La música se renueva constantemente y en el under hay varios ejemplos de ello. Cuando hace algunos años Camila Holms decidió transformar su carrera solista en un proyecto colectivo, no solo surgió la esencia de algo nuevo, sino que potenció el talento de sus tres compañeros con los que completa la formación. Patricio Fiore, Gabriel Mathus y Patricio Keogan se acoplaron en seguida a Holms y se enfocaron en plasmar las ideas en un disco debut y homónimo, el cual será presentado este viernes. Fecha importante si la hay para el cuarteto que fluctúa entre el trip-hop de Portishead y el rock melanco alternativo de Radiohead como influencias madre. La cita es en Teatro El Cubo, y Camila afirma que será el festejo de todo un proceso de aprendizaje y progreso musical.
¿Cuál es la clave para llegar al corazón del oyente de Holms?
La magia está en la sinceridad de lo que se quiere transmitir. Las canciones tienen mucha carga emocional, fue un disco que tuvo que ver con un proceso y una crisis que me llevó a explorar la introspección, descubriendo y transmutando lo que iba transitando. Llegarle al corazón a las personas desde un lugar sincero, genuino. Que cada oyente sienta la esencia y la haga suya pudiendo empatizar con las diferentes realidades que nos propone la vida y acompañarlos con canciones en el día a día de cada uno de ellos.
¿De dónde y cómo conocieron al productor Tano Farelli?
Con Luciano comenzamos a trabajar juntos en el 2016 en otro proyecto musical donde él estaba produciendo, pero por diferentes circunstancias de la vida el proyecto se disolvió. Decidimos seguir trabajando juntos por la conexión y buena vibra que había. Encaramos Holms como un proyecto personal que terminó convirtiéndose en una banda en pleno proceso de pre-producción. El Tano es un artista respetado en la escena musical, venía escuchando mucho su banda Parteplaneta, y también admiraba sus trabajos de producción. Fue una gran experiencia donde aprendí muchísimo a la par de un profesional como Luciano, además de compartir los mismos gustos musicales y poder explayarnos de manera mágica. Él fue una pieza clave en esto.
¿Cómo se definen astrológicamente? ¿Creen que no todo se explica desde lo científico?
Astrológicamente somos signos solares de fuego y tierra, elementos que compatibilizan equilibradamente, con ascendentes y lunas que se conectan fuertemente a nuestra energía cósmica. Con cartas natales misteriosas y sublimes. Hay verdades universales que escapan a nuestra lógica y que somos incapaces de comprender. Justificamos a través de la fe, fundamentamos desde la ciencia, pero en la infinidad del cosmos convivimos con infinitos misterios, enigmas y multi-dimensiones que en un lenguaje cuántico podemos intentar razonar. La ciencia es capaz de anticiparse y vamos rumbo a la tecnocracia. Pero hay algo que se llama alma que trasciende todo tipo de razonamiento religioso, científico y filosófico: nos condiciona a los seres humanos, y es la respuesta a todos nuestros cuestionamientos.
¿Cómo fue la experiencia de filmar en lugares tan inspiradores como la Patagonia?
Filmar en el sur fue una experiencia única e inolvidable. Yo soy de Neuquén, siempre quise mostrar el lado B de la Patagonia, la parte más agreste y árida, el alto valle patagónico que tiene una magia muy particular con sus paisajes imponentes. Empezamos a trabajar sobre el guion con Julieta Maccarino (directora del videoclip), durante casi un año entero debatimos locaciones, vestuarios, ideas de guion. Hasta que llegó el momento de filmar: fue en febrero de este año, viajamos la banda y la directora. Con cámara en mano nos metimos a trabajar en el medio de la mismísima nada, en la intemperie a 5 km de donde habíamos dejado la camioneta, con la hostilidad que propone estar en lugares tan alejados y agrestes. Nos conectamos muchísimo con el lugar, cada uno representa un elemento en la historia del video y se ve una fuerte conexión con el cielo, las estrellas y la soledad. Tuvimos momentos de silencio solamente contemplando el paisaje, y otros de fogón a orillas del Río Limay con amigos que colaboraron dándole fin al rodaje.
Se ven claras influencias contemporáneas en el disco, pero con su propia impronta. ¿Están satisfechos con el resultado final?
Se trabajó durante casi un año en lo que fue el proceso de producción, grabación, mezcla y masterización. Nos tomamos tiempos prudenciales para poder avanzar seguros y firmes. Se tenía en claro que el sonido tenía que ser genuino, trabajado y fresco. El disco tomó forma de obra conceptual porque todo se iba trabajando a la par desde el arte de tapa, la estética, el concepto sonoro y las letras, de manera que todo mantiene una armoniosa coherencia.
Si tuviesen que elegir una canción propia que defina la esencia de la banda, ¿cuál sería?
La canción que más define el concepto Holms es “En espiral” tiene climas oscuros y frescos, roza lo mágico y luminoso, por momentos se pone tensa, mantiene la línea trip-hop, experimental y progresiva. La letra acompaña el dramatismo de la melodía y se convierte en un escenario ideal para un videoclip en montañas y acantilados. El estribillo es alentador y enigmático, el aura de la canción es fresca, por momentos fría, cálida y oscura.
Para el show del 19 de octubre anunciaron presentación e invitados. ¿Qué otras sorpresas nos esperan?
La sorpresa de que sea un show único, más allá de que es la segunda vez que nos presentamos en un escenario y en formato cuarteto, queremos que la gente se lleve lo mejor de nosotros y brindarles un momento único e inolvidable. Como banda invitada va estar York, quienes se traen una propuesta musical sumamente interesante y recomendable. También vamos a tener un invitado especial y espacial. Elegimos presentarnos en el Teatro El Cubo, que ya de por sí se aparta del circuito convencional y nos parece sumamente oportuno que el oyente- espectador esté sentado y ponga todo su foco en el show.
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Holms se presenta el viernes 19 de octubre junto a York en Teatro El Cubo (Zelaya 3053, CABA). Más información.