Si la escena musical argentina actual hablara por sí sola podría jactarse sin problemas y con total firmeza en la voz de tener entre sus miembros a una de las bandas más interesantes y copadas que haya salido desde hace largo tiempo. Teniendo en consideración que “la escena” no es un ser de carne, hueso y cuerdas vocales, la afirmación la hacemos nosotros: Morbo y Mambo, banda formada en 2007 por chicos marplatenses radicados en San Telmo, es hoy una de las propuestas más originales y viajeras que el oyente de música local puede encontrar. Gracias a una mezcla de sonidos que van desde el dub, stoner rock, afrobeat, rock progresivo, funk, entre otros muchos, la banda autora de 2 EPs y 2 discos de larga duración grabados en los estudios ION, regala música generadora de paisajes e imágenes diversas y psicodélicas que incitan al baile desprejuiciado y a ojos cerrados.
En una escena regida por el género canción, el proyecto sonoro de las dos M se diferencia y se destaca por la ausencia de voz y letra, ausencia que más que ser tal, resulta ser una presencia fuerte y estimuladora del libre flujo mental y corporal. Siempre con una intención de lograr un sonido enérgico que se asemeje a lo que se experimenta cuando se oye en vivo, los siete integrantes de Morbo y Mambo se han preocupado de plasmar en las grabaciones el juego de la improvisación, componente no menor de la banda al que seguramente se le debe gran parte de la riqueza sonora y sensitiva que envuelve a los audio-espectadores en una especie de bola transparente que gira entre la variedad de paisajes naturales, citadinos y espaciales. Sí, todo eso.
Luego de un intenso proceso de grabación, presentaciones varias y experiencias de ensueño como el compartir escenario con bandas consagradas como Tame Impala, Metronomy y Erlend Oye, Morbo y Mambo despide el año este viernes 12 de diciembre presentando en sociedad a su nuevo hijo de estudio: BOA. Antes del show que los tiene entre ensayos y birras en su sala de ensayo ubicada en San Telmo, los chicos que desatan el trance dancístico gracias a la extraña prolijidad nacida de una explosión sonora y flashera se hicieron un ratito para responder unas preguntas sobre su historia, BOA, y los próximos planes.
¿Qué es lo nuevo -en cuanto a sonido- que podemos encontrar en BOA en comparación con el disco anterior?
El disco tiene algunos ritmos y estilos que para los que tienen escuchado el primer disco tal vez son familiares, pero a nivel sonoro se le dio mucho espacio a la experimentación y siempre estuvo presente la idea de crear una atmósfera general más densa que en el primer trabajo. También hay mucha más presencia de sintes y guitarras. Este es un disco un poco más de laboratorio que el primero, donde el encare desde el sonido era lograr algo naturalista, capturar el mood del show en vivo.
¿Cómo fue el proceso de composición y grabación de BOA?
Hay temas que ya veníamos tocando en vivo y terminamos de arreglarlos para el disco. También hay mucho material que salió de zapadas en la sala. Lo que estuvo muy bueno fue que nos reservamos un día entero de los tres que teníamos para grabar en Estudios ION para improvisar, así que una vez que tuvimos listas todas las tomas de los temas que ya teníamos armados nos dedicamos a improvisar y después se laburó mucho ese material en el estudio con el productor Hernán Calvo Pardo, modificando estructuras y haciendo overdubs. Así que este disco también sigue confirmando lo importante que es la improvisación para la banda.
¿Qué influencias (artísticas en general, no sólo musicales) podemos encontrar en este nuevo trabajo?
Por empezar el título viene de un texto de Paulo Leminski, poeta de Curitiba. Teníamos varios conceptos acerca del disco dando vueltas a la hora de cerrar el nombre y todo confluyó en la palabra BOA cuando Manu (bajista) se encontró con ese texto leyendo Catatau, un libro muy surrealista de Leminski de mitad de los 70’s.
Mirando un poco en retrospectiva, ¿cómo sienten que ha sido el desarrollo de la banda? ¿cómo ha sido la recepción del público ante su música?
El desarrollo por suerte fue siempre sostenido, resultado de muchísimo trabajo. Hasta ahora las cosas las hicimos siempre solos, con ayuda de amigos, en algunos momentos, pero recién en este último año se consolidó un equipo fijo de trabajo. También la suerte nos acompañó siempre, con lo cual nos acostumbramos a trabajar objetivo por objetivo, dejando que algunas cosas se acomoden solas. En general la respuesta del público es buena, y las críticas son siempre valiosas, ayudan a pulir la nave que es Morbo y Mambo.
¿Qué tal la experiencia en el festival Music Wins? ¿qué significa para uds. estar compartiendo el escenario con bandas recontra consagradas?
El show estuvo buenísimo, mucha gente agitando y tirando buena energía. Más allá del toque, es muy gratificante compartir la grilla con músicos que admiramos como Erlend Oye, Juana Molina, Metronomy o Tame Impala. Y es una oportunidad excelente para que te escuche toda esa gente que no va a verte especialmente a vos. Lo que estuvo particularmente bueno del festival además fue el hecho de que lo haya podido realizar una productora chica que viene dando pasos cada vez más grandes.
¿Qué onda el show que están preparando para el 12 en Niceto?
Buena onda. Venimos con mucho cebe de tocar los temas nuevos en vivo y de hacer un show más largo de lo que venimos haciendo. Hay temas que van a debutar en su versión live el 12 y va haber algunas versiones de temas viejos e inéditos. También estamos con mucha expectativa por todo el trabajo visual que están preparando Mati Nuevo y Pacheco, pero no podemos adelantar nada al respecto porque arruinaríamos la sorpresa.
¿Cuáles son los planes de Morbo y Mambo para el 2015?
Arrancamos el año con un par de shows por la costa. Después estaremos en FestiPez en el Konex. Vamos a presentar BOA en el interior del país, estaremos por Santiago del Estero, Tucumán, Mar del Plata, Córdoba… También vamos a volver a Brasil y Uruguay y ojalá podamos estar visitando el viejo continente a mitad de año para algunos festivales.