Si hay algo que tiene el músico adroguense Mariano Villasante es entusiasmo. Entusiasmo por el arte, por los encuentros, por mantener viva la curiosidad y seguir alimentándose -y alimentándonos- con los frutos que ésta le da. “Sentirme músico no me define totalmente. Siento que tengo muchas inquietudes y de todo tipo. Vuelco en mi música mucha madera de distintas expresiones artísticas como el cine, la literatura, las perfo poéticas, la naturaleza o la calle”, admite el activista cultural a Indie Hoy a pocas semanas de haber presentado La fuerza, su nuevo EP en el que combate el contexto pandémico con su arma más poderosa: las canciones.
Pasan los años y Villasante sigue aferrándose al arte. Luego de su paso por la banda Ánima Bendita -con la que editó cinco discos-, y siempre abocado a lo que suena en Árbol Caído -sala de ensayo que fundó en 1998 y que sigue vigente hasta el día de hoy-, el impulso creativo del también autor del libro Crónicas abiertas se ha ido expandiendo para volverse cada vez más una necesidad. La fuerza, el sucesor de La música se comparte (2018), nace de la energía casi sobrenatural que emerge en tiempos difíciles y a la cual Mariano le canta tanto para agradecerle como para invocarla.
“Empoderado voy, soy mucho más que sobrevivir/Quiero ser Luke Skywalker luchando, toma lo que quieras de mí”, canta en “Luke”, resumiendo el concepto del álbum y la visión que Mariano tiene acerca de ser un artista. “La fuerza nace de esa máquina interior que no tiene deseos de parar -afirma el cantautor-. Nace de la voluntad, de la fantasía. Fue determinante también el contexto, la energía vital que brota del mundo, el desafío por reflejar sentimientos en canción. Lo que pasa en el planeta es un shock, y de pronto empecé a sentir que necesitaba empatizar con el contexto, que afuera está Darth Vader. Sentí que tenía que crear canciones que sepan ser un motor, un salvoconducto musical”.
Influenciado por sus héroes y heroínas de ayer y hoy, y grabado junto a músicos y productores de la zona sur del Gran Buenos Aires, La fuerza es también una invitación a volver a lo esencial, a eso que a cada uno le da alegría y ganas de seguir adelante. De manera espontánea y sin perder la oportunidad de homenajear a quienes lo hicieron bien, Villasante se dio el lujo de cantar casi a dúo con John Lennon en la apertura del disco y de citar discos y canciones de Luis Alberto Spinetta en “Luke”.
Otras de las figuras homenajeadas, y quizás la más curiosa- es el ‘Turco’ Mohamed. En “La vida con vos”, se escucha el relato de uno de los goles del futbolista fundiéndose con la voz del cantor, quien parece tomar más energías luego del cruce. A raíz de estas influencias, y de otras no tan evidentes, Villasante comenta: “Las influencias estilísticas para mí representan un juego, en el sentido literal de la palabra. Son como un espejo en donde reflejarse. La música te permite jugar con eso. Lo que siempre siempre estoy escuchando es a mis colegas de la canción, nutriéndome de ese manantial de solistas y bandas hermosas que andan creando”.
El disco fue finalizado durante la cuarentena y a la distancia con la ayuda de Rodrigo Crespo, músico y productor argentino radicado en Los Ángeles reconocido por su trabajo en álbumes como Prender un fuego de Marilina Bertoldi. Publicado finalmente en mayo de este año, La fuerza se destaca justamente por su fuerza cancionera, la cual es impulsada por brillantes melodías que recuerdan a la época dorada de Andrés Calamaro y a los frescos fraseos de Francisca y los Exploradores y Ezequiel Borra. Así, las cinco canciones que Mariano Villasante y su equipo de colaboradores Los Galácticos recuperan y refrescan la tradición cancionera argentina con profundidad, afectos y melodías pop que quedan dando vuelta por días.
¿Cómo ha sido hasta ahora tu camino como solista?
