Los Seitans nos traen un surf con olor a rambla. Desde Mar del Plata, la resistencia de la contracultura se pierde en los sonidos de los ’60 y piensan a las olas de una manera lisérgica. Tienen un EP del 2016 llamado Los Seitans Vol 1 y son parte de una nueva oleada de artistas creada allí, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
La banda está compuesta por Luciano Trabato en la guitarra; Lucas Riera, Pelu para los amigos, en la batería; Claudio Lara Gallardo en teclados y guitarra; Santiago De La Torre en el bajo y Serafín Concetti en el theremin. Para quienes no están al tanto de lo que es el theremin, les evito el googlear ahora: es el instrumento con la caja y las dos antenas que crea frecuencias acercando o alejando las manos.
Podemos determinar lo siguiente: El sonido surf intensifica su energía si es pensado desde una costa. ¡Y tiene sentido! El ambiente en donde estás inmerso puede condicionar o potenciar lo que hacés. El oi! no sería nada sin la consciencia social que tuvo la clase obrera allá en el Reino Unido de la década del ’70, cierto reggae primitivo (el más bobmarliano) no existiría si le sacamos el misticismo de los rastafaris y su movimiento, creencias que eran muy fuertes en Jamaica. El sonido del surf se reivindica como género al provenir de los pensamientos que se obtienen al sentir en carne propia los efectos de la arena y las olas. Los Seitans son un ejemplo local y de ahora.
Estos chicos son la excusa perfecta para entender un poco más el género surf per se. Vivir en un lugar en donde sabés que en invierno la gente no se ve casi en toda la estación porque el frío es espantoso o ver las oleadas de turistas que traen todo tipo de intenciones. Desde el año pasado, Carlos Arroyo está en la intendencia y las políticas restrictivas también se hicieron notar. El surf experimental solo sobreviviría en la contracultura, en donde podría captar algún melómano, gente que por suerte sigue habiendo. Tienen un sonido que se asemeja a The Kahunas o a The Tormentos, si nos referimos únicamente a lo local, pero tirándose a un costado experimental. Como si Mike Patton se pusiese a imitar a Brian Wilson de los Beach Boys luego de una noche agitada.
Es mejor ser pocos y organizados que muchos y sin ningún sentido concreto. Mar del Plata da clases en la importancia de una buena organización a la hora de crear. En eso radica la esperanza de Mar Del Plata: Asimilaron mejor a lo largo del tiempo los conceptos de gestión contracultural (autogestión, ideales, estructuras del trabajo) que en muchos otros lados. Ahora que armaron algo que parece funcionar, ahora que el alumno superó al maestro, solo queda recostarse y apreciar como la visión se va viendo completa. Cierren sus ojos, abran sus mentes y disfruten de la nueva oleada marplanauta.
Hay un nuevo sonido, una revival que podría arrancar desde hace 3 o 4 años. Está en crecimiento y al parecer se mantendrá de esa manera. Hay una nueva significación en cuanto a la música afectando a todos los géneros por igual, pero siendo los que se acercan al rock los más beneficiados. Mientras más bandas se formen y mientras más facilidades tuvieran a la hora de tocar en vivo, eso desencadenaría en una consolidación de la contracultura. Podría autosustentarse y hasta abrir lugares propios. Luego la proyección sería pensada para afuera.
Uno de los problemas principales que tiene la Costa es que los locales disponibles con sonido y preparados para recitales mantienen el viejo paradigma de “pagar por tocar”. Hasta que los marplatenses no se saquen esa mentalidad como pasó en Capital Federal, periferia y La Plata logrando imponer otro tipos de acuerdo con los lugares, el crecimiento seguirá siendo positivo, pero condicionado.
Charlamos con ellos en Universo Rústico, un balneario en la parte más al sur de la Costa, a dos playas más de La Serena. Mientras más al sur vas, más bueno se pone. En el parador de Siempre sí, mientras gente amigable se atreve a realizar algún que otro espectáculo con sonido en vivo. Los Seitans nos hablan de sus proyectos, sus influencias y qué se siente hacer música en un lugar en donde la gente promedio solo recuerda en vacaciones.
¿Cómo se conocieron? ¿Cómo comenzó?
Luciano: Con Pelu, el batero, tocábamos antes en otra banda que hacia surf acá.
Pelu: Somos de la primera camada de hacer música surf. Si bien es un movimiento que viene de los sesentas, del sur de California, nosotros fuimos gestándolo por estos lugares.
L: Esa banda finiquitó y quedamos con ganas de hacer algo parecido. Así que comenzamos con Los Seitans. Empezamos a tirar temitas. Apareció Santiago de la Torre en el bajo incorporándose rápidamente. Con Serafín desde antes que éramos amigos. Pensaba en comprarse un theremin y pegó justo. Luego Claudio de Chile, que estaba recién llegado. En realidad toca de todo. Justo vio que había un teclado y se mando ahí.
P: Ese teclado lo compramos en La Plata.
Claudio: Lo vi por primera vez y dije: ¡tengo que tocar ese teclado!
L: Claudio fue a un ensayo a tomar birra y le gustó lo que escuchó. Y estaba el teclado.
P: Ahí fue cuando la formación se terminó de cerrar. Ahora estamos componiendo con la banda establecida, con nuestro sonido particular que es la música surf. Nuestras influencias son los ’60, ’70 y especialmente los ’90.
C: Todos tenemos una semilla hardcore en el corazón.
P: Hardcore, stoner.
L: Es que vinimos de ese lado y por eso es raro escuchar a Los Seitans tocar surf. Yo crecí con los Smashing Pumkins y Sonic Youth.
¿Hace cuánto que están en Mar del Plata? ¿Qué es lo que los une a la hora de hacer música?
P: Nos une Mar del Plata. Tenemos un guitarrista de Neuquén, un tecladista de Chile, Serafín estudió y vivió acá mucho tiempo. Santiago, el bajista, es de Córdoba. Sacamos un sonido muy propio.
¿Cómo podrían definir el sonido Seitans?
L: Se basa en el surf como pilar.
C: Si, pero puristas no somos.
L: básicamente es oscuro.
P: Bien marplatense. Es un surf bien marplatense.
L: Es el mar en invierno. Tiene esa tonalidad, ¿sabés?
Serafín: Mar del plata sin turistas, playas vacías.
C: Imaginate: Un surfista de ácido en invierno.
P: Acá se curte mucho el surf en invierno. A los surfistas les ceba más surfear en invierno. Es la época de las mejores olas y no hay mucha gente metida en el agua. Ya el meterse en el agua en invierno tiene un coraje que es único.
S: Es el sonido de la ciudad balneario cuando no está en temporada.
Hablemos del EP.
P: Sacamos un EP de 2 temas que fueron grabados en Buenos Aires por Estudios Vigua y Contrafacto Records en esta ciudad. Lo grabamos después de una gira que estuvimos haciendo con un amigo llamado DJ Maldito Enfermo. Él es de allá y nos ayuda a la hora de armar fechas y todo. Nos moviliza para Buenos aires, Capital y alrededores. Es un hermano nuestro de hace muchísimos años. A raíz de esa gira pudimos grabar con la formación actual. Elegimos para grabar “Pirámide” y “Robotic Siouxsie”, que son los clásicos temas de la banda. Luego los mezclamos con ayuda de Santiago de la Torre. Lo masterizó un amigo nuestro llamado Diego Rey en Ohub Records. Tiene una banda que se llama The Black Furs y son de Tapiales. Son gente también muy arraigada a la música de los ’60. Además conocen mucho todo el circuito del punk rock. Al EP lo subimos a Bandcamp y a Youtube.
S: Algo que remarcar que toda la edición, la grabación, todo fue a base de amigos. Todo vino a base de buena onda. La gente vino y nos ayudó.
Profundicemos en las influencias de cada uno.
S: Mis gustos son extraños. Por ejemplo, Buckethead me encanta, es un gran guitarrista. Lo lindo de Los Seitans es que cada uno tiene un gusto particular y por ahí cuando nos ven en el escenario deberán pensar: “juntos no tienen nada en común” y de repente sale esto y es increíble. Y sí, ¡Buckethead está allá arriba!
C: En mi casa, mi vieja estuvo en un grupo folclórico y mi papá fue corista del coro de Las Mil Voces. Por eso en la casa siempre hubo instrumentos y cosas así. ¿Influencias? Los Jaivas de Chile, The Beatles y Black Sabbath.
L: Mis influencias son bastante 90s. Soy el menor de tres hermanos y ya se curtía mucha musica en casa. Los Brujos, Babasónicos, Peligrosos Gorriones, toda esa camada. Fue lo primero que escuché y que me cebó mucho. Luego me fui para el lado más alternativo: Sonic Youth, The Smashing Pumkins, Mike Patton, por ejemplo. El rock y el metal también me gustan.
P: En mi caso mis influencias vinieron del lado del punk y el hardcore. La Buenos Aires Hardcore fue algo muy importante para mí. Fun People fue la banda que más me generó en su momento, allá por los noventas. Me voló la cabeza. Tocaban mucho en Mardel. De ahí empecé a crecer con la música. Escuché otros géneros como el grunge: Nirvana, Soundgarden, Alice in Chains, bandas que siempre me gustaron. A los quince años aproximadamente conocí a The Beatles y me enamoré. De más chico recuerdo escucharlos con mis viejos. De ahí comencé a interiorizarme en el sonido de los ’60 y los ’70. Es en ese momento en que la música tuvo un disparo de equipos, de pedales, de guitarras, de baterías, de todo. Bandas como The Beatles, The Who, The Kinks. Me centré bastante en eso. En Black Sabbath también. Falta comentar las influencias de Santiago, el bajista. A él lo conocemos muy bien. Diría que sus influencias son el krautrock y la música eléctrónica.
C: Todo lo que sea maquinitas que hagan ruidos.
P: Sí, mucho Kraftwerk.
¿Cómo ven la movida contracultural en Mar del Plata? ¿Ven que se hagan cosas? ¿La ven estancada?
P: Yo soy de acá de Mar del Plata y puedo darte mi postura como alguien local. Las cosas han cambiado: la política, espacios que se abrieron, otros que cerraron, la realidad fue mutando bastante. Mar del Plata es difícil. No contamos con la cantidad de espacio para la cantidad de bandas que hay. Hay una movida increíble que se está gestando hace cuatro, cinco años. Hay bandas de todos los géneros.
L. Se animaron hacer cosas.
P: Y las hicieron por su cuenta.
S. También hay una unificación de bandas.
P: Solo no se pueden hacer las cosas. No podés querer armar un festival solo por tu cuenta porque tampoco nadie te va a ir a escuchar, nadie te va a ir a ver, nadie va a pagar una entrada. Hay gente en Mar del Plata que entiende eso. La gente busca autogestionarse. La cosa es paso a paso y hacerlo uno mismo. Por ejemplo, el que estudia fotografía se vincula con una banda de música para hacer proyectos. También el de visuales hace lo mismo o el que estudia sonido. Nosotros estamos en ese plan, en el Do It Yourself. En ese camino nos hemos encontrado con los chicos de PCC que son unos hermanos para nosotros. También conocimos otros chicos dentro de este círculo. Aclaro, dicho círculo no es cerrado, ¡eso es lo bueno! Acá nadie quiere cerrar la cosa. Todos queremos tocar en diferentes lugares o buscar otras alternativas. Los sitios de Mar Del Plata te ofrecen lo que tienen y vos obviamente terminás tranzando solo por el hecho de querer tocar, de querer mostrar tu música. Cuando arreglás con esos lugares los intereses cambian. Tenés que armar todo vos y no llevarte un mango. Hay que buscarle el sentido a lo que hacemos. Llevar equipos y armar sonido siempre lo vamos hacer, pero al esforzarte para buscar algo diferente, es la clave y el público lo disfruta más. Nosotros ahora hicimos un festival llamado Luna Jam en un barrio de Mardel bastante alejado. Cuesta acá que la gente se mueva, no es como en Capital y alrededores. La gente allá aceptan que si la banda que les guste tocan en, por ejemplo, Morón, se movilizarán. Están acostumbrados a viajar. Acá es diferente. A pesar de eso Luna Jam fue un éxito. Pudimos hablar con la gente del barrio. La sociedad de fomento nos dio una plaza gigante, hermosa, con un escenario y un skate park. Esto fue en Barranca de los Lobos, cerca de Chapadmalad. Hacer este tipo de cosas en barrios aledaños te permite salirte del circuito de los bares, del circuito de la noche. La noche esta buena y suceden muchas cosas, pero también esta bueno que la familia se acerque para ver los shows. Hay gente grande que quiere acercarse y no puede quizás ir a ver una fecha sabiendo que puede que toquemos tarde, digamos, como a las tres de la mañana, por ejemplo. Estamos en ese plan, buscar alternativas. Intentamos invitar amigos de La plata, de Capital y de alrededores de Córdoba, de todos lados.
C: Es hacer de Los Seitans, o de Luna Jam un circo. Llevar a cada ciudad nuestro show. tener marcada nuestra identidad. Que la gente pueda decir: “Esto lo hicieron los Seitans”.