Una escena es un pequeño ecosistema de relaciones que, del músico al público, integra a una enorme cantidad de actores: periodistas, diseñadores, fotógrafos, managers, prensas, técnicos, sonidistas, realizadores audiovisuales, productores y una larga cadena de etcéteras que también incluye al pibe o piba que te vende la cerveza en la barra de tu antro favorito.
Una escena es un espacio, pero también un momento en el tiempo. Una sucesión de coincidencias que tiene lugar en un presente continuo, un presente que se mueve y que encuentra su combustible, muchas veces, en fuerzas generacionales que le asignan una impronta única e irrepetible (que excede, por virtud propia, las repeticiones, plagios y homenajes que le asignan detractores y malintencionados). Es la máxima del Flaco en “Cantata” (“Aunque me fuercen yo nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor…”) pero también es el espíritu del fuego de Kerouac y sus locos que arden como fabulosos cohetes amarillos.
Muchos coincidimos en que estamos viviendo un momento bisagra en el arte y la música argentina. Un momento que se caracteriza no solo por la explosión de ideas frescas y desprejuiciadas, sino también por maneras de trabajar y de relacionarse a las cuales se suma la novedad de poseer una dimensión federal: no hablamos solo de Capital y Gran Buenos Aires, sino también de La Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza y el Noreste argentino.
Con motivo de la segunda edición del Festival La Nueva Generación, un hito posible en este momento tan particular, hablamos con sus productores sobre lo que pasa más allá de los slogans y las canciones bonitas.
¿Cómo surge la idea de armar el Festival?
Erik Davies: En realidad el Festival del año pasado no es el primero que organizamos, sino que tiene un antecedente que es el Primavera Geiser de 2014. Ese festival fue el resultado de un proceso y, desde cierto punto de vista, de una necesidad. Nosotros arrancamos en esto cuando éramos pendejos y te puedo decir que fuimos creciendo a la par de muchas de las bandas que hoy ves en la escena. En un momento nos dimos cuenta que 7 u 8 de las bandas con las que colaborábamos todo el año estaban en condiciones de dar un salto de convocatoria que no lograban concretar por si solos. Como no había un espacio propio, porque en los festivales grandes terminás tocando a las dos o tres de la tarde, nos propusimos hacer uno donde podamos ser los protagonistas todos, nosotros como productores y ellos como artistas. Ahí surge la idea de juntarlas, y aprovechamos el link que teníamos con la gente de Geiser para darle un marco y un concepto.
¿Cuál es el balance que harían de ese primer Festival?
Ema Diaz: Utilizamos los tres espacios del complejo, fue tremendo. Éramos bastante nuevitos y fue una experiencia que nos sirvió para pulir muchas cosas. Nos ayudó a conocernos como equipo y en lo personal me acercó a bandas con las que no había trabajado.
Erik: Perdimos plata, obviamente… como todo productor emergente (risas), pero más allá de que renegamos y en algunos tramos de la noche la pasamos mal (más risas), nos encontramos con una respuesta de la gente que realmente no esperábamos. A pesar de todo, terminamos convencidos de que eso estaba buenísimo y que teníamos que repetirlo todos los años.
¿Qué cambios se vienen para esta edición?
Erik: La diferencia es que este año va a ser un Festival posta. Antes lo que le daba la impronta de Festival era la cantidad de bandas que podías ver una misma noche. Este año apostamos a generar la experiencia completa: predio abierto, bandas que empiezan a tocar desde temprano, mayores comodidades. La idea es que realmente se pueda disfrutar de otra manera.
¿Por qué creen que los productores de mayor peso no se arriesgan a apostar por lo emergente?
Erik: Los productores grandes tienen su mercado y apuestan a espectáculos de mayor impacto. Y eso es entendible. No veo que les resulte atractivo o rentable promocionar y desarrollar a bandas emergentes. Para eso estamos nosotros. Creo también que hay una cuestión generacional que nos mueve y nos conecta, que también hace que tengamos la intuición o el gusto como para poder detectar ciertas novedades y poder trasladarlas a un espectáculo.
¿Qué piensan de los medios? ¿Creen que acompañan y están a la altura de lo que sucede?
Erik: En Córdoba tenés algunos periodistas que te hacen el aguante y que están con la antena prendida a esto que sucede por este lado, pero no hay una prensa especializada que trabaje exclusivamente para la escena local. No tenés un medio con el enfoque de Indie Hoy o Billboard, por poner un ejemplo (y entiéndase más allá de las diferencias de estructura y trayectoria de cada medio). Por otro lado, no sabría qué decirte de los medios masivos y tradicionales de alcance nacional. No sé si una nota a Simón Poxyran en Página/12 conecta con su público. Tal vez con nosotros sí, porque somos de una generación que estuvo atenta a los suplementos culturales de los diarios, pero para un pibe de 18 o 20 años la comunicación pasa por otro lado.
Ema: Hay periodistas que dan espacios, a veces con mayor frecuencia que otras. Pero no hay una difusión que acompañe.
Erik: Otra cosa que sucede es que algunos periodistas no se la juegan demasiado en el análisis o la opinión, y lo manifiestan poniendo en duda lo que está pasando. La pregunta que se hacen es si esto es parte de una moda, de algo pasajero, o es algo que vino para quedarse. No alcanzan a dimensionar el acontecimiento, y esa duda creo que le resta impacto a lo que pasa.
¿Y las radios?
Erik: Nosotros confiamos en que las canciones de muchas bandas emergentes pueden sonar en cualquier lado. Por eso apostamos a trabajar con radios de mayor llegada, como ser Gamba, y no en radios de nicho. Queremos que un estudiante de Nueva Córdoba escuche Bándalos Chinos. Con el Festival queremos hacer el quiebre para que estas bandas puedan acercarse a un público más masivo.
Ema: La gente quiere escuchar más y mejor radio. Hay una demanda de escuchar cosas bonitas. La gente es más feliz cuando escucha canciones lindas. Esto es algo que parece que tiene que pasar, es algo que se viene gestando desde hace rato y es muy fuerte. Yo confío en que se viene un cambio groso. Lo veo con Los Espíritus, con El Mató… el indie-entre-comillas o lo nuevo, como quieras llamarle, está creciendo a pasos agigantados.
¿Qué pueden decirnos de las bandas que componen el line-up del Festival?
Ema: Los Perras son bárbaros. Fueron uno de los puntos más altos del Festival pasado. Este año los vi de nuevo en Niceto y estuvieron muy arriba. Se desenvuelven muy bien, son muy frescos. Creo que este es su año. Es un gran momento para verlos.
Erik: Además de tener bandas que de algún modo ya tienen su reconocimiento –El Mató, Las Ligas Menores, Francisca y Los Exploradores– suma a muchos artistas nuevos que la van a romper, como Paulo Londra. Es un pibe que está trabajando a un nivel bien millenial: te sube un video a Instagram o YouTube y conecta tres millones de vistas en dos semanas. Hace muy buenas canciones, algo trap y rap. Creo que con él va a pasar lo mismo que con Simón el año pasado.
Ema: LOUTA es genial, podemos decir que es un nuevo ícono. Marilina me encanta. En vivo es algo muy fino. Soy un amante de Led Zeppelin y verla en vivo es como ver a Robert Plant en versión mujer. Es tremenda, toda una star. Las Ligas Menores y El Mató, pese a que no son nuevas, representan muy bien el espíritu de toda esta movida.
Erik: Hay muchas bandas, algunas más particulares que otras, como por ejemplo Salvapantallas. Por ahí podés pensar que desencaja un poquito, porque empezaron haciendo versiones y no tienen mucho material propio grabado, pero sacaron 3 singles que son increíbles, están girando por todo el país y conectan con un público que está muy interesado por escuchar buenas canciones. Tenés bandas como Valdés y Telescopios, que son dos de las propuestas con mayor resonancia en Córdoba, Bándalos Chinos que ya son de la casa y nos encantan, Juan Ingaramo que viene de tocar en el Sónar de Barcelona, en el LAMC de Nueva York y está creciendo un montón… Francisca, que a mi criterio saca discos ajenos al tiempo y a la “tendencia”, como es el caso de Barbuda… un disco re vigente. La verdad que el line up es muy completo. Tenés bandas con mucha trayectoria, como Hipnótica, De La Rivera y Nina con proyectos nuevos como Un Buscador, The Reverend Sons Of o MKRNI, de Chile, que son re delicados.
A pesar de estas diferencias ¿qué creen que caracteriza a esta nueva generación de músicos?
Ema: La libertad. Esta generación tiene eso: es libre, no se limita a repetir las reglas de un género particular. Hay elementos que uno puede relacionar y poner en común, como cierta forma de pronunciar, pero en definitiva no importa si es hardcore, punk, ni nada. Es la libertad que guía la búsqueda de una buena canción. Es Daniel Johnston haciendo lo que le sale de adentro, sin prejuicios. Es ese espíritu el que une y conecta la rabia de Perras con la sofisticación de Louta, por poner un ejemplo. Eso genera frescura, una belleza que es palpable.
Erik: Ehhh… adhiero completamente (risas).
¿Cuál creen que es el aporte de Córdoba a esta movida? ¿Es casual que el Festival tenga sede acá?
Erik: Córdoba es un lugar con una tradición de Festivales fuertes, a eso tenés que sumarle que tenés bandas con un gran nivel y un público que empezó a responder. En relación a la música hay propuestas que son muy particulares y que no tienen algo que se les asemeje a nivel nacional… como puede ser Valdés, por ejemplo. Pero no es algo que sea sólo de Córdoba, tenés a Mendoza también. No sé si en Buenos Aires hay bandas que, en su terreno, le den batalla a los Perras… o algún artista emergente que le haga sombra a Valdés.
Ema: A mí no me gusta mucho lo de la competencia o las comparaciones, en lo personal me parece de mal gusto. Creo que estos músicos no quieren competir, sino que quieren compartir. Puede sonar medio cursi, pero creo que la música, el arte y la expresión es algo que tiende a unir y que no entiende de provincias y todo eso. Son expresiones generacionales y artísticas que nacen en todos lados y que conectan entre sí a partir de experiencias y sensaciones similares. No importa mucho que seas de Buenos Aires, Córdoba o Mendoza. Hoy todos tienen la posibilidad de romperla.
Como productores, ¿qué creen que se necesita para poder abrirse paso?, ¿consideran que es necesario disponer de muchos recursos para lograr posicionarse?
Ema: Lo primero es tener talento. Esa es la brasa que prende el fuego. Si no lo tenés podés soplar y soplar que no va a arder. Después le tenés que sumar trabajo y perseverancia. Si ves que te da el cuero y la cancha te pide, el desarrollo viene solo… es natural.
Erik: A mi entender, como productor, para abrirse camino lo primordial es el talento, el olfato y el hambre. En mi caso también considero que el motor de todo es sentir pasión por esto. En relación a los recursos: no creo que sea necesario disponer de muchos para poder abrirte paso… en ese punto, si sos una persona que tiene pocos recursos (como fue mi caso más de la mitad de mi vida) tenés que ser perro y abrirte camino a fuerza de voluntad y astucia, tenés que caminar cargando vos el ampli, bancarte viajes apilados en un Falcon o tomar el bondi más barato, más lechero, más podrido. Entiendo que en un momento determinado, para dar un salto y dejar de “abrirse camino” y pasar a ser alguien que “marca el camino”, se necesitan ciertos recursos que llegan siempre fruto de tu esfuerzo anterior, o del esfuerzo de alguien más en algunos casos.
Ema: Hay que ser astuto. Y si sos bueno tenés que hacérselo ver al que tiene los recursos. Si vos tenés talento, sos astuto y estás en sintonía con la generación y lo que está pasando seguro que vas a llegar.
¿Cuál creen que es el aporte de los productores a la escena?
Ema: Un productor es un constructor, no es alguien que esté buscando el reconocimiento sino que apunta a generar una experiencia.
Erik: Yo siempre pienso que en un show el resumen de todo está en el medio del músico y su público, y es el productor el que se encarga de construir ese canal, ese nexo. A veces, y sobre todo en una producción grande, como un Festival, terminás siendo como una especie de director técnico. Alguien que hace jugar.
Ustedes apuestan continuamente a lo nuevo, no obstante hay muchos que se muestran desanimados con el presente y piensan que no hay música nueva que valga la pena. ¿Qué les dirían a los que piensan así?
Ema: Yo les diría que se relajen… que se fumen un fasito y que se dejen atravesar por la música. Creo que la persona que no puede relajarse para escuchar algo nuevo no puede relajarse para un montón de cosas más.
Erik: A mí me da un poco de miedo que en un futuro eso nos termine pasando a todos. Cuando sos pibe muchas veces te terminás casando con un bando, como decirte el rock o la cumbia, y a medida que crecés no te ponés a pensar o cuestionar un poco eso, te quedás y no te das cuenta que es una barrera.
Ema: Creo que tenés que tomarte el tiempo, encontrar el momento interior para poder conectar con otras cosas.
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El Festival La Nueva Generación tendrá lugar el domingo 19 de noviembre, desde las 15hs, en el Castillo del Jockey, en Córdoba. Las entradas anticipadas pueden comprarse mediante Alpogo o en los puntos de venta de Edén Entradas. Más información. Fanpage oficial.