El camino solista es prácticamente una cruzada, una quimera, una intención sin frenos, un más allá de todo. Y eso lo hace mágico y misterioso a la vez. Siento que tardé en darme cuenta al principio que no había alternativa. Lo que pasa es que el trabajo en equipo es muy diferente, tiene un potencial único, avasallante. Ese poder de cuando todos los deseos se conectan. Pero también puede ser muy poco feliz hacer música con quienes no te une ese sentimiento. Cuando logré liberarme de eso, vino el camino solista. Vinieron los hijos, el libro Crónicas abiertas, el blog Notansolistas, los discos La música se comparte y ahora La fuerza, mi trabajo más lindo. La opción para seguir adelante como solista era encontrar a los músicos, compas, productores y estudios que coincidan en esa empatía musical. ¡Y ya hay un río!
¿Qué te dejó Ánima Bendita y cuánto hay de ese proyecto en Mariano Villasante?
“Todos queremos volver a benditear”, me dijo un gran amigo hoy. Ánima Bendita significa mucho para mí. Fue mi escuela musical, los años jóvenes. Es la siembra. Me dejó un sinfín de anécdotas felices, algunas composiciones fantásticas, el recuerdo de un momento inolvidable. Había un público. Pero eso se desintegró y yo estaba necesitando más. Mi primer disco solista fue un buen primer paso, La fuerza es una confirmación. Por suerte estoy vivo, aquí y ahora, combatiendo este momento con canciones y con compañeros increíbles que estimulan muchísimo el viaje. Soy un afortunado. Pero a veces extraño lo grupal, mucho más ahora que es tan importante poder compartir música.
¿Cómo fue trabajar con Rodrigo Crespo y qué sumó a La fuerza?
Trabajar con Rodrigo Crespo es una bendición, es la frutilla del postre. Es como estudiar con un maestro, como ir manejando una nave a prueba de balas. Su talento y capacidad son fabulosas, su tocada es zarpada y el estudio y los fierros que tiene son de primer nivel, pero es su sensibilidad lo que lo hace único. Y creo que ahí está el secreto. La combinación entre talento y alma, ideal para que mis canciones se eleven, se hagan luminosas desde su oído y su corazón. ¡Con Rodri voy empoderado! Sí, hubo que gestionar y tener paciencia. Hay mucho camino entre la composición y el compartir, pero ahora todo es felicidad, ¡es música! Ya sé que el trabajo que hicimos juntos es para siempre. Ese ida y vuelta entre Adrogué y Los Ángeles vía Internet quedó registrado en canción, en fuerza. ¡Y felicito a estas canciones que lograron convencerlo! Y lo mismo con los demás artífices del disco, los musicazos del Conurbano Sur. Siento que en la música lo más importante tiene que estar direccionado por el corazón. De esa combustión nacen los buenos discos, las grandes canciones. Así que en La fuerza no hay falla posible.
¿Cuánto influyó el contexto pandémico en este disco?
Quedaron francamente entrelazados. Las canciones ya estaban pero la metodología cambió totalmente. Esto es una cosa loca, no es joda. Cuando inició la pandemia y la cultura del encierro, tenía la mitad del disco terminado y la apuesta era seguir. Ya había decidido el nombre y las canciones, pero había que articular y gestionar, ahora desde el celular, Wetransfers, Dropbox, archivos. La música dejó el encuentro para después. Y todo el trabajo final fue durante la pandemia. En todo caso, tuve y tengo mucha suerte y voluntad de llegar a la orilla, al registro. Algo del momento, del contexto, está en el espíritu del disco, en el enfoque de los textos, en el audio. La fuerza es para mí haber construido una balsa, salir a naufragar, llegar a tierra. Y hacerlo desde el underground, todo independiente y autogestionado. Quería cantarle a lo más elemental, a eso que nos mantiene vivos. A la familia, la resistencia, la magia, las pérdidas, la fuerza.
Escuchá La fuerza de Mariano Villasante en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).