Hace un año emergía una nueva propuesta electro-pop bailable, sin dejar de lado la sensibilidad cancionera. El dúo chileno-argentino Helado Infinito debutaba con el single “Para siempre es mucho“, al que le fueron sumando nuevos lanzamientos con el correr de los meses y de los kilómetros: sus integrantes Loreta Neira (Mihnesingers y Pitucardi & Las Expediciones Científicas y Víctor Borgert (Tototomás, Los Mutantes del Paraná y Pitucardi & Las Expediciones Científicas) giraron por varias partes del mundo en este tiempo (con una extensa parada en México) y desde allí nos compartían nuevas canciones, testigos de sus travesías.
Todo devino en el lanzamiento del primer disco, Canciones dispersas, que ya presentaron en Argentina y que seguirá con Chile este viernes. Ellos mismos dijeron, en la campaña de crowdfunding que lanzaron para publicarlo en formato físico, que el disco es “un álbum de fotos de este año intenso”. A modo de anticipo de la presentación en Chile, hablamos con ellos:
¿Cómo es la mecánica de composición dentro del grupo? ¿Tienen roles asignados o lo van viendo sobre la marcha?
Loreta: Creo que hay roles que a cada uno le quedan claramente más cómodos, pero igualmente los dos metemos mano en todo. En un principio eran más que nada canciones mías a las que Víctor, gracias a su visión y olfato de productor, le metía muchos arreglos y le ponía toda las magias que hicieron que las canciones tengan una onda más glitter y más pop, y no sean sólo canciones a guitarra y voz. Después de grabar unos pares de temas, empezamos a pensar más en conjunto las canciones, y de hecho “Encontrar” fue escrita y musicalizada por ambos.
¿Cuál creen que fue el principal aprendizaje de estos meses en el camino?
Victor: Para mí fue como un volver a los 17. Siento que con Lore hacemos música sin impostar nada, música que sale de adentro y que es muy sincera. No intentamos nada que no nos salga, nada con lo que nos sintamos incómodos. Hacemos música que escucharíamos y que tiene mucho que ver con lo que estábamos escuchando cuando viajábamos: la radio. Creo que el hecho de no fingir y de cantar lo que sale también debe ser porque durante el viaje nos alejamos de los circuitos musicales que a veces tienen mucho esto de tener que ser o hacer las cosas de una determinada manera. Otro de los aprendizajes fue el aprender a bajar las expectativas y disfrutar lo que sea que tenga que venir. Cuando hacíamos muchos planes y teníamos muchas expectativas que por ahí no se daban, nos poníamos mal. Después empezamos a dejar las expectativas de lado y todo mejoró.
¿Cuál fue la ciudad que más les impactó?
V: Mazatlán, una playa en el norte de México, fue el primer impacto de muchos impactos. Llegamos ahí luego de vivir un par de meses en Ciudad de México, y la verdad es que fue un impacto muy bueno. Vida en la playa, mucho calor, mucha gente diferente a nosotros. Fueron momentos de vivir una vida muy relajada, muy real, muy conectada con ése mismo momento. Ahí empezamos a dar talleres de música juntos y hasta nos salió un trabajo de docencia de música en una cárcel, una experiencia que es de las mejores que hemos tenido y que nos hizo empezar a cantar en vivo, a mostrar nuestros temas cantados así nomás como nos salía, sin tanto miedo o sin juzgarnos tanto. Esa fue una experiencia muy enriquecedora.
Cuando estrenaron la canción “Encontrar” nos contaron que fue grabada tres días antes de su publicación. O sea que hicieron todo en tres días. ¿Cómo se paran frente al paradigma del “ya” de hoy día?
L: Gracias a como nosotros pensamos y, más bien, como nosotros vivimos nuestro proyecto, se da que cuando nos ponemos a grabar una canción es solo porque queremos, porque tenemos ganas. No sentimos ningún tipo de obligación de sacar temas nuevos o de mostrar algo porque hay que hacerlo. Así mismo, cuando nos ponemos a grabar una canción, no la podemos soltar hasta que más o menos toma forma y la podemos escuchar como nos gustaría escucharla. Todos los temas los hemos grabado en poco tiempo, y eso se da solo por nuestra misma manija de querer escuchar el tema y gozarlo. Cuando grabamos “Encontrar” estábamos en München, quedándonos en el sótano de mi tía, y ahí ordenamos el caos que había y nos encerramos dos días a hacer ese tema solo porque nos estábamos divirtiendo mucho. No sé si nos vemos tan atravesados por el paradigma del ya, como le llamás, pero sí seguimos mucho nuestras ganas, sin cuestionarlas demasiado. No sé si será bueno o malo, pero hasta el momento va bien.
¿Cómo es que de dos pasaron a ser ahora una banda completa?
L: Cuando empezamos con la campaña de financiamiento colectivo para lanzar nuestro disco en formato físico, ya sabíamos que faltaba poco para volver a Argentina, entonces pensamos que sería lindo hacer un lanzamiento con banda completa, y así fue: llegamos a Argentina, le preguntamos a nuestros amigos Nacho, Eva, Pitu y Andrés si podían ser nuestra banda y todos dijeron que sí. En un mes se aprendieron todos los temas, nos ensamblamos y tocamos. La pasamos muy bien y decidimos que parte de la plata que habíamos conseguido con la campaña iría para pagar los pasajes de nuestros amigos para que vinieran a presentar el disco acá en Chile también. Al final, Helado Infinito somos Víctor y Loreta y quien quiera formar parte, así nació la idea y así pretendemos seguirla.
¿Cómo los recibió el público argentino?
L: ¡Muy bien! Las presentaciones del disco estuvieron muy buenas, fue mucha gente y la pasamos muy bien. Tenemos ganas de tocar de nuevo allá el año que viene, aprovechando también que toda nuestra banda es de por esos lados.
¿Qué nos pueden contar de la presentación del disco en Chile?
L: ¡Va a estar muy buena! Viene toda la banda desde Argentina, así que eso ya es bacán. También vamos a tener invitados en escena y el concierto lo va a abrir Valentina Novales, una chica de aquí de Santiago que tiene un disco súper lo-fi con canciones hermosas que recomiendo mucho. Además, el sábado 4 nos vamos a tocar a Valparaíso en un lugar muy lindo que se llama La Finca, donde va a haber una feria de ilustración y tatuajes al aire libre. Todo pinta muy bien, así que ojalá sea así.