Julián Desbats es el violero de una banda que, más allá de gustos personales, amalgama rabia, amor, energía y corazón. Julián, el Ruso, editó Tarado en 2016, su primera publicación en solitario. Y ahora acaba de lanzar “Duerme conmigo“, una descarnada canción que es el adelanto de su próximo álbum solista. El tema fue grabado en una sola noche y Julián ejecuta todos los instrumentos. Los coros son de Figur Urdaniz y la masterización de Pablo Bodnar. Julián fue el encargado, asimismo, del dibujo que ilustra la tapa. En la letra de “Duerme conmigo” leemos: “esta guerra que se llama amor” y luego una reivindicación de “el temple de la soledad”. Le pregunto a Desbats sobre esta asociación y sobre la soledad como estado: “El amor es guerra por todo lo que simultáneamente se gana y se pierde ahí. La soledad a veces es elegida y a veces no. Con el temple de la soledad me refiero a bancarse ese estado uno mismo sin ayuda de nadie. A veces buscamos estar acompañados por no bancarnos estar solos y ahí estamos doblemente solos. Ese es un acto de egoísmo grande para con uno y para con el otro. En el autoconocimiento de uno reside la fuerza del espíritu. El cambio siempre ocurre de adentro hacia fuera. Pero hay que llevarlo a cabo. Todos los días comienzo de cero a intentarlo de nuevo. Me cuesta horrores pero me gusta mucho transitar ese crecimiento como una aventura.”
Pos tarado romántico
El Ruso explica de qué va su próximo disco, del cual “Duerme conmigo” es tan solo un adelanto: “Es una de las tantas caras que voy a mostrar en el futuro, en el próximo disco. El sucesor de Tarado es un disco romántico, un tratado sobre el amor por decirlo de una manera simplista. Así que es una piñata donde explotarán muchas sorpresas. Cada disco que hago me gusta que retrate un momento de mi vida, porque me gusta vivir y me gusta dejar atrás lo hecho anteriormente. No quiero que me pongan un traje y me diga qué soy musicalmente. Eso me mata, es como tener el cuello torcido contra el techo y no poder ver el cielo. O algo así. Las canciones que hago me salen de adentro del pecho, son canciones honestas, porque me gusta escribir lo que vivo. Esos sentires, esas vivencias tienen una forma bastante definida y poder cantarlas me hace ahorrar, de alguna manera, una ida al psicólogo o a la asociación de corazones rotos y románticos empedernidos. Ponele”.
Tarado abrevaba en ciertas fuentes, y entre ellas el del, así llamado, rock nacional de los inicios. De hecho, el disco fue elogiado por Moris. Algo que traza un círculo pues se han transitado décadas de búsquedas con direcciones diversas, intentando apartarse de aquellos orígenes, lo cual, claramente, fue un proceso creativo nutritivo y necesario. Julián revisita esos orígenes, con su personal impronta. “Eso ocurrió en Tarado. Y lo hice porque me gusta que la lírica de las canciones comience en un punto y termine en otro, es decir: contarte una historia. Admiro mucho lxs grandes letristas, esos que al oírles el relato decís: esta persona sabe algo que yo no sé. Patti Smith, Lennon, Dylan, Julián Perla, Ale Schuster, Serrat, Cohen, Morrissey, que sé yo. Es como que te confirman verdades que tenías adentro tuyo y no sabías que las sabías. Por otro lado, a veces me cansan esas letras que repiten siempre lo mismo. En una estrofa de cuatro líneas repetiste dos frases: hola mi amor te espero en la esquina, hola mi amor te espero en la esquina, sentado en la banquina, sentado en la banquina. No digo que eso esté mal, cada unx hace lo que le place. Sólo que me gusta aprovechar la oportunidad y el lugar espacioso que me otorga una estrofa para decir algo, alguito más. Por eso Moris es mi favorito. Calle, poesía, mugre y corazón.” ¿Cómo determina Desbats que cierta composición es para Los Rusos Hijos de Puta o para su proyecto solista? “Dejo que fluya naturalmente. Esta va para acá, esta va para allá. No hay mucha más historia que esa”.
La primera línea
“Duerme conmigo“, el tema, es acompañado por una ilustración de tapa del mismo Julián Desbats. Un dibujo todo corazón, con colores estridentes y toques fauvistas. “Siempre dibujé, incluso antes de tocar música. Me gusta mucho el arte de los discos. Si no conocés la banda, lo primero que te llama la atención es el arte de tapa. Me acuerdo de chiquito pasar por Stop, la disquería de mi pueblo” –Desbatas es oriundo de Zárate– “y ver el bebé nadando de Nevermind o el tipo prendido fuego dando la mano del Wish You Were Here y pensar: ‘che, ahí pasa algo’, incluso cuando no era ni siquiera consciente de que eso era música en sí. Y me gusta dibujar porque es una fuerza unidireccional que va de uno al papel y del papel a uno. Y siempre tiro la primera línea sin pensar qué va a salir de ahí. Ese tesoro poco explorado que se llama subconsciente me gusta explorarlo, incluso cuando me asuste un poco. Cito la frase de mi director de teatro favorito, Juan Fiori: ‘El patio de atrás de la cabeza’. La tapa de ‘Duerme conmigo‘ es un autorretrato particular de un momento de mi vida que ya pasó o está terminando de pasar. Y salió eso. Fijate esos ojos de sith que porto en el autorretrato y al ver verás”.
Un cuarto propio
Julián comenta sobre su futuro disco, ese que adelanta “Duerme conmigo“: “Durante los últimos meses estuve componiendo mucho. Hacía rato que no tenía tanta necesidad de vomitar así. Porque uno vomita cuando escribe y vomita vida y vomita muerte. El disco nuevo deja atrás a Tarado. Va para otro lado y, como ya dije, son canciones sobre el amor, el romance, la aventura, el sexo y el dolor. Ya tiene título (es secreto al momento) y está siendo grabado ahora mismo. Lo estoy haciendo en mi estudio casero llamado Astralia que queda en mi pieza, al lado de mi cama, en el barrio de Once. Es donde más cómodo me siento. Salto de la cama directo al instrumento. No tengo que lidiar con tiempos ajenos de estudios ajenos con gente ajena. Puedo atrapar rápido al pez. Estoy encerrado horas y horas con este futuro. Ya están grabadas más de la mitad de las canciones. Toco todos los instrumentos, excepto la batería que se encarga, entre otras cosas, mi querido amigo y hermano de Zárate, Figu Urdaniz. Alto ladero talentoso e igual de manija que yo. Lo que hay entre manos es algo nuevo y atrevido. La industria de la histeria, el arma de doble filo que se llama amor. Quisiera ya tenerlo en mis manos para arrojárselos a ustedes como un boomerang”.