Es complejo abarcar una temática tan universal como el amor y no precipitarse en narrativas repetidas hasta el desgaste. En el vasto universo de escritos sobre esta materia, aparecen un sinfín de paralelismos y puntos de encuentro que vuelven este tópico un tanto monótono y empalagoso. Sin embargo, también es verdad que resulta un caudal inagotable de inspiración, y Idles lo sabe con certeza. Es por eso que para su nuevo disco de estudio, el conjunto de Bristol se propuso desentrañar la parte más visceral del amor para resignificar su acepción en algo mucho más cruda y honesta, partiendo de la experiencia propia como inspiración.
Ahora bien, vale preguntarse: ¿cuál es esa parte? Mark Bowen, guitarrista y productor de la banda, lo explica: “El amor es la razón de la soledad, del dolor y del sufrimiento. Incluso la ausencia de amor tiene que ver con el amor. Esta vez intentamos abarcar toda esa plétora de experiencias”, dice el músico en conversación con Indie Hoy sobre el concepto detrás de Tangk, su quinto álbum de estudio que publicaron hoy a través de Partisan Records. “Acá no van a encontrar canciones al estilo de Donny Osmond -bromea, refiriéndose al popular actor y exídolo estadounidense-, porque todas hablan del amor pero de una forma no convencional”.
Después del desagote emocional que significó Crawler, su excelente disco de 2021, el cantante Joe Talbot necesitó rearmarse en un lugar de contención y escribir sobre otras cosas un tanto más frágiles y profundas. Volcó sus ansias en un papel y las convirtió en una plegaria urgente para servirse de lo que tanto precisaba. “Joe estaba en un muy mal momento a nivel personal y, para poder volver a sentir amor, necesitó escribir sobre él y así trasladarlo a su arte -cuenta Bowen sobre cómo el frontman del grupo encontró el concepto del LP-. Así decidió que todas las canciones de este disco fueran en torno al amor y también a la ansiedad y enfermedad que pueden venir con él“.
Para la grabación deTangk –título que refiere “al sonido que hacen las guitarras en este disco”-, decidieron buscar una mano derecha que pudiera matizar desde el sonido el tembladeral sentimental que presentaban estas nuevas composiciones y Nigel Godrich apareció en el camino.
Ampliamente reconocido por su trabajo como produtor de Radiohead en casi todos sus discos -incluyendo OK Computer– el ingeniero de sonido invitó a Bowen y a Talbot a su laboratorio sonoro ubicado en Brixton, Inglaterra, a mediados de noviembre del 2022 para comenzar con las primeras sesiones de preproducción y ver de qué manera podían encarar la obra. El guitarrista aprendió la técnica del tape loop (en español, bucles de cinta), un recurso bastante utilizado por Godrich en los álbumes de Thom Yorke y compañía, y quedó tan maravillado que no dudó en incorporarlo al nuevo material de Idles.
Ese fue solo el puntapié inicial para un cambio de sonido contundente en el universo instrumental de la banda. “Quisimos ampliar nuestros horizontes musicales y desafiarnos a nosotros mismos -aclara Mark-. Si seguíamos haciendo lo mismo no íbamos a superar ningún nuevo objetivo, por eso tuvimos que usar herramientas y recursos diferentes para lograr un resultado diferente“.
Ese cambio sustancial en el sonido se siente a la primera escucha en sus pianos, arreglos de cuerdas, programaciones, loops, y hasta un saxofón que cierra el álbum. Aunque tienen sus momentos de furia como en “Hall & Oates“, ahora, las guitarras dentelladas de Bowen y Lee Kiernan se entimidecen ante la belleza imperiosa de los detalles sutiles.
El trabajo de Talbot en la voz tampoco pasa desapercibido, su interpretación es desgarradora y por momentos conmueve de forma pletórica. Se desarma y sangra para mostrarse roto una vez más, manifestando que no hay mayor acto de hombría que mostrarse vulnerable. “Tratamos de ver cómo podíamos componer melodías y armonías que permitieran a Joe lucirse un poco más vocalmente que en otros discos“, aclara Bowen.
El disco se finalizó en los estudios de Le Fabrique junto al mar del sur de Francia, con Godrich y el ya clásico colaborador de Idles, Kenny Beats, detrás de la consola. Sin embargo, el proceso no fue nada fácil. Mark y Joe tenían ideas diferentes de cómo encaminar el LP, lo que desencadenó en algunos momentos de tensión entre las mentes del quinteto.
“Este álbum fue el más difícil para todos nosotros -confiesa Bowen-. En un momento determinado, con Joe dejamos de conectar el uno con el otro y no podíamos establecer un punto medio. Cuando sos muy diferente a tu compañero, tenés que cuidarlo y apoyarlo en su enfoque y en sus metas, o utilizar esas diferencias para complementarse. Eso no nos estaba pasando”. Aun así, lograron superar sus diferencias, aceptando que esas discrepancias formaban parte del proceso creativo y de buscar un resultado equilibrado.
Ese fugaz aprendizaje los hizo tomar noción del lugar que ocupan hoy, y es eso que otro de los ejes sobre los que gira Tangk: la gratitud. Bowen describe la posibilidad de vivir de la música como algo “catártico, hermoso, expresivo y alegre”, entendiendo que además está cumpliendo el sueño de miles de personas más. “Tengo que estar muy agradecido de haber sido puesto en este lugar -reflexiona-. La forma en que expresamos ese agradecimiento es trabajando todos los días para mejorar y enamorándonos de nuestra profesión”.
Una línea de la canción “Pop Pop Pop“, reza “animar a la gente, esa es mi herramienta”, y no hay frase que sintetice mejor la motivación de Idles: el tomar acción, no importa de qué ni sobre qué; simplemente actuar. “Una de las epifanías que tuvo Joe con este disco fue que él nació para ser un motivador -suma Bowen-. Le gusta incentivar a la gente. Eso es lo suyo, eso es lo que él tiene y ese es su mantra para sí mismo”.
Está claro que tras el lanzamiento de Tangk, Idles se embarcará en una nueva gira interminable, que muy probablemente recién termine el próximo año. No obstante, Mark admite que hay un show que no han podido olvidar hasta el día de hoy y fue su primera y única presentación en la Argentina en el festival Lollapalooza de 2022.
Esa tarde, los muchachos de Bristol tuvieron una visita inesperada tras bambalinas: Dave Grohl y Taylor Hawkins de Foo Fighters. Lo que ninguno de ellos sabía, era que esa noche sería el último recital de Hawkins con vida. Mark recordó el momento en que vio a ambos músicos sentados en el backstage viendo el show de su banda: “Ese fue un gran momento para nosotros. Realmente inolvidable. Nos hemos encontrado con ellos varias veces a lo largo de los años y son personas muy, muy amorosas y generosas. Que tus héroes te estén mirando desde el costado del escenario no tiene precio“.
“Me acuerdo que Taylor se acercó y nos habló antes de que subiéramos al escenario -continúa Bowen-, nos alentó y eso muy lindo. Que estuvieran ahí desde tan temprano, cuando no tenían por qué hacerlo, habla de lo inmensos que son. Significó mucho para nosotros, más aún teniendo en cuenta que probablemente fuimos el último recital al que asistió Taylor antes de fallecer. Ese fue un espectáculo especial. Los fanáticos en Argentina fueron increíbles. Me acuerdo muy bien de ese show y fue realmente fenomenal. Tocamos como nunca porque vimos que Taylor y Dave estaban sentados al lado del escenario. Terminamos muertos, pero lo dimos absolutamente todo y fue un concierto increíble. Esperamos volver a Argentina cuanto antes.
Una última pregunta: ¿crées que con el lanzamiento de Tangk finalmente los van a dejar de catalogar como punks?
Probablemente no, pero a quién le importa. Tal vez, este sea nuestro álbum más punk hasta el momento porque estamos desafiando a los punkis. Que nos llamen como quieran, está todo bien.
Escuchá Tangk de Idles en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).