Florencia y Catalina comandan Lalalas, un proyecto musical que ofrece una propuesta anclada en la improvisación y la exploración sonora: “Cada vez que tocamos hacemos algo distinto, aunque siempre sean las mismas canciones. Creo que eso se da por la espontaneidad que nos surge al jugar con las máquinas y los sonidos.”
Después de haber probado con diversas formaciones musicales y colaborado con artistas como Franco Dolzani, la intención de formar Lalalas comenzó a tomar forma a mediados de 2018. Con solo tres canciones subidas a internet y el misterio que generaba la inexistencia de un disco, la dupla rosarina logró cautivar distintos espacios de la escena y viralizarse rápidamente a través de las redes sociales. Burbuja, su EP debut, representa una segunda instancia de esta naciente pretensión musical, que se sumerge en la búsqueda de un sonido condimentado por influencias dream pop y, por momentos, vislumbra una estética noise. Los diferentes momentos que se logran a través del reverb de las guitarras y la fuerza de los sintetizadores, dan cuenta de composiciones que juegan con los tiempos, las voces y la aparición repentina de toda clase de sonidos.
Sus actuaciones están dominadas por la intuición y el sentimiento que surja en ese instante: “En vivo tenemos las máquinas y las guitarras. Siempre hay una parte en la que jugamos con las maquinitas y ahí vamos viendo qué sale en el momento.” Por momentos se dedican a zapar, pero otras veces invitan al público a que sea partícipe. “Últimamente poníamos una base de estilo surfer e invitábamos por micrófono a que se suba el que quisiera. Dejábamos el micrófono abierto”, comentan. A través de la autogestión y el planeamiento entre ambas, diagraman sus propias presentaciones y se mueven a través de las redes que se han ido tejiendo y construyendo entre músicos del ambiente independiente que escapan el encasillamiento de un sello discográfico:
“Está bueno estar por nuestra cuenta pero cuesta muchísimo hacer todo solas. A pesar de que existen varios sellos de los que podríamos formar parte, aún no encontramos nuestro lugar. Preferimos seguir tejiendo redes con otros músicos hasta que surja ese espacio donde nos sintamos cómodas.”
Como previa a la salida de su EP, la banda estrenó su primer videoclip “Remolinos”, canción que es parte de este lanzamiento y que surge en colaboración con Diego Picech (Jean Luc Patulek). “Jean Luc extrae la esencia de las personas a las que graba”, dicen sobre esta colaboración. “Eso lo transforma en una persona y en una escena. Básicamente refleja lo que vivimos.” Situaciones cotidianas como el piropo callejero o la inestabilidad laboral son algunas de las circunstancias que se desarrollan y que, a su vez, dan cuenta del discurso de este dúo femenino que comparte similitudes con la realidad latente.
“Nuestra música surge del lugar donde nos posicionamos”, confiesan. Al hacer esta declaración, no solo hablan de las diversas influencias que incentivaron su proyecto, sino también del discurso de las artistas que tienen como referentes, como lo son Rosario Bléfari, Marilina Bertoldi o Juana Molina. “Al hacer todo entre las dos, fusionamos los gustos de ambas. Lo nuestro es un trabajo muy colaborativo. Cuando pensamos en nuestras influencias nos damos cuenta que nuestra forma de crear música es como meter un montón de cosas en la licuadora.” La misma situación se da al hablar de sus letras. Aceptan que también es un trabajo que se da entre ambas, pero no le dan la misma atención que a su música: “Las letras son todo un tema, son un poco disléxicas. Una de nosotras viene con una idea y las vamos acomodando juntas.”
En relación con los espacios que han conquistado las mujeres músicas dentro de los festivales, reconocen que hay mucha más apertura y que se han visibilizado reclamos que anteriormente se dejaban de lado. A pesar de esto, sostienen que el derrumbe de ciertos privilegios va a llevar un largo tiempo: “Si hablamos de los espacios que históricamente han sido ocupados por chabones, no tenemos ganas de ponernos en la posición de pedir permiso o agradecer por estar ahí, para nosotras es un medio para ocupar. Ahora con lo del cupo femenino en festivales también sucede que arman festivales de varones y meten una sola banda de pibas y ahí piensan que cumplen. Hay mucho marketing.” Es así cómo este dúo femenino da cuenta de un discurso que moviliza, se comparte y que, como una ola, ha empapado la mayoría de los espacios de la escena musical independiente.