La primera vez que se metieron los cuatro en un estudio fue hace más de cinco años y en tierra brasileña para grabar Vermú en pelotas, un disco de corte jazzero con el que conquistaron a los vecinos cariocas. El anterior había sido un experimento de voces, loopera y cello, el que vino después una explosión de guitarras al palo y sintetizadores, y del próximo sólo adelantaron que “es bien distinto”. Así y todo, Fiero es esencialmente una banda de rock, pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de rock?
Este verano Fiero inauguró su gira patagónica sobre un escenario del largo de una cuadra y del alto de un edificio de tres pisos en la Fiesta Nacional de la Manzana de Río Negro. Letreros con sus caras empapelaron la ciudad de General Roca y dos pantallas verticales a los lados de ese mismo escenario siguieron todos sus movimientos para un público de más de 50 mil personas. Todo muy mainstream, muy Rolling Stones. Pero después de un breve festejo en un camarín con picada y birra helada al mejor estilo rockstar, Fiero se subió a una camioneta desvencijada y se fue a tocar a un bar con capacidad para 100 personas, máximo. “Nos encanta” dicen todos al unísono y no se sabe bien si la picada, la cerveza, el mega escenario o el bar escondido. “Todo. Nos encanta todo, y es una característica de la banda poder adaptarse a diferentes momentos y a diferentes situaciones” dice el Flaco Mariano Abelenda, voz cantante y guitarra.
“Y poder atravesarlas con total naturalidad —agrega Pey Vasermanas, el hombre detrás de los sintetizadores—. Siento que Fiero es una masa que se presta a cualquier ocasión pero siempre con un tinte bien personal y para nada forzado”.
Del avión y el hotel cortesía del Municipio de Roca a la camioneta cargada de equipos y al primer colchón donde se pueda dormir, la última gira patagónica de Fiero definitivamente se prestó a todo. La dinámica en palabras de Sebastián Corso, baterista, es simple:
“Nos despertamos, si no dormimos todos en el mismo lugar nos juntamos, almorzamos, cuando hay tiempo nos damos un chapuzón, salimos, llegamos, armamos, tocamos”.
Simple, como ir a la oficina de 9 a 17. En diez días, y además de los dos del doblete inaugural, Fiero pasó por otros seis escenarios y otras cinco ciudades. De Neuquén a Bariloche, la camioneta pasó por tres mecánicos distintos y ellos pasaron tres días varados esperando que la arreglen. Pasaron por casas de amigos, de fanáticos, durmieron en pisos y en colchones prestados o en viaje, arriba de los instrumentos. El show pasó de los estrictos 45 minutos en Roca, a las cuatro horas y media en Villa La Angostura y todo eso a Fiero le resulta natural. Sobre todo lo de las cuatro horas y media.
“Poder estar entre la gente y tocar interminablemente o hasta que no se pueda más es lo que hacemos cada vez que vamos al sur. Y ya van tres años seguidos que vamos” sonríe el Flaco. ¿Cómo sobreviven? “A pizza, carne al pincho y birra. Es el alimento balanceado de las giras” dice Juan Batista, al frente del bajo. Gente de corazón contento estos chicos de Fiero.
Otra cosa que tampoco les resulta extraño es que a ellos, una banda de rock, los convoquen como plato principal de la próxima Undertones, la emblemática fiesta electrónica de Niceto Club, el sábado 7 de abril. ¿Cómo hacen para nadar entre mundos tan disímiles? “Creo que es una forma particular de moverse, pero no sólo en lo musical sino en general, y con el mundo —dice Pey . Podemos tocar para 50 mil personas en un festival, podemos tocar en un barcito re rockero, podemos tocar en una fiesta como la Undertones, y también podemos ponernos las camisas hawaiianas y salir a tocar ese blues caribeño con algo de surf que tocamos bajo el nombre de Tremebundos, o apagar el equipo de viola y de bajo, desconectar la batería y con un octapad conectarnos todos a una consola y salir como caballos en la disco, un proyecto 100% electrónico bien discoteca”. Para Juan “ese es nuestro juego, y nos encanta: no tener nunca un no, podemos tocar en cualquier evento y en cualquier lugar”.
En la variedad está el gusto, y en Fiero está el gusto de algo más. “Siempre creímos que hay algo por encima de los géneros, algo universal, y eso es el baile —sentencia el Flaco—. Una vez que te animás a bailar, bailás con todo y podés abrir la cabeza a música que quizás antes te parecía aburrida, o que quizás no curtías”. Blues caribeño, surf, electrónica, “Fiero es una mezcla de todas esas cosas con rock, rock bailable”. A la obvia pregunta, una respuesta obvia, contundente y unívoca: ¿Qué esperar de su próximo show en Niceto? “Vamos a hacerlos bailar”. Y no va a ser todo punchi punchi.
Para lo que resta del año, la fecha que se viene es sólo el comienzo. Cuero, el cuarto álbum de estudio de Fiero, espera los últimos retoques antes de la presentación oficial a bombo y platillo.
“Musicalmente ya está listo, faltan algunas mezclas, algún detalle, pero ya está. Está la tapa, está el arte, está todo”, asegura el Flaco.
Para matar la ansiedad —la propia y la ajena—, acaban de estrenar el video de “Perro“, el primer corte del disco. La canción: cinco minutos fulminantes con punteos de guitarra, baterías fuertes, altibajos propios de un DJ set y un ritmo que haría agitar las mechas a cualquier pelilargo. El video: una mezcla de clips virales de perritos de internet con tomas de ellos cuatro bailando y tocando con máscaras de perros. Rock, en todo momento y en cualquier ocasión. ¿O no se trataba de eso?
Mirá el video de “Perro“:
Fiero se presenta este sábado 7 de abril en la Fiesta Undertones de Niceto Club (Av. Cnel Niceto Vega 5510, CABA), desde la medianoche.