pero bueno, en realidad prefiero escribir en mis cuadernos.
¿Cómo te sentís cuando comprás un vestido?
Va cambiando. Antes era un momento total y completamente miserable. Lleno de duda y autoboicot. Una voz transfóbica en mi cabeza me gritaba que me sacara eso, que parecía un estúpido usando un vestido. Ese tipo de cosas me arruinaban días enteros. Ahora en general no me pasa. A veces vuelve pero la mayoría de las veces puedo probarme y comprar vestidos sin sentirme mal conmigo mismo. Fui aprendiendo